Capítulo 8 prt.2

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Me moría de miedo con tan solo pensar en todo lo que podía pasar mal, pero algo dentro de mí me decía que era momento de dejar el orgullo de lado y saltar a un precipicio con la esperanza de sobrevivir.

–¿Prometes no irte? Porque si volvemos, te aviso de una vez que ya no habrá otra oportunidad. Pato yo te quiero, más de lo que quisiera, y tienes un control sobre mis emociones que nadie más ha tenido, y eso me da mucho miedo, toda la situación me da miedo pero eso en específico, sé que si te vas otra vez yo quedaría completamente destruida.– dije sintiendo como una pequeña lágrima se escurría por mi mejilla y la limpie en automático.

–Pues déjame reparar lo que rompí, deja que ponga todas las piezas que no puse la vez pasada. Te prometo que no me voy, porque yo mismo me dí cuenta de que yo tampoco puedo vivir sin y- dios mío, Ame perdóname pero necesito hacerlo.– dijo Pato antes de agarrar mi cara entre sus manos y besarme.

Al inicio me quedé quieta por la sorpresa, pero en cuestión de segundos ya le estaba siguiendo el beso, puse mis manos en su cuello y el bajo sus manos a mis muslos para cargarme, dejé que nos metiera al apartamento y cerró la puerta con una patada.

–Mierda.– dije rompiendo el beso y pegando nuestras frentes.

–Lamento mucho lastimarte como lo hice, déjame volver a tu vida y solucionar todo lo que hice, porfavor.– dijo Pato viéndome a los ojos.

–No te va a ser tan fácil...Pato, de verdad te quiero en mi vida, me haces sentir demasiado, para bien o para mal, y no quiero que nos alejemos de nuevo. Pero necesito que me demuestres que vas a dar todo de ti para que nos quedemos juntos.– dije viéndolo en un intento de descifrar su mente.

–Ame, te aseguro que así será, te daré todo lo que quieres, sean cosas materiales o sentimentales, solo dime qué es.– dijo bajandome con delicadeza pero sin soltarme.

–Ay no se.– dije sonriendo al sentir las ya tan conocidas mariposas.– Escríbeme una carta, dime y demuéstrame que tanto quieres estar conmigo.

Claramente yo no lo decía tan enserio, pero tampoco me molestaría que hiciera eso en realidad, siendo honesta.

–Hecho, pero eso no es lo único que quiero hacer para demostrarte cuánto te quiero, me harías el honor de ir a una cita conmigo?– preguntó Pato sonriendo.

–Seguro.– dije sonriendo ante la sensación de calidad.

–Perfecto, mañana paso por ti a las ocho.– dijo el castaño separándose.

Me quedé parada en la puerta despidiéndome de el sintiendo un vacío a falta de su toque.

–Lo siento, tengo que hacerlo otra vez.– dijo corriendo para darme un beso.– Te veo mañana.

Dejó un casto beso en mi mejilla antes de irse y yo me deje caer contra la puerta, solo espero que todo salga bien está vez, tenía la sensación de que así iba a ser.

As It Was || Pato O'Ward Donde viven las historias. Descúbrelo ahora