un héroe contra un dragón parte dos

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Fueron segundos lo que tardo el dragón en reaccionar, su espada se balanceo hacia mi, debido a la fuerza o tal vez la magia de la cual el tenía en su posición unas tipos de barreras transparentes venían hacia mi.

- [maestro ataque enemigo detectado aproximándose a usted en línea recta, se recomiendan maniobras evasivas en este momento].

- no hace falta que me lo digas luxion.

Antes de que el ataque me tocará di un salto girando en mi propio eje hacia la izquierda, aunque sus ataques no se detuvieron ahí, rápidamente volvió a dar otro tajo al aire, el mismo ataque venía en las misma dirección y a la misma velocidad, mis pies se asentaron en el piso aunque tuve que volver a saltar pero esta vez a la derecha, este patrón se repitió cuatro veces más, al ver qué no podía atinar ningún golpe hacia mi el dragón se enfureció, su cuerpo parecido al de una serpiente se levantó en los cielos y el mismo rugido que escuche en un principio fue dado.

El dragón se había enojado conmigo, el fuego que escupió de sus fauces fueron prueba de ello, empecé a correr para evitar ser congelado por el fuego azul que me venía pisando los talones.

Extendí mi mano, sin necesidad de un cantico el hechizo {Starfire} fue activado, el fuego de color negro fue hacia el, un rugido de dolor se escuchó nuevamente, aunque no hice el daño que tenía en mente, lo cierto es que logré infringir un daño en el dragón.

Unas cuantas escamas cayeron al piso como prueba de su herida, seguí corriendo, si algo aprendí en la mazmorra era que detenerse era un grave error en una pelea.

El dragón volvió a levantar su espada, está vez no uso magia pero si fuerza bruta, tuve que volver a esquivar pero está vez fue un ataque directo, el filo de la estafa se clavo en el piso donde momentos antes estaba de pasando.

Salte y cai encima de la loza de una casa que sorprendentemente no estaba destruida, aunque su loza estaba cubierta de nieve lo cierto es que la casa estaba en buenas condiciones.

Mirando hacia abajo note algo que no me agrado, una mujer estaba abrazando con miedo a unos niños, podía suponer que se trataba de madre e hijos, teorice que su padre era uno de los aventureros que estaba luchando junto a los otros capitanes.

Fruncí el seño, para mí mala suerte el dragón levanto su espada y la dirigió hacia mi, no podía esquivar o las personas debajo de mi morirían, es por eso que usando las espadas empuñadas en mis manos detuve la gran espada cruzando ambas en forma de equis.

Pude sentir mis músculos hervir debido al dolor, pero no me rendí, necesitaba aguantar o más vidas se perderían.

¿Por qué no estaban en los refugios?, Me pregunte mientras seguía resistiendo, la loza debajo de mis pies se quebró, al notar eso llegué a la conclusión de que el techo no aguantaría mucho.

Puse toda mi fuerza en mis manos e hice retroceder la gran espada azul, la mano del dragón retrocedió, aproveche y extendí hablé.

- {¡firebolt!}.

Un gran mar de fuego salió del circulo rojo que fue creado a partir de la nada, el fuego cubrió su cuerpo y gracias a ello retrocedió, supe que no había tiempo que perder así rompiendo la ventana y entrando por la misma mire a la pequeña familia que me miraba con miedo.

- ¿Por qué no están en los refugios?.

- no nos alcanzó el tiempo.

La madre de los niños contesto, mire a los infantes, me hicieron recordar a mis hijos.

- no permitiré que mueran...

- pero... Todo está perdido.

Era de esperarse que la señora pensará eso, para ella el páramo que observaba no era más que perdición.

un problema para dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora