Capítulo 57

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Hobi 1/2

Tengo un presentimiento horrible. Puedo sentir a través del lazo que Hyun no está bien. Mi lobo le llama aullando desesperadamente pero no puedo sentirle a través del lazo y me asusto mucho.

Muchísimo.

- ¿Qué pasa, Hobi? - me pregunta mi mejor amigo.

- Algo le ha pasado... - estoy a punto de sufrir una crisis nerviosa.

- ¿Qué dices? ¡¡¿Qué le ha pasado a mi hermano?!! - me grita Jungkook tan asustado como yo.

- No puedo sentirle a través del lazo - le digo sacando el móvil de mi mochila y llamando a mi alfa.

- ¿Sí? - una mujer contesta al segundo tono. Está llorando.

- ¡Hola! Ese teléfono es de Jeon Junghyun, ¿Dónde está? ¿Se encuentra bien? - hablo a toda velocidad.

- Hobi... cariño, ¿eres tú? - reconozco la voz de mi madre.

- ¿Mamá? ¿Qué haces tú con el teléfono de Hyun? - le pregunto porque no entiendo nada.

- Cielo, acaban de atropellar a este chico delante de nuestra casa... - me dice en un sollozo. - Estamos esperando a que venga la ambulancia.

- Mamá, por favor, no le dejes solo. Ve con él en la ambulancia. Te veo en el hospital - le digo antes de colgar.

- Ha te... ha tenido un accidente - les explico a mis amigos. - Le han atropellado - sollozo angustiado yendo hacia mi moto.

- No loco te dejo conducir en ese estado. Yo te llevo en el coche de Tae - el fuerte brazo de Namjoon me detiene. - Yoongi, tú lleva a Jimin, Jin y Tae. Yo me voy con Jungkook y Hobi.

Vamos todos corriendo hasta los coches. Nam arranca inmediatamente y sale disparado. Tengo una angustia que estrangula mi corazón. Siento una aguda sensación de pérdida en cuanto me doy cuenta de que puede que nunca vuelva ver a mi alfa. Un terrible dolor me asalta, ¿y si no vuelvo a tener la oportunidad de hablar con Hyun? ¿De sentir su cálida mirada y sus enormes manos en mi cuerpo? Lloro desconsolado al pensar que puede que nunca llegue a conocer al chico con el que me he acoplado. Puedo perderle incluso antes de llegar a conocernos. Jungkook, aunque está lidiando con sus propios nervios, me da la mano al verme tan desolado.

El camino se me hace eterno, aunque realmente llegamos en pocos minutos. Antes incluso de que Nam pare el coche, abro la puerta para bajarme. Veo llegar una ambulancia y el aire se atora en mi garganta. Veo a un par de paramédicos abrir la puerta trasera de la ambulancia y veo a mi madre dándole la mano a Junghyun. Parece que está vivo.

Gracias a la Diosa.

Corro hacia él, loco por tocarle y ver cómo está.

- ¡Junghyun! - grito torturado.

En cuanto le bajan de la ambulancia, dos enfermeros intentan impedirme que llegue hasta él, pero mi lobo gruñe, arañándome desde dentro, loco por transformarse y desgarrarle la garganta a todo es que intenté impedirme llegar hasta Hyun. Mi madre, que es médico en este hospital, les hace un gesto y me zafo de mis captores, llegando hasta mi alfa. Hyun alza los párpados, cansado y sonríe al verme allí.

- Si te mueres, Jeon Junghyun, juro por la Diosa Luna que me suicidaré sólo para poder perseguirte a través de todas las vidas - sollozo con los dientes apretados mientras le rozo la mano con cuidado.

Tiene todo el cuerpo magullado, pero parece que la peor parte se la han llevado su brazo y su pierna izquierda. El muy tonto se echa a reír para, seguidamente, gemir de dolor.

- Prefiero que me persigas por el dormitorio - me susurra.

- En serio, Hyun, ¿cómo puedes bromear en un momento como este? Te acaban de atropellar - le grito exasperado.

- Me gusta el rosa - me sonríe el muy idiota, mirándose la camisa blanca que lleva, cubierta de distintas tonalidades rojas y rosas.

Siento mi corazón detenerse dentro de mi pecho cuando veo cerrarse los ojos de mi alfa. Puro terror recorre mi cuerpo hasta que me doy se cuenta de que Hyun sólo se ha desmayado. Los lobos tenemos una genética que nos ayuda a sanar y cicatrizar con rapidez, pero aun sabiéndolo, mi preocupación es enorme. El miedo, crudo y vívido, ha envuelto todo su ser hasta que le he visto pestañear dentro de esa maldita ambulancia. Se que un atropello no tiene porqué ser mortal. Es más, en mi barrio, al ser residencian, los coches no suelen ir a gran velocidad, pero la visión del cuerpo de Hyun cubierto de sangre me ha hecho olvidarme de todo, excepto de que mi compañero está herido y sangrando.

- ¿Hoseok? - levanto la cabeza para ver a mi madre cerniéndose sobre mí y sobre mi alfa. Su rostro es una mezcla de preocupación y confusión.

- Él es mi destinado, mamá.

¿Hay algo más qué decir?

Siento por un momento la mirada fija de mi madre en mí mientras absorbe lo que acabo de decirle. Nunca había imaginado que saldría del armario así, pero incluso ahora, con la sangre de su destinado cubriendo mis manos, no me importa.

- Está bien, Hoseok, vamos a ponerle algunas tiritas a tu... ¿novio? - asiento y ella sonríe levemente indicando a los camilleros que lleven a Hyun adentro.

Le devuelvo la sonrisa, por la naturalidad con la que ella lo acaba de aceptar. Sé que no debería haber esperado otra respuesta de ella. Mi madre sólo quiere una cosa, mi felicidad. Y si yo quiero que le salve la vida a mi... novio, eso es lo que va a hacer.

- ¿Va a ponerse bien, mamá?

Miro por encima de mi hombro para ver a Jungkook detrás de mí, con el ceño fruncido por la preocupación. Nam está justo detrás de él y el resto de nuestros amigos, unos pasos más atrás.

- Creo que sí, pero primero tenemos que ver si tiene algún órgano afectado - me dice mientras se va con los enfermeros y con el amor de mi vida.

Una vez que siento que puedo respirar de nuevo sin sentir que el corazón se me va a salir del pecho, vuelvo a mirar a Kook y nos abrazamos.

- Ma madre es médico. Ella va a curarle - sollozo.

- En cuanto se ponga bien, trasládate con él a casa de Tae. Va a necesitar tus mimos - me sonríe Jungkook.

- ¿A casa de quién? - gruñe Tae, tirando de Jungkook contra su cuerpo.

Me río cuando Kook pone los ojos en blanco. No tengo ninguna duda de que Kookie no se siente intimidado en lo más mínimo por el gruñido del pequeño Tae.

- A nuestra casa - dice mi... cuñado, sólo para que Tae deje de gruñirle.

- Gracias - les digo a ambos.

Todos entramos a la sala de espera para esperar noticias.

Por favor, Lunita, no me lo quites.

Remember Creek 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora