Marietta - OGL

Mi compadre

— Ves que no solo es Midiam. — dijo Serafín a Ismael, una vez que nos sentamos en la mesa — Yo ya tengo el puesto de hermano favorito. Y la queso.

— Pues por lo que veo te la trajiste casi arrastrando, ahora dudo mucho que lo seas. — dijo Vicente con las manos en la cintura. 

— No estás soportando, 'eda. 

Serafín retiró la silla que estaba enfrente de mí y supuse que había sido caballeroso y me había ofrecido el asiento, pero no. Cuando estaba a punto de sentarme, se sentó él mientras seguía discutiendo con Vicente.

Ismael fue quien al darse cuenta, rodó los ojos y se paró haciendo el mismo acto que Serafín, solo que él si me dejo sentar. Le respondí con un casi inaudible "gracias". 

A los pocos minutos una señora llegó con el plato mío y de Serafín. Al parecer no eran broma que había pedido mi plato, igual al de él.

— Y, bien. No me has dicho cómo te cayó la familia. — me preguntó Ismael. 

— Son quienes estuvieron el otro día en la cena, ¿Verdad?. — escuché que Vicente respondió con un sí — Bien, supongo. Es que es raro. 

— Pronto te acostumbrarás. 

— No pensé que fueran una familia grande. — confesé.

— Mmm. — dijo Vicente burlesco — Y esperate a que conozcas a la familia, que no es familia, pero lo es. 

— O sea, si es familia, pero por compadrazgo. — lo miré aún más confundida — Falta que conozcas a mi compadre Joaquín y su familia. 

— Que por cierto, también es tu padrino, eh. — Dijo Vicente interrumpiéndolo.

— Así es. Eso los convierte en parte de la familia, a eso me refiero.

Asentí.

Siento que me falta mucho por conocer

Narrador omnisciente

— ¡Ponte buzo!. — exclamó Vicente tomando comida del plato de su hermano.

— Eyy, no. Pida los suyos. — le reclamó — Yo nomás le ofrecí a la Tita. Y eso por que es nueva.

— ¿Enseriooo...?. — lo retó con burla — No creoo. — tomó otro pedazo de nugget mordiéndolo para después dejar el pedazo restante de nuevo en el plato. 

— 'Iraaa, ya me dejaste al dinosaurio mocho. —

Ismael estaba a punto de regañar a sus dos hijos varones, pero en el comedor se escuchó una dulce risita que llamó la atención de los presentes. 

Marietta miraba con diversión a sus hermanos.

Todos en la mesa se sorprendieron al verla reír, menos Serafín quien estaba muy entretenido cortando el pedazo que Vicente había mordido. Pero en especial, Ismael fue quién más disfrutó ese acto, pues desde que había llegado solo permanecía seria. 

Le agradaba que su pequeña Marietta se empezara a llevar bien con sus hermanos, aunque con él fuera algo seca. Se conformaba con decir, que ya era mucho tenerla de nuevo a su lado.

— ¿De que te ríes?. — le preguntó indignado — ¿Te gustaría que le cortaran la cabeza a tu dino-nugget?.

Dicho esto cortó un pedazo de comida de la adolescente, pero al tratar de llevárselo a la boca, ella fue más rápida quitándoselo con el tenedor.

— 'Iraa. Hambreadota. — dijo con burla — Ya no te voy a dar dino-nuggets.

— Ya aplácate, prieto. Deja de jugar con la comida. — habló su padre. 

— ¿Yo?. — nuevamente se mostró exageradamente indignado moviendo sus manos. 

— Ya deja que coma, Sera. Tiene que hacerlo. — dijo su hermano. 

— Hablando de eso. Realmente me preocupa tu salud. — le dijo Ismael a su hija llamando su atención — En los análisis salió que tenías las defensas bajas. No quiero que te enfermes. Tienes que alimentarte bien.

Ella asintió lentamente, pronunciando un débil "sí".

...

Pasaron los días y parecía que Vicente había tenido razón. Marietta empezaba a tomar más confianza con algunos de sus hermanos, aunque con Ismael, su padre, no tanto. 

Pero por otra parte se sentía triste al estar incomunicada con su hermano Antonio.

Eso sí. A pesar de un no poder entablar una conversación o relación con su padre, aún tenía en mente ganarse su confianza para seguir su plan. Sólo era cuestión de tiempo, aunque había veces en las que se desesperaba por saber la verdad.

Si realmente le importa a la familia Zambada, ¿Qué podría salir mal?. O... Quizás todo iba a ser en vano.

Ella no lo sabía.

Hasta aquí mi reporte, Joaquín!