Capítulo 10

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–Entonces este es tu nuevo departamento.– dijo Pato viendo alrededor.

–Sip, solo me falta traer todas mis cosas.– dije sonriendo.

–No se, suena raro, hay muchos recuerdos en tu cuarto.– dijo el con una mueca.

–Nada los va a borrar, pero necesito mi propio apartamento y este me encantó.– dije sentándome en el sillón, afortunadamente para mí el apartamento era semi amueblado y solo tenía que comprar algunas cosas para mi cuarto.

–Supongo...si quieres te puedo ayudar a traer todas tus cosas.– dijo el castaño sonriendome.

–No tienes que hacerlo.– dije.

–Vamos Ame, eres mi amiga, no me molesta hacerlo.– dijo Pato tirándose a mi lado.

Nos quedamos callados unos minutos, me encantaba que podíamos estar sin hablar por mucho tiempo sin estar incómodos.

–¿No te enloquece lo rápido que cambian las cosas? Parece como si fuera ayer cuando nos volvimos amigos.– dije soltando un suspiro.

–Si, aún recuerdo la primera carrera a la que fuiste, todos me preguntaron que si eras mi novia...pinches chismosos.– dijo Pato negando.

–Todos nos preguntaban eso todo el tiempo.– dije riéndo.

–Osea si, pero no mames, cuando lleve a Marí a una carrera todos le hicieron getas y me dijeron que dónde te había dejado.– dijo el castaño oscuro.

–En mi defensa, soy encantadora y los cautive con mi belleza.– dije bromeando.

–Obvio.– respondió O'Ward sonriendome.

–¿Qué pedo wey? ¿Todo bien? ¿Todo chingón?– pregunté confundida pero con las mejillas rojas.

–Mejor que nunca.– dijo sin dejar de verme.

–Pato...que pedooo?– pregunté alargando la o.

–No hay pedo, ya no te puedo ver?– preguntó frunciendo el seño.

–No, no es de a grapa.– dije molestandolo, de alguna manera nos habíamos ido acercando.

–Pinche chilanga.– dijo Pato empujando mi cabeza.

–Obvio mi rey, de lo mejor de México.– dije riéndo.

–Me pongo romántico y te pones de mamona.– dijo negando.

–No me pongo de mamona, soy mamona.– dije soplandole un beso

Iba a pararme para sacar algo de mi bolsa pero cuando apenas me había parado unos brazos envueltos en mi cintura me tiraron de regreso al sillón, había caído encima de Pato, el se quedó viéndome atentamente sin quitar sus brazos de mi cintura, lo cual hizo que mis nervios estallaran.

–¿Qué pasó?– fue lo único que pude decir.

–Te ves hermosa.– dijo sonriendo con la boca cerrada.

–Eso no responde mi pregunta.– dije sonriendo con nerviosismo.

–Lo que pasa es que me muero por besarte desde antes que dejáramos de hablarnos y hasta ahora tengo los huevos para decírtelo.– dijo O'Ward.

–Pato, no, tu lo dices de la manera en que es solo un beso, pero para mí representa mucho más, yo si te quiero para algo serio y siendo honesta no estoy lista para que me vuelvan a lastimar.– dije intentando quitarme de encima suyo.

–¿Quién dijo que solo es beso?– preguntó Pato sin soltarme.

–Pato, lo digo enserio, esto va a aventar nuestra amistad por la borda.– dije sin prestarle atención.

–Ame, no te voy a lastimar, lo prometo. Te quiero con todo mi corazón, no solo como amiga.– dijo el castaño sin soltarme.

–Querer no es lo mismo que amar, Pato.– dije liberándome de su agarre.

–Amelia, hace unos días me rogabas porque te besará, qué onda?– dijo Pato confundido.

–Mi problema es que no lo ves como yo lo veo, para ti es simple, es un beso, pero no tienes idea de lo que representa para mí, si me besas me darás esperanzas y al final yo soy la que queda como pendeja por ilusionarme.– dije rápidamente.

–Es que no se de dónde sacas eso, yo también quiero que seamos más que amigos pero no sé de dónde viene lo que estás diciendo.– dijo Pato pasando una mano por su pelo, estaba frustrado.

–¡De tus acciones! Tus acciones dicen algo y tus palabras lo opuesto, solo que a veces se turnan para decidir cuál demuestra amistad y cuál amor.– dije sintiendo que mi pecho me empezaba a doler.

–¿Pues qué quieres que haga? No es como que haya un manual de que hacer si te gusta tu mejor amiga.– dijo Pato intentando aligerar el ambiente.

–Es que no te das cuenta, estamos en la misma situación y- – antes de que pudiera terminar mi oración Pato me beso.

Tenía sus manos a los costados de mi cara, en cuanto me dí cuenta le seguí el beso, pasó sus manos de mi cara a mi cadera acercándome más a él, yo envolví mis brazos en su cuello y los deje caer en sus hombros, había esperado tanto tiempo por este beso. En algún momento las cosas empezaron a subir de tono, Pato me había cargado para que envolviera mis piernas en su torso y me había puesto contra la pared, sentía sus manos recorrer todo mi cuerpo, a la vez que dejaba besos por mi cuello y clavículas, metió sus manos abajo de la playera que le había robado y pegué un brinco al sentir sus manos frías, el sonrió contra mi cuello y siguió explorando abajo de la playera.

–¿Por qué no traes bra?– preguntó en mi oído, tenía una sonrisa, de eso estoy segura.

–Son incómodos.– dije con la respiración acelerada.

–¿No quieres estrenar tu apartamento?– preguntó después de unos minutos de seguir besándonos.

–Y todavía preguntas.– dije negando con una sonrisa antes de volver a besarlo.

As It Was || Pato O'Ward Donde viven las historias. Descúbrelo ahora