Capítulo 1 prt.2

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Hoy iba a ir a mi primer cita oficial con Arthur, me sentía nerviosa y no sabía por que, yo le gustaba y en realidad siempre han sido fáciles las cosas con el, solo que nunca tuvimos está clase de... situación. Me ví un espejo una última vez antes de salir, en cuanto me vio salir sonrió y me fue imposible no sonreír, se veía bien.

–¿Lista?– preguntó el monegasco sonriendo mientras me ofrecía su brazo.

–Siempre.– dije enganchando su brazo con el mío.

Me abrió la puerta para subirme al carro y yo me subí y solté un suspiro rápidamente, estoy bien.

–Te ves hermosa.– dijo sonriendo y por un momento me sentí absolutamente bien.

Me llevó a un restaurante algo lujoso, no me mal entiendan, aprecio su esfuerzo y todo, pero me sentía fuera de lugar, nunca fui la mayor admiradora de los restaurantes lujosos ya que no te sientes cómodo o al menos yo no me siento tan cómoda?

–¿Cómo te va en Fórmula 2? Ya sabes en cuanto a desempeño del monoplaza.– pregunté para sacar conversación.

–Mmm...no estoy seguro, se que soy bueno y me merezco el lugar pero no creo estar dando los resultados esperados.– respondió el monegasco.

–Bueno, acabas de subir de categoría y eso es un gran paso, aparte puede que solo sea una mala racha, todos las tienen.– dije sonriendo.

Terminé pidiendo una pasta Alfredo y un poco de vino, de verdad que todo se sentía muy formal, y no sabía si eso era bueno o malo. Terminamos de comer entre platicas y risas, aunque una pequeña parte de mi mente quería que fuera Pato en vez de Arthur. Cuando Arthur me dejó en mi apartamento y nos despedimos lo único que pude hacer en cuanto cerré la puerta fue hundirme, sabía que me quedaban tres segundos de cordura así que aproveché y me puse mi pijama que básicamente era una playera de Pato, seguía oliendo a su perfume, me desmaquille rápidamente y me senté en el piso como si eso fuera a arreglar todo.

Aún me acuerdo de su cara levemente iluminada por la luz que entraba por nuestra ventana a la 1:58, como susurraba para que solo nosotros escucharamos, si me dijo que me amaba por qué se distanció? Aún me acuerdo del olor de la lluvia fresca en el pavimento, corrí del avión hacia el, esa noche de julio, el ritmo de su corazón saliendo de su playera, todavía podía sentir sus brazos a mi alrededor pero ahora me siento en el piso usando su ropa y todo lo que se es que no se cómo ser algo que el extrañé, nunca pensé que tendríamos un último beso ni que terminaríamos así.

Pero me acuerdo del vaivén de sus pasos, el alma de la fiesta, estabas presumiendo otra vez y yo rodaba mis ojos y tú me jalabas hacia tí, no soy mucho de bailar frente a todos pero por ti lo fui, porque amaba todo de ti, desde tu forma de caminar con tus manos en tus bolsillos, como me besabas cuando estaba en medio de una oración y no hay un día donde no extrañé esas dulces interrupciones...su nombre, por siempre el nombre en mis labios, como nuestro último beso.

Y ahora veo su vida en fotos como lo veía dormir y lo siento olvidarme como lo sentía respirar y sigo en contacto con nuestros viejos amigos solo para preguntarles cómo está, espero que sea lindo dónde este, y espero que el sol brille, sea un día hermoso y algo le recuerde que desearía haberse quedado, puede planear un cambio en el clima y el tiempo pero nunca planee que cambiará de opinión.

Y ahí me dí cuenta que estaba sentada en el piso llorando por Pato usando su ropa, las lágrimas caían como si fuera lluvia y las miles de preguntas corrían como rió, pero había una en específico que me hizo sentir una mierda de persona.

–¿Por qué no te puedo olvidar, Pato? ¿Por qué no lo puedo amar como te amo a ti?– pregunté en un susurro.

As It Was || Pato O'Ward Donde viven las historias. Descúbrelo ahora