Adriana

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Tomé el tazón con fruta, colocándolo entre mis piernas y le di play a la película.

Justo hoy se cumplían dos semanas del accidente y la verdad, yo me sentía excelente. El doctor había dicho que la herida ya había cerrado, sólo era cuestión de que cicatrizara.

Y en cuestión de reposo, había dicho que ya podía volver hacer algunas cosas con normalidad, pero actividades que impliquen como saltar o correr, mejor las evitara.

No miento, fueron algo pesadas/aburridas. Pues todo este tiempo estuve en cama y a los únicos lugares a donde caminaba, era de la cama al baño. Nada más. 

A cerca de él, sólo he sabido poco. Y eso a veces porque alguno de los muchachos se les ha salido decir que a veces viene con los chapitos o sus hermanas, incluso don Joaquín. Ellos han entrado a verme pero él no, no desde ese día.


FLASHBACK

— ¿Ovidio?. — preguntó Serafín frunciendo su ceño.

— Yo... — empezó a tartamudear — Vine con Marietta.

— Pero ya se va. — dije.

— No. — volteó a verme.

— ¡Vete de aquí!. Ya habías dejado claro que ella no te importaba. 

¡Ouch!.

— Sólo quiero hablar con ella, Serafín. — dijo con cierto toque de cansancio.

— Luego. Por favor, Ovidio. 

— Ya ves. Vete. — alzó su pie quitándose la pantufla y lo empezó amenazar — ¡Sáquese de aquí!.

— Marietta. — me vio pidiendo ayuda.

Negué. — No es el momento. Tal vez luego.

Me dio una última mirada y sólo asintió. Sin decir nada salió de la habitación, dejándonos solos nuevamente a Serafín y a mí.

— Ay, no. Gente tan terca. — dijo negando — ¿Quieres?... Son de pastor y tripitas. — levantó una bolsa con sus tacos adentro.

FIN DEL FLASHBACK


Así las cosas, gente.

Estaba tan tranquila viendo la televisión, cuando la puerta de mi habitación se abrió y de esta entró alguien tan predecible. 

Ajá... Ya no necesitaba presentación.

— ¿Qué pasó?. — le pregunté cuando se me quedó viendo.

Era Serafín con un vaso de sopa maruchan, takis encima y una coca de 600 en la otra mano.

— Nada. Es que Isma está viendo kilos mortales en la televisión de abajo. Y me incomodó por las cosas que decían que no eran saludables, y mejor me vine para acá contigo... ¿Qué estás viendo?.

Reí. — Sherk 2. Un clásico. 

— Bueno, entonces hazme un campito. 

Ni siquiera me dejó moverme, cuando él me empujó con su cuerpo sin soltar su sopa y coca.

...

Íbamos a mitad de película, la verdad la estábamos pasando bien. 

Serafín parecía saberse todos... TODOS los diálogos de la película entonces, hubo una que otra vez que tuve que taparle la boca para que se callara.

Unos golpes suaves provinieron de la puerta. Sabía que era Midiam sonará raro, pero hoy me tocaba bañarme.

— Pasa. — grité no muy fuerte.

Marietta - OGLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora