Capítulo 59

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Taehyung

Estoy tomándome una infusión, cómodamente sentado entre las piernas de Kookie, que acaricia con parsimonia mi abultado abdomen, atento a la película que estamos viendo. Ayer salí de cuentas, pero nuestro cachorrito parece que está demasiado a gusto dentro de mí, y aún no quiere salir.

Pero yo estoy deseando tenerte entre mis brazos, pequeñín.

Miro a mi alrededor y veo a mis amigos reunido en el salón de mi casa. Es viernes noche y todos ellos podrían estar en cualquier otro sitio, como en una fiesta o teniendo una cita. Pero aquí están, conmigo. Igual de ansiosos que nosotros por la inminente llegada de este cachorro.

Jin está sentado en el regazo de Nam, escondiendo la cara en su pecho cada vez que alguna escena de la película le da miedo. Son el ejemplo claro de la frase 'Los polos opuestos se atraen'. Namjoon es egocéntrico, mandón y autoritario. Jin es calmado, dialogante y generoso. Juntos son una pareja sobreprotectora con todos nosotros, siempre dispuestos a ayudarnos y darnos un buen consejo cuando lo necesitamos. Los ojos de Nam se iluminan cuando mira a Jin y este se pone colorado cada maldita vez que se da cuenta que su novio le está mirando, embelesado. Han pasado por cosas muy difíciles de asimilar, pero su amor ha podido con todas ellas. Son un claro ejemplo de que, en las relaciones amorosas, nunca hay que darse por vencido.

Bravo, lo habéis conseguido. Y estoy orgulloso.

A su lado, Jimin está sentado con la cabeza de Yoongi apoyada en su regazo. Acaricia las hebras verdes de su cabello de manera cariñosa mientras su novio tiene los ojos medio cerrados y luce una sonrisa de satisfacción en el rostro. No puedo estar más feliz por ellos. Son una pareja extraordinaria. Mi vida estaría incompleta sin ellos. Jimin es simplemente, mi mejor amigo. Mi confidente, mi amigo de aventuras y al primero al que acudo cuando necesito algo, o solamente para contarle cómo me ha ido el día. Y Yoongi es el regalo que viene en el mismo pack. Se hace el duro, pero en el fondo es un gatito al que le encanta recibir mimitos. Me encanta pasar el tiempo con ellos porque son súper divertidos. Están deseosos de que su sobrino llegue al mundo, y mi lobo intuye que van a ser unos padres dedicados y amoroso. Aunque ya me han dicho que primero quieren ensayar con mi pequeño lobezno.

Gracias amigos míos. Os adoro.

Sentados a nuestro lado están mi cuñado y nuestro solecito. Ambos están con los pies en el sofá, y Junghyun rodea los hombros de Hobi con su brazo, mientras uno se toma un café y el otro come chocolates sin parar. Son la pareja más madura de todas, aunque parezca mentira, ahora que ambos llevan el pelo de color rosa. Han sabido plantarle cara a todos sus miedos y prejuicios para dejarse guiar por su corazón. Han decidido quedarse a vivir en Seúl, y todos los demás estamos felices por no tener que despedirnos de ellos. Los padres de los Jeon también han decidido venir a vivir aquí, ahora que sus hijos han encontrado a sus destinados en Corea. Además, mis suegros no quieren vivir tan lejos de su futuro nieto. En nuestra pequeña manada, Hyun y Hobi son el ejemplo a seguir, el amor que sienten el uno por el otro traspasa su piel, inundándolo todo a su alrededor.

En serio, gracias por quedaros.

Acaricio la mano que Kookie tiene en mi barriga y me da un beso en la sien. Nuestra relación es una locurita. Ya no sólo porque empezó de la manera más surrealista sino porque todo entre nosotros es una montaña rusa. Todavía no me puedo creer que vayamos a ser padres. Me asusta mucho pensar en que no vayamos a hacerlo bien, o que la paternidad afecte demasiado a nuestra relación como pareja. Somos demasiado jóvenes e inmaduros. Infantiles incluso, y a veces pienso que no vamos a saber enfrentarnos a lo que se nos avecina. Pero entonces miro a mi manada, esta que está ahora mismo aquí, conmigo, y mi corazón se hincha de orgullo. Me calma saber que voy a tenerles a todos y cada uno de ellos para acompañarme en esta aventura. Suspiro feliz y agradecido.

