6 dias antes

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Al día siguiente de aquel beso, riveria y bell despertaron, los dos se miraron para después sonreírse uno al otro.

El motivo de aquella sonrisa era evidente, la alta elfa por fin podía amar y el albino por fin podía dejar de ocultar aquellos sentimientos.

Notando que el sol ya se estaba alzando en lo alto de la ciudad, ambos decidieron ponerse de pie, sus hijos aún dormían entre ellos es por eso que ambos fueron delicados a la hora de levantarse, no querían despertar al fruto de su amor

El albino miró a riveria, su esbelta figura lo hizo sonrojarse y el ver como se cambiaba de ropa dejando ver sus prendas interiores no ayudaban mucho.

Claro que esto no lo hacía a propósito, la alta elfa no era totalmente conciente de lo que hacía debido a la confianza que le tiene a bell.

El albino trago su propia saliva y procedió a cambiarse, el también le tiene confianza a su pareja así que no tiene problema en mostrarle su cuerpo o al menos una parte de el.

Poco tiempo pasó, ambos ya estaban completamente vestidos, con una sonrisa, riveria se acercó a la cama, con amabilidad agito los pequeños cuerpo de sus hijos.

- mis niños, vamos, es hora de despertar.

con una amable y sueve voz riveria invito a sus hijos a dejar el mundo de los sueños, rápidamente ambos infantes aburrieron sus ojos, lo primero que divisaron fue a su madre, por ellos mostraron una hermosa sonrisa.

- buenos días mami.

- buenos días mis niños, ya es hora de levantarse, díganme, ¿Que quieren desayunar?.

- ¡pastel de chocolate!.

Ambos respondieron animadamente, riveria sonrió, es evidente el parentesco de ambos.

- bueno, vayan a lavarse los dientes y saldremos.

- ¡Si!.

Obedeciendo a su madre, ambos hermanos fueron al baño, agarrando sus cepillos de dientes y el dentrifico, los dos empezaron con su limpieza oral.

Bell suspiro mientras se acercaba a su esposa, rodeándola con ambos brazos el albino recargo su barbilla en el hombro de la alta elfa

(Creo que no lo aclare pero aquí riveria es un centímetro más baja que Bell, es decir, mide 1,64).

- eres una mamá concentidora.

- lo se, pero aún así me amas

- eso no lo puedo discutir.

Bell rio levemente, ahora que no guardaba sus sentimientos, el podía abrazarla y besarla sin temer a nada, es por eso que aprovecho y le dió un beso más, riveria no se resistio.

Este era su segundo beso y aún así lo disfrutaron como el primero, ellos no sabían dónde había quedado su vergüenza pero la verdad no la extrañaban.

- oh, papá y mamá se están besando, supongo que esto ya asegura nuestro nacimiento.

- ¿Nuestro nacimiento?.

Ónix pregunta, riveria y bell miran a sus hijos, ambos tenían un sonrojó pero al final solo sonrieron.

- me alegro que mamá y papá se amen nuevamente.

Esmeralda es sincera, no solo por qué aseguraba su nacimiento, si no también por qué madre parecía feliz al igual que su padre.

- bueno, ¿Vamos a desayunar?.

Riveria se libero de sus brazos de su amado, esmeralda tomo la mano de su padre y onix la mano de su madre, la respuesta es bastante obvia.

Con un niño cada uno, Bell y riveria salieron de la habitación, a diferencia de la primera vez, está vez no llamaban la atención, lo cierto es que la familia del albino ya se había acostumbrado a ver esa escena.

un problema para dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora