Epílogo III

1.6K 91 5
                                    

Habían pasado casi dos años desde que nos habíamos casado, Pato y yo éramos completamente felices, teníamos casi todo lo que queríamos, y digo casi ya que desde hace un año intentabamos tener un bebé. Ví la prueba que había dejado en el lavabo con la esperanza de que está vez fuera positiva, pero no, negativa, la tiré a la basura y salí del baño.

–¿Y?– preguntó Pato alzando la cabeza, estaba sentado en nuestra cama con la cabeza entre sus manos.

–Negativa, otra vez.– dije negando, estaba muy decepcionada, por qué no podíamos?

–Esta bien, ya lo lograremos.– dijo el castaño parándose y caminando hacia mí para abrazarme.

–Es que no está bien, y no puedo pretender que está bien cuando no, Pato llevamos mucho tiempo intentándolo y no se porque no podemos.– dije sintiendo como las lágrimas de frustración empezaban a salir.

–Porque no es el momento, cariño. Vas a ver qué lo lograremos, pero hay que ser pacientes.– dijo dejando un beso en mi frente.

–Es que es tan...desgastante, ver siempre la prueba negativa.– dije intentando calmar mi respiración, de verdad quería formar mi familia con Pato pero no entendía nada.

–Nos podemos tomar un descanso, no quiero que te sientas mal por algo que no puedes controlar.– dijo Pato acariciando mi espalda.

–No se, solo quiero dejar de pensar unos momentos, porque la gente pregunta que cuando tendremos un hijo como si no lo intentaramos.–

–Ellos no saben eso, Ame.–

–Aún así, que se vayan a joder a alguien más con sus pinches preguntas de prensa sin vida propia.– dije acostándome en la cama.

–Pues...no hay mucho que podamos hacer con eso, pero todo saldrá como tiene que ser vas a ver.– dijo Pato acostándose a mi lado y yo recargue mi cabeza en su pecho.

...

Unos meses después me encontraba en la misma situación, Pato. había decidido estar conmigo mientras esperábamos los resultados, si está vez no funcionaba íbamos a tomar un descanso.

–¿Ya pasó el tiempo?– le pregunté a Pato como por sexta vez.

–Falta poco, no te preocupes.– dijo tomando mi mano y apretándola a forma de apoyo.

Le sonreí y el dejó un beso en mi mano, fueron unos segundos de calma antes de que la alarma sonará y yo saliera disparada hacia la prueba la agarre entre mis dedos debatiendo si voltearla o no.

–Ay no puedo, velo tu.– dije dándole la prueba a Pato.

El la volteo en seguida y se quedó unos segundos callado con el ceño fruncido, yo me mordía las uñas ansiosa esperando la respuesta.

–¿Y?– pregunté exaltada.

Pato volteo la prueba enseñando el resultado, positivo, llevaba de 2 a 3 semanas de embarazo, solté un grito de felicidad y abracé a Pato, no tardó en devolvermelo, envolví mis piernas a su cintura y escondí mi cara en su cuello.

–Si esa pinche prueba es falsa me muero.– dije sintiendo como pequeñas lágrimas salían de mis ojos.

–Lo logramos, mi amor.– dijo Pato sonriendo mientras pegaba su frente con la mía.

–Mierda.– dije sintiendo como mis mejillas se empezaban a calambrar de tanta sonrisa.

–Oficialmente tendremos un bebé.– dijo el castaño, no me había dado cuenta que el también había llorado y con mis pulgares seque las pequeñas gotas en sus mejillas.

–Mjm, solo no me quiero ilusionar, recuerda que nos dijeron que los primeros meses pueden ser cruciales.– dije pasando mi mano por su cabello, definitivamente me sentía feliz pero el miedo también estaba bastante presente.

–Todo va a salir bien, vas a ver, ya pasamos por mucho, es nuestro momento.– dijo Pato besando la punta de mi nariz.

...

Estábamos viendo cosas en un centro comercial para el baby shower de nuestra hija, cuando habíamos averiguado el género yo me sentí absolutamente feliz, a Pato parecía darle igual el género del bebé mientras todo estuviera bien pero no veía que estuviera estallando de emoción. Estaba viendo unos pañaleros cuando Close to you de Carpenters empezó a sonar, empecé a tararear la canción mientras acariciaba mi barriga, oí como unos pasos se acercarán apresurados y voltee a ver detrás de mí para ver a Pato corriendo hacia mi.

–¿Qué pasó?– pregunté preocupada.

–Voy a tener a una hija.– dijo con una sonrisa que jamás había visto en el.

–¿Si?– pregunté riéndo ante su emoción.

–Es que no lo estás entendiendo, Ame. Yo siempre quise una hija y voy a tener una, y la voy a cuidar de todo y voy a buscar videos de cómo peinarla, voy a hacer de todo solo para que tenga todo lo que quiera porque va a ser mi princesita.– dijo Pato hablando rápidamente como hacía cada vez que se emocionaba. –Y la voy a proteger de todos los imbéciles que traten de acercarse, para que nunca le puedan romper el corazón porque nadie va a ser lo suficientemente bueno para mí niña.–

–¿No lo habías pensado?– pregunté riéndo mientras reía.

–No me había caído el veinte en realidad.– dijo el castaño riéndo también.

En algún momento de su speech me había puesto a llorar, me encantaba ver qué le ilusionaba tanto como a mí, me abrazo y dejo un beso en mi frente mientras acariciaba suavemente dónde se encontraba nuestra hija.

...

Sentí mi cuerpo flaquear por completo cuando ví a mi hija llorando, deje salir un suspiro cansado mientras me la ponían en el pecho, era raro pensar que acaba de dar a luz a un ser vivo.

–Es preciosa.– dijo Pato rodando su mejilla con su dedo índice.

–Lo logramos.– dije volteando a verlo con una sonrisa, pequeñas lágrimas de felicidad corrían por las mejillas de ambos.

–¿Le podemos poner Rose?– preguntó el castaño.

–No se, qué tal Rosemary? Y ya de apodo Rose.– dije sonriendo mientras pasaba mi dedo por la pequeña nariz de mi hija.

–Rosemary O'Ward...me gusta.– dijo Pato asintiendo.

As It Was || Pato O'Ward Donde viven las historias. Descúbrelo ahora