Capítulo 40

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Jimin

Estoy en mi aula, terminando la tarea de la próxima clase, cuando recibo un mensaje. Sonrío como un idiota al ver que es de mi gatito.


Jimin, Tae se ha desmayado y se lo llevan al Hospital. Jin va con él en la ambulancia. Avisa a Jungkook y venid los dos al aparcamiento. Os esperamos en el coche.


Mi corazón sufre un vuelco. Intento teclear, pero estoy tan nervioso que no puedo.

- ¡Kookie! - Le grito a mi amigo.

- ¿Qué pasa, Jiminssi?

- Vámonos. Tae... - se va a poner histérico, así que tiro de él fuera del aula - Tae se ha desmayado. Va en una ambulancia hacia el hospital con Jin. Yoongi nos espera en el coche.

Sin decir una sola palabra, sale disparado y yo le intento seguir, pero me es imposible alcanzarle. Llegamos en seguida al aparcamiento donde podemos distinguir a Nam y Yoongi.

- ¡¿Qué ha pasado?! - grita antes de llegar hasta ellos.

- Se ha desmayado. Acaban de llevárselo al hospital - Yoongi intenta mantener la calma por todos. - Amor, avisa a su madre, por favor.

Nos montamos en el coche y Yoongi arranca rápidamente. Llamo a la mamá de Tae que se pone histérica. Cuelgo y la tensión en el coche es insoportable. Todos permanecemos en silencio hasta que Nam nos explica lo que ha pasado. Kookie y yo vamos detrás. Puedo ver su ceño fruncido y sus puños sobre sus rodillas.

- Ha sido culpa mía, Jeon - mi cuñado está completamente destruido.

Por un momento creo que Jungkook se va a abalanzar contra él, pero no lo hace. Tiene la mirada fija en el horizonte y finalmente, se rompe. Su llanto inunda el pequeño habitáculo en el que viajamos. Mi mente se llena de malos pensamientos. ¿Y si mi amigo pierde a su cachorro? ¿Y si es él quien muere? Empiezo a hiperventilar mientras lloro, pensado en cómo voy a poder sobrevivir si pierdo a mi alma gemela.

- Aún no sabemos cómo está. Por favor, no os adelantéis a los acontecimientos - Yoongi, intenta tranquilizarnos, pero su voz le falla al final.

Llegamos al hospital y vamos deprisa a la sala de espera, donde encontramos a un Jin completamente abatido.

- ¿Has sabido algo? - le pregunta Jungkook nada más verle.

Nuestro amigo niega. Sus ojos están rojos, siendo un reflejo del estado en el que nos encontramos todos. Se levanta y abraza a Namjoon, quien de derrumba en sus brazos, cayendo ambos al suelo. Nunca me hubiera podido imaginar a mi cuñado así de perdido. Pierdo cualquier resquicio de rabia contra él porque verle así me está partiendo el corazón.

Jungkook se agacha y le ayuda a ponerse en pie. Namjoon no es capaz de mirarle a la cara. Los otros tres, esperamos ansiosos la reacción del más joven, temiendo que vaya a golpearle. Nuestros lobos, en cambio, entenderían que lo hiciese.

- Ni se te ocurra venirte abajo, Kim. Tengo que darte una paliza y para ello te necesito de una pieza - le dice Jungkook antes de darle un abrazo.

Lloro al ver a mi amigo ser la mejor persona del mundo. Me pongo en su piel y me imagino el esfuerzo sobrehumano que está haciendo para no matar a Namjoon. Pero su cariño por él es más fuerte que su odio momentáneo. Y es que, en muy poco tiempo, hemos desarrollado un amor increíble entre todos nosotros.

Familia.

La mamá y la abuela de TaeTae llegan en seguida. Les contamos lo ocurrido, pero Jungkook evita mencionar lo de la discusión entre Tae y Namjoon, protegiendo al tonto de mi cuñado.

Esperamos durante más de dos horas. Estoy sentado en el regazo de Yoongi, que me acaricia la espalda constantemente. Nam, que no ha dejado de llorar en ningún momento, tiene la cabeza apoyada en el hombro de Jin. Jungkook está abrazado a la mamá de Tae, quien le acaricia el pelo intentando que el pobre chico no se muera por los nervios.

Vemos aparecer a una doctora, que viene directamente hacia nosotros. Jungkook se levanta y corre hacia ella.

- Doctora Lee, ¿Cómo está Tae? - pregunta ansioso.

- Está bien. Ha sido un ataque de ansiedad. Le hemos hecho unas cuantas pruebas, y con un poco de descanso, se recuperará. Eso sí, necesita tranquilidad. Nada de volver a estresarse. No deja de ser un alfa, y sus embarazos siempre son más complicados.

- Y el cachorro... - pregunta Jungkook con miedo de la respuesta.

- Tranquilo, tu hijo está perfectamente - sonríe la doctora, pues acaba de desvelarnos el sexo del bebé. - Tae me ha dicho que te gustaría saberlo.

La sonrisa más increíble que haya visto nunca se dibuja en el rostro de nuestro amigo. Se gira para abrazar a la abuela y a la madre de Tae, que lloran de alegría al saber que todo está bien. Después nos mira a sus amigos y sus preciosos ojos brillan de una manera espectacular. Me lanzo a su cuello para abrazarle mientras los demás se unen a mí.

- Un niño... - susurra contra mi hombro.

- Felicidades, papá - escucho a Yoongi detrás de mí.

- ¿Podemos pasar a verle? - oímos cómo pregunta la madre de Tae.

- Hoy necesita estar tranquilo, así que lo mejor es que entren usted y su yerno - dice la doctora.

Los demás no podemos evitar poner un puchero enorme. Estoy deseando abrazar a mi mejor amigo y me imagino que los demás tiene que sentiré igual de decepcionados. Siento a Yoongi besar mi sien mientras me abraza.

- Mañana podrás darle un abrazo de oso gigante - me dice adivinando mis pensamientos. - Hoy dejemos que descanse.

- Kookie, dale un beso de nuestra parte, por favor. Dile que nos alegramos infinitamente de que estén bien y que estamos felices de tener un sobrinito - le pido a Jungkook, que me devuelve una sonrisa con un asentimiento.

Nos despedimos de Jungkook y su madre, quien nos pide que por favor esperemos hasta que ella salga de ver a su hijo, haciéndole compañía a la abuela Jeon. Le digo que puede irse tranquila.

A la media hora, la Sra. Jeon sale con una sonrisa enorme en la cara. Trae una ecografía que nos enseña con orgullo. Acompañamos a las dos mujeres hasta su coche y después nos vamos hasta el nuestro. Una vez dentro, Yoongi rompe el silencio.

- Nam. Ya está. Gracias a la luna, no ha pasado nada y los dos están bien - intenta animar a su hermano, que parece un muerto viviente.

- Sí, estoy feliz de que los dos se encuentren bien - dice de manera plana y sin fuerza.

Ninguno vuelve a decir anda. Al llegar a casa, Jin y Nam se van derecho al cuarto de este último.

- Dejemos que Jin sane de nuevo a mi tonto hermano - me dice Yoongi arrastrándome hasta su alcoba. - Y deja que yo te mime, omega - me susurra al oído antes de cerrar la puerta para seguidamente acunar mis mejillas y darme un beso que barre todos los nervios, el miedo y la pena que he sentido durante todo el día.

Remember Creek 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora