hijo y esposo idiota

1K 118 6
                                    

Estaba rodeado, no podía ni siquiera escapar, mis rutas de escape estaban siendo bloqueadas por mi esposa, mi madre y las dos gemelas

De reojo logré ver cómo bate caía al piso, se notaba intacto, a mis adentros espere de todo corazón que se hubiera torcido el tobillo por lo menos.

Mi vista se fijó al frente nuevamente, expresiones de molestia y preocupación se hacian notar en los rostros de mis captoras.

No sabía que hacer, la opción de huida había sido descartada, solo quedaba enfrentarlas, aunque me cuestioné, ¿Podría ganar?, Soy más fuerte eso era obvio pero aún así no podía luchar seriamente con ellas, menos con mi amada.

Lo pensé, ¿Sería bueno volver?, No sería una mala idea sinceramente quería volver pero su rostro aún permanencia en mi mente, mi rostro se frunció y nuevamente lo entendí.

- estoy sobre pensando las cosas...

Susurré para mí mismo mientras me ponía de pie, las cuatro de retrocedieron un poco para dejarme más espacio libre.

- luxion, restablece la armadura de rey salamandra.

- [ejecutando restablecimiento del rey salamandra].

Luxion acato mis órdenes, pronto las partes dañadas de mi armadura se arreglaron mientras mi cubre bocas hecho de hierro apareció nuevamente en mi boca, la capucha se colocó nuevamente en mi cabello.

- apartense...

Hablé en voz grave, mis palabras se podían confundir con odio pero la verdad no es esa, solo quería alejarme, estoy seguro de que si me quedo más tiempo una desgracia pasará.

De prueba está lo recién ocurrido, mi yo mayor apareció justo donde estaba yo y gracias a ello puse en peligro a todos, tal y como luxion lo dijo, mi destino es terminar solo.

Aunque había algo raro, mi figura estaba encorvada ligeramente, mis manos colgaban de mis hombros, todo mi cuerpo se sentía pesado y eso no me gustaba.

Pronto me desmayaría, al menos así lo sentía así que tenía que irme lo más rápido posible.

Volví a colocar mi mirada al frente, note que habían ignorando mis palabras ya que no se habían apartado.

- apartense... Por favor.

- me niego.

Riveria endureció su postura, gire mi vista hacia mi madre, ella me entendería, al menos eso creía.

- mamá... por favor, déjame ir.

- no quiero.. miraté.

Suspiré, nada estaba saliendo como quería, de reojo logré ver qué metería ensanchó sus ojos, ¿Por qué se sorprendió, tal vez por que mama tenía esos cuernos y colas?.

- estoy bien, alfia, metería... Quitense de mi camino.

Recurrí a mi última opción, de negarse las atacaría, no tenía una razón para no hacerlo... Ellas no eran nada para mí.

Pensé que ellas lo sabrían, pero se negaron, fruncí más mi seño.

- por favor... Necesito hacerme aún más fuerte.

De la nada sentí como riveria colocaba su mano en mi cubrebocas, me miraba con ternura pero a la vez con preocupación, ella me sonrió.

- cariño, no tienes que pasar un infierno para ser el más fuerte.

Negué.

- te equivocas... El infierno me rodeo y ahora soy más fuerte, por favor riveria déjame ir, necesito protegerte, no solo a ti, mis amigos, mi familia... Incluso mi madre..

un problema para dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora