34. FILO

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Jimin sin decir una palabra camina por el pasillo, hasta llegar a su jardín principal. Taehyung permanecía a su lado en silencio, el momento fue vergonzoso y se sintió mal por su celtis .
Jimin entra al templo que Jungkook mando hacer para el y que le dio como regalo en el cortejo.

- Taehyung
El silencio fue roto por Jimin

- si mi celtis .

- ve por Rosse y Jennie  - necesito de ustedes... esos solo podía significar una cosa.

- mi celtis - no creo que sea necesario de levitar así.

- ve por ellas Tae... - te agradezco que lo que vimos en el despacho del rey no digas una palabra a nadie.

- descuide majestad - sabe que soy una tumba.... Jimin comenzó a despojarse de sus ropas, sintió lágrimas caer por su rostro sin saber porqué, Leila intento comunicarse con él pero también bloqueo su mente ... solo había un lugar en donde se sentía en paz y que para su desgracia solo podía ir en levitación... también le fue arrebatado ese lugar.
Para cuando Taehyung y las demás doncellas llegaron ya Jimin estaba en el estanque levitando . Ellas no entendía pero su deber era canalizar su energía para su celtis, era la principal misión de ellas.

Jungkook había empujado a Jisso sus ojos se pusieron rojos era el alfa quien tomó control

- QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE TE ATREVES A PRESENTARTE DELANTE DEL REY Y REGALARTE COMO UNA PUTA BARATA - SI MI OMEGA ME LLEGA A RECHAZAR YO MISMO ME ENCARGARÉ DE ARRANCARTE LA GARGANTA CON MIS COLMILLOS  - LARGOOO!
Jisso aullo de dolor el alfa era demasiado intimidante no dudo en salir despavorida del despacho... ahora si que la había arruinado ella solo quería un momento de placer le encantaba ser empotrada por el rey de eso no había duda, ahora lo había arruinado.
Jungkook por su parte no salio en busca de Jimin, quizás era mejor así el lobo en su interior arañaba por su actitud, pero en realidad temía acercarse al omega. Su orgullo no se lo permitía ese era Jeon Jungkook el rey del norte y rey supremo del cónclave...
Jimin una vez después de levitar se quedó en el templo lo bueno es que este contaba con una habitación parecida al suyo en el hogar de su padre... por esos días se la paso allí,  no volvió a entrar a la habitación disfrutaba de su espacio personal... no había hablado con su esposo y este tampoco lo buscaba, los días se iban entre sus deberes con el pueblo como sacerdotisa... pero Jimin en su interior se sentía desdichado, si bien esto no era lo que quería para el, debía ser fuerte pues su pareja solo lo ignoraba .

Los días seguían pasando con ello el rey Jungkook estaba más insoportable que nunca, nada le parecía, las juntas lo agotaban solo podía sacar su frustración en la armería donde practicaba con su espada sus dotes del arte de la guerra. Esta situación puso en alerta a su madre la reina, pues ya se empezaba a rumora el distanciamiento entre los reyes y bien era sabido que el senado solo esperaba una caída de Jungkook para quitarle el mando del cónclave.
Jimin por su parte se mostraba indiferente ante los comentarios por parte de las omegas de la realeza... pero aún así era cansado tener que dar explicaciones o fingir estar bien, cuando ni el mismo sabía como se sentía, le dolía que Jungkook lo ignoraba y para su desgracia sentía a través de la marca la ansiedad de Jungkook por estar con el, pero era tan orgulloso el rey como para reconocerlo.
Esa tarde en la manada del pueblo, se encontraba Jimin ayudando a una de las ancianas alquimistas de la manada. La anciana era una omega ciega pero sabia.

- majestad - no se sienta mal - debe sonreír siempre - esos bellos ojos esmeraldas siempre deben brillar... Jimin sonrió mientras en el mortero molía las hiervas para preparar medicina .

- mi señora - aun con su ceguera como supo del color de mis ojos ... la anciana se acercó y con sus manos recorrió el rostro del príncipe y sonrió.

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