Dejo la taza en la mesa de entro y siento como Jungkook tira de mi camiseta para que me recueste en su pecho. Es tan tierno. Me dejo abrazar por mi alfa cuando siento un fuerte dolor en el abdomen.

- ¡¡Auuuu!! - me quejo porque de verdad me duele mucho.

- Cariño, ¿estás bien? - me pregunta Kookie, preocupado.

- Creo... creo que ya está en camino - le digo obligándome a sonreír, con ambas manos sujetando mi barriguita.

- ¡Ya habéis oído, todos en marcha! - se levanta Nam como un resorte. - No es un simulacro. Repito, no es un simulacro. - bromea el muy idiota con una sonrisa gigante en los labios.

- ¡Yo voy a por la bolsa! - chilla emocionado mi mejor amigo y sale disparado a mi habitación.

- Vamos, campeón - mi cuñado me ayuda a ponerme en pie y Hobi ya está calzándome las zapatillas.

- Voy a avisar a tu madre y a tu abuela - oigo que dice Jin.

- Voy a ir arrancando el coche - me dice, aún más pálido de lo normal, Yoongi.

En un santiamén los ocho estamos montados en los coches, dirección al hospital. Jungkook está hablando por teléfono con la Doctora Lee, avisándole de que ya vamos de camino. Aunque me están matando de dolor las contracciones, sonrío al verle, pues es el jodido amor de mi vida y estamos a punto de tener al fruto de nuestro loco amor. Le doy una mano y la aprieto con fuerza. Escucho a Jimin parlotear con mi madre que va en un taxi con mi abuela.

- Sí, tranquila, va muy bien. Nuestro Tae lo está haciendo genial.

Gruño bajito porque los dolores van en aumento.

- Respira cariño, llegamos en seguida. La doctora ya nos está esperando - me susurra Kookie.

En cuanto llegamos, mi alfa me ayuda a bajarme del coche. No me he dado cuenta, pero tengo las mejillas empapadas por las lágrimas que me están provocando los dolores, hasta que Jungkook me las seca con los pulgares. Luce muy angustiado. Rápidamente dos enfermeros aparecen y me ayudan a tumbarme en una camilla y me llevan dentro, donde la Doctora Lee me da la bienvenida con una enorme sonrisa en la cara.

- Hola chicos. Llegó el día. ¿Estáis preparados? - nos pregunta con los pulgares hacia arriba.

- ¡¡NO!! - exclamamos al mismo tiempo Kookie y yo.

Nuestros amigos, que han entrado justo detrás de nosotros se ríen con ganas.

- ¡Venga cachorros! Lo vais a hacer genial. Os esperamos aquí - nos dice Nam, con ese aire de suficiencia que siempre acompaña a sus palabras. - Nosotros siempre estaremos aquí para echaros una mano. Así que traerme ese cachorro. Los quiero sanos y salvos a los dos, Jungkook - le advierte a mi novio. - ¡Suerte TaeTae!

- Despediros de vuestra manada, chicos... - no pide la doctora haciendo señas a los camilleros para que lleven hacia el ascensor.

- ¡Espere! - grita Jimin antes de correr hasta mí y abrazarme muy muy fuerte. - TaeTae... - solloza. - No nos vamos a mover de aquí - me promete. - Doctora, por favor, cuide mucho de él, es mi mejor amigo - le suplica con ojos llorosos a la Doctora Lee.

- Te quiero Jimin - ahogo el llanto, agradecido por tener al mejor amigo del mundo entero.

- Tranquilo cariño - mi madre le abraza por los hombros para quitármelo de encima. - La doctora va a cuidar muy bien de Tae y de su cachorro - mi madre me acaricia la mejilla.

La última imagen que veo antes de que la puerta del ascensor se cierre es la de mi familia. La sanguínea, mi madre y mi abuela, a las que Jin rodea amorosamente entre sus brazos, que me están mirando con los ojos cristalizados. Y también puedo ver a la familia elegida con el corazón. Mis amigos.

Mi manada.

Todos se despiden de mí agitando sus manos, con un infinito amor brillando en sus ojos. Por encima de cualquier otro sentimiento, me siento querido, arropado y respaldado.

Sí, nunca más voy a estar solo en esta vida. Ni mi cachorro tampoco.

- Taehyung, estoy deseando conocer a nuestro cachorro - me acaricia la mejilla Jungkook con cariño. - ¡Que empiece la aventura! ¿Vamos?

Te seguiré hasta el fin del mundo, mi amor.


***FIN***

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