Tiempo De...

Capítulo 4

Debía salir de aquí, aquello era un hecho. Debía romper mi unión con el para no ser encontrada. Debía correr, huir. De él, estoy segura que él es el problema. El y sus manipulaciones, el y sus ruegos silenciosos para que no me aparte.

Me coloqué unos pantalón y camiseta y caminé con rumbo al sótano, al menos eso intenté. Apenas bajaba las escaleras la voz melodiosa de una mujer llegó a mi.

Pronunciaba el nombre de SeokJin y aquello me molestó. Me acerqué a estos, había una pareja con bastante parecida a SeokJin, y la chica. Era un vampiresa hermosa, pelinegra, alta. Sus ojos rojos resaltaban su blanquecina piel y mis celos al verla abrazarlo me hicieron perder la fuerza.

La desdeñes con la que me escudriñaron fue palpable, en la sala junto a estos solo estaba Namjoon y me obligué a no levantar la mirada para que no supiera lo que tengo pensado hacer. El lo sabe todo.

-Tu debes ser la bruja- la mujer habló con cara asqueada y aquello me dolió. Lluvia me había enseñado que la magia era buena. Que no debía sentirme menos por ella, al contrario.

-Pensé que era más bonita. Es decir, rompiste el compromiso con Augusta por ella. Al menos su belleza debió tentar- maldito nombre horrible, por eso rompió el compromiso, por su nombre horrible. -También tienen esta casa llena de mestizos, humanos y... brujas.

-¿Qué hace aquí?- Namjoon fue quien preguntó, SeokJin no había abierto la boca ni siquiera para defenderme y aquello me dolió más que las mirada despectiva que me daban.

-Y es blanca- la pelinegra hizo un gesto vomitivo -Están destinadas a la locura- dijo burlesca, -Por eso las exterminaron. Casi- dijo con desdén palpable.

-Marie- Lluvia había aparecido en mi campo de visión y me regañé por dejar que una fina lágrima se escapara de mí. Me dolían sus palabras, pero me dolía más que SeokJin ni siquiera me mirara.

-Queremos que retires la ayuda a los mestizos, y rompan las uniones con las brujas. Son mezquinas y traicioneras. Las familias antiguas están de nuestro lado.

-Las familias y ustedes no mandan en mi casa. Largo- aquello lo hizo reír

SeokJin no suele ser tan permisivo y aquella pelinegra lo manoseaba a su antojo. Aquello me molestó, mucho.

-Marie, ve con Lluvