Capítulo 13

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Ya llevábamos tiempo desde que llegamos a la peda y estábamos bailando al ritmo de Moscow Mule de Bad Bunny, ya habíamos tomado nuestros primeros tragos así que andábamos más tranquilas.

-De verdad que si fuera lesbiana te super daría, tus chichotas se ven demasiado bien en ese vestido.- dijo Mari.

-Cállate, que tú tienes una cinturita que no mames.- dije riéndo.

Seguimos bailando mientras escuchábamos la música hasta que nos dió sed, fui a la barra para pedir un vaso con un blue lagoon y mientras esperaba me quedé hablando con un chico.

-¿Cómo te llamas?- preguntó el chico, tenía unos ojos color miel que hipnotizaban y su pelo risado pero ordenado lo hacía ver aún mejor, de por sí era guapo pero el conjunto completo lo hacía ver mejor.

-Amelia, tú?- pregunté con una sonrisa.

-James.- dijo sonriendo mientras me ofrecía su mano, la cual acepté sin dudar.

-Mucho gusto.- dije sonriendo.

-¿Y por qué una chica tan linda como tú está sola, Ame?- preguntó James, sentí raro al escucharlo llamarme Ame,no se sentía correcto.

-Lia, prefiero Lia.- lo corregí intentando no ser grosera.

-Y no estoy sola, vine con mi amiga que está...- dije buscando con la mirada a Mari, hasta que la encontré.- besándose con ese tipo.

-Creo que si me dejaron sola.- dije con el seño fruncido.

-Pues ya no estás sola.- dijo James después de soltar una risa.- estás conmigo.

-¿Estás solo?- pregunté confundida, el solo asintió.-¿Por?- volví a preguntar.

-Este es mi antro, vine a vigilar que todo esté bien.- dijo sonriendo mientras veía alrededor.

-No mames, dueño de este lugar...- dije sorprendida.- debes de tener mucha paciencia para lidiar con todos los problemas de borrachos.

-Pues...por lo general mando personas para que se encarguen de eso.- dijo el castaño riéndo.

-Eso tiene más sentido.- dije sonriendo.

-Lia, se que nos acabamos de conocer y todo, pero...- dijo James viendo mis labios y relamiendo los suyos.- te puedo besar?

-Por favor.- dije asintiendo mientras veía sus labios.

Conectó nuestros labios y puso su mano en mi mejilla, le seguí el beso y puse mis manos atrás de su cuellos, atrayendo su cara a mí, sentí como pasó sus manos a mi cintura, hizo que me parará y me sentará en su pierna y yo no pude resistencia. Estaba perdida en su beso hasta que escuche a alguien toser a mis espaldas.

-¡Amelia!¡No esperaba verte aquí!- dijo una voz que reconozco a la perfección.

-Pato, hola.- dije soltando un suspiro.

–¿Quién eres?– preguntó viendo a James con una ceja alzada.

–El es James un...– dije volteando a verlo.

–Amigo.– dijo James sin soltar mi cintura.

–Wow, haces eso con todos tus amigos?– preguntó Pato viéndome.

–No, solo con los que no son unos idiotas.– dije sonriendo.

–¿Sabes qué? Creo que será mejor que me llames luego, aquí está mi tarjeta.– dijo James sonriendo mientras ponía su tarjeta en mi mano, de inmediato la guarde en mi bolso.

–¿Tarjeta?¿Cómo si fuera una puta o qué pedo?– preguntó Pato una vez que se fue James.

–Es dueño del bar.– dije caminando sin voltear a verlo.

–A la madre...no pues si conviene que te lo ligues.– dijo el castaño, como si no hubiera pasado nada.

–¿Me puedes decir por qué me interrumpiste?– pregunté volteando a verlo molesta.

–Porque...estabas besándolo.– dijo O'Ward.

–¿Y qué tiene? Hasta donde yo me quedé no somos nada, ni lo seremos, porque la relación seria una mierda.– dije cruzando mis brazos.

–No me chingues.– dijo el regio.

–No, si te chingo, no tienes derecho a hacer eso y la verdad estoy harta de hacer las cosas como tú quieres y cuando tú quieres, siempre te digo "ok, no te preocupes" pero por primera vez deberías preocuparte. No se cómo le hagas con tus quedes y la mamada, pero yo, yo no doy exclusividad a nadie a menos de que sea claro en qué quiere que estemos en una relación.– dije enojada.

–Liaaaa, con quién ha- – Mari llegó y envolvió su brazo en mis hombros con una sonrisa.– hola Patricio.–

–María...por supuesto.– dijo Pato negando con una sonrisa, no se llevaban bien.– Ella te metió esta mierda en el cerebro.

–Yo no le dije que nada, de qué hablas pendejete?– preguntó Mari confundida.

Me había quedado callada, de verdad pensaba que era una mierda? Es decir, eran mis sentimientos...mis sentimientos son una mierda? Mi mente empezó a ir a mil por hora, de la nada mi cuerpo empezó a pesar más, necesitaba irme, estaba teniendo una recaída.

–No seas pendejo y cállate que la niña esta entrando en crisis.– dijo Mari negando mientras me envolvía con sus brazos y me sacaba del antro.

Pato iba abriendo el espacio para que pasáramos, era una pendejada, todo esto, COMO VERGAS ESTOY TENIENDO UNA RECAÍDA POR UNA ESTUPIDEZ COMO ESTA?!
En algún momento llegamos a mi casa, al parecer decidieron hacer las pases por el momento ya que Pato me cargo y me subió hasta el departamento y después se fué. Mari apenas iba subiendo pero en cuanto salí de mi burbuja corrí al baño, cerré la puerta con seguro y me hice bolita en el piso, las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas y yo solo pensaba en que tenía que calmarme, mis manos empezaron a temblar y eso me estresó más. Lo único que corría por mi mente era la palabra no, no, no, no, NO puedo volver a recaer, NO puedo perder a Pato, mis sentimientos NO son una mierda, NO estoy teniendo un ataque otra vez, NO sería una mierda de relación, no estoy respirando, y todo se volvió negro, solo escuchaba voces distantes.

As It Was || Pato O'Ward Donde viven las historias. Descúbrelo ahora