Capítulo 35

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Maratón 3/3

Hoy me iba, ya tenía todo listo, como iba a estar viajando mi "base" sería en Maranello, me habían dado un apartamento y todos los muebles necesarios, ya tenía todo empacado para irme, llevaba tres maletas pero dejaría dos de ellas en Maranello y la otro es la que me llevaría a todos los viajes.

–¿Ya tienes todo?– preguntó Pato preocupado.

–Sip; ropa, zapatos, cuidado personal, cosas de valor sentimental, mi laptop, cargadores y todo lo necesario. En cuanto llegue allá compraré comida y las cosas que necesite para la cocina.– dije sonriendo.

–Ok...si se te olvida algo te lo puedo mandar.– dijo abrazándome.

–No creo que se me olvidé nada, pero gracias.– dije intentando grabar en mi mente como se sentían sus brazos a mi alrededor.

Parte de la ropa que había empacado era de Pato, obviamente no era mucha pero quería tener algo de el conmigo, me había asegurado de que fueran cosas que había usado recientemente para que si olieran a el...eso suena muy creepy pero juro que no lo soy.

–Hay que irnos de una vez al aeropuerto.– dijo dándome un beso en la frente antes de soltarme y agarrar dos de mis maletas.

Agarré la otra y bajé, Pato me ayudó a meter la maleta a la cajuela y nos subimos al carro, la música estaba muy alta, había mucho que decir pero poco valor, de parte de ambos. Sabíamos que esto era una clase de despedida pero no queríamos aceptarlo, conforme veía pasar las calles del lugar donde nos conocimos, lo iba aceptando, pero no era fanática de las despedidas, y si hay alguien que las odie más que yo probablemente sería Pato, así que todo el camino nos la pasamos en un silencio sepulcral, lo único que alivianaba el ambiente un poco era la música, pero la tensión en el carro se podía cortar con un cuchillo.

Llegamos al aeropuerto y veía a las personas por la ventana, me gustaban los aeropuertos,podías ver despedidas y reencuentros de personas y ahí es cuando te das cuenta que cada quien vive su vida y no son solo extras de tu película, porque hay personas que se pueden estar despidiendo de su persona más amada por un tiempo indefinido. Lo que nunca creí, es que yo fuera a encontrarme en esta situación, jamás creí que yo sería la persona que se aleja, por lo general solo me siento a esperar a los demás...

Pato me ayudó a bajar mis maletas y ahí nos dimos cuenta de que teníamos que despedirnos.

–Yo...– dije intentando encontrar las palabras correctas.

–No quiero que me pongas por encima de tu carrera, no fue mi intención darte a entender eso. Simplemente me da miedo perderte y no supe cómo reaccionar, por primera vez en mucho tiempo me siento completamente pleno, tengo todo lo que quiero y por eso siento que algo malo va a pasar, y se que dirás que eso no es cierto y es mi paranoia, pero me da miedo pensar en que te vas a ir y no te veré en meses y luego con nuestros horarios es complicado hacer llamadas. Pero te juro que estoy contento y orgulloso de que hayas logrado esto y pondré todo de mí para que esto funcione.– dijo Pato agarrando mis manos, estaba nervioso y lo podía ver, por dios era mi mejor amigo, como no lo iba a notar?

–No sabes lo mucho que necesitaba escuchar eso, porque siendo honesta tengo mucho miedo de que esto no salga y si no sale quedé como estúpida por haber arriesgado todo.– dije sintiendo mis ojos picando, pero no quería llorar, no ahora.

–Todo va a salir bien, lo digo porque te conozco y se que vas a lograr todo lo que te propongas, porque siempre lo haces.– dijo el castaño envolviéndome, me aferré a el intentando grabar cada detalle de el en mi memoria, su aroma, sus ojos, el como me sacaba casi una cabeza de altura, el como sus abrazos eran los más cálidos y reconfortantes que alguna vez había sentido, todo.

–Me tengo que ir.– dije sin soltarlo.

–Solo un segundo más.– dijo Pato en un susurro mientras apretaba su agarré.

–Te veré luego, si? No sé si lograré que nos veamos antes pero te prometo que estaré para tu cumpleaños.– dije cuando me soltó, dejé un beso en su mejilla y fui pidiendo ayuda a uno de los trabajadores con mis maletas.

–Seguro, ojalá poder vernos antes...que tengas buen viaje, linda.– dijo Pato despidiéndose antes de dejar un beso casto en mis labios.

Entré al aeropuerto siendo seguida por el que me ayudaba con mis maletas y a lo lejos pude ver cómo Pato prendía el carro para irse, intentaba autoconvencerme de que todo estaría bien y seguiría como antes, pero nada aseguraba eso.

As It Was || Pato O'Ward Donde viven las historias. Descúbrelo ahora