Remember Creek 🔞

Capítulo 14

- ¡Hyung, no sé cómo hacerlo! - protesta Jimin por enésima vez. - ¿Cómo puedo dominar a mi lobo?

Estamos en la azotea de la escuela, con nuestras prácticas, antes de la hora de comer.

- Jiminssi, deberías convertirte en beta. Dado que no puedes controlar a tu lobo, lo mejor es que abandones - le digo esto sabiendo que es imposible. Él jamás podrá dejar de ser un omega.

- ¿Qué te piensas, que no me gustaría a mí volver a ser un humano normal? - me dice haciendo aspavientos.

Suspiro cansado. Sé que está siendo agotador para Jimin, pero de verdad que necesita empezar a controlar a su animal o acabarán atacándole. He pensado en darle supresores, pero adormecerían sus feromonas de manera antinatural y él necesita aprender a controlarlas por él mismo.

- Vamos a ver Jimin, ¿tú eres consciente de lo que provocas en los demás?

- La verdad es que antes todos parecían querer violarme y ahora... ya no tanto.

- Bueno, eso tiene una explicación. Yoongi.

- ¿Yoongi? ¿No se acercan a mí porque le tienen miedo a Yoongi? - me dice sorprendido.

- No, no es por eso. Los alfas del tipo semilla de fuerza pueden utilizar una técnica que se llama invisibilizar - veo en su cara que no tiene ni idea de lo que le estoy hablando. - Cuando a un semilla de fuerza le gusta un omega, lo
cubre con una feromona especial para que los otros machos no puedan distinguirlo y así no tenga relaciones sexuales con ningún otro.

- ¿En serio? ¡Lo voy a matar! ¡Eso es jugar sucio! - grita enfadado.

- Esa es la razón por la que los semilla de fuerza son tan admirados, cachorro - le explico.

- No lo sabía... - dice enfurruñado.

- Jiminssi, él te quiere. ¿Sabías que tu lobo despertó cundo Yoongi cayó sobre ti en el partido de baloncesto? Vuestros lobos se reconocieron al instante. Él es tu pareja destinada - le digo con cariño. - Dime, ¿por qué no os habéis acostado aún? - le pregunto confundido pues llevan unos cuantos días juntos y parecen llevarse mejor. Sé que las ganas de follar los deben de estar matando.

- ¡Hay muchas razones! ¡Ya déjame en paz con ese tema! - explota.

- Vale, vale. No te enfades - le digo levantando las manos a modo de rendición. - Para poder dominar tus feromonas, necesitas ver el peligro. Ya te dije que todo es cuestión de instinto. Así que pídele a Yoongi que deje de volverte invisible para otros alfas.

- Ok Nam, se lo diré.

- Es todo por hoy. ¡Vámonos!

Cuando estamos cerca de la puerta, esta se abre de pronto, golpeando a Jimin y derribándolo.

- ¡Oh! Lo siento mucho - se disculpa el presidente con Jimin apareciendo tras la puerta y ofreciéndole una mano para ayudarle a levantarse.

Cuando Jimin le da su mano, puedo ver como el presidente se queda mirando la pulsera y el anillo, con mis iniciales, que lleva mi alumno.

- Esta pulsera y este anillo... - el presidente deja las palabras suspendidas en el aire.

- Tú eres... - Jimin habla a la vez que él.

- ¿Está Kim Namjoon aquí? - pregunta el presidente de manera seria.

- Presidente - me asomo detrás de la puerta y nos miramos a los ojos. Puedo sentir que está molesto.

Qué quieres ahora.

- Te estaba buscando para ir a comer.

Siempre la misma historia.

- Puedes comer sin mí - le digo harto.

- Comeremos juntos. ¡Ahora! - me exige.

- ¡Adiós Jiminssi! Tengo cosas que hacer, cachorro, pero mañana haremos eso en mi casa.

- Claro hyung. Hasta mañana- observo divertido a Jimin que mira sorprendido al presidente. Veo claramente en su cara la estupefacción porque estoy hablando con un hombre al que no le obligo ponerse lazos en el pelo.

Sigo al presidente al interior del edificio y hace un frío terrible. Me abrazo a mí mismo y me froto los brazos enérgicamente intentando calentarme.

- ¡Joder que frío! Adelántate a la cafetería, voy a por algo de ropa a mi taquilla - le digo al presidente.

- Te acompaño - me dice tranquilo.

¡Qué pesado eres, coño!

- No quiero pasearme por el instituto con un tío - le recuerdo.

- Pero es normal que un 'amigo' acompañe a otro... - me recuerda él a mí.

- Está bien. ¡Maldita sea! - acabó dándome por vencido.

Una vez llegamos a mi taquilla, me pongo la sudadera del chándal y me coloco los pantalones por el cuello, a modo de bufanda.

- ¿No te parece exagerado? Ni que fueras un animal de sangre fría... - me dice el presidente.

Me giro para poder verle bien. Está apoyado en las taquillas, con los brazos cruzados sobre el pecho y me observa curioso. A veces saca unas conclusiones que me dejan perplejo. Parece como si pudiera percibir cosas sobre los lobos. Pero sé que eso es imposible ya que me informé sobre él antes de elegirlo como amigo. Es un beta.

- Eres perspicaz, ¿lo sabías? - le digo sincero.

Cuando estoy terminando de guardar las cosas en mi taquilla, un alumno de segundo curso se acerca a mí.

- Kim Namjoon, ¿podría hablar con usted, hyung? - me pide con una leve reverencia.

Lo miro por encima del hombro y cierro la puerta de mi taquilla de un portazo, lo que provoca un gran ruido.

- Presidente, vámonos - comiendo a andar sin mirar al otro tío, como si no existiera.

- Pero... ¿y el chico? - el presidente tartamudea nerviosos por cómo he reaccionado. - Parecía que tenía algo importante que decirte.

- No pienso hablar con ningún hombre. ¡Qué asco! - hago gestos como de vomitar.

- Eso es enfermizo... - me juzga. - Además, hace un momento estabas hablando con ese chico de primero... el de los lazos en el pelo... - me reprocha.

- ¡Ah! ¿Te refieres a Jiminssi? - sonrío y sigo caminando hacia a la cafetería. - Él es especial.

Él es la pareja destinada de mi hermano.

__________

Jin

- Él es especial - dice sonriendo al referirse al chico de los lacitos.

Me quedo parado en el pasillo mientras siento que mi corazón se estruja. Aprieto los puños por la rabia y la envidia. Recuerdo la pulsera y el anillo que el chico llevaba. Son de Namjoon. Los celos me matan. Namjoon no se da cuenta porque se ha parado en la ventana.

- ¡Mierda, está lloviendo! Hoy tengo que trabajar... - se lamenta.

Yo intento calmarme para que no se dé cuenta de nada. No puedo permitir que sepa lo que siento por él.

- Joder, saldré tarde y hará un frío de mil demonios - sigue quejándose.

Si supiera que estoy enamorado de él, no siquiera me permitiría ser su amigo. Y yo quiero seguir estando junto a él.

Yo te necesito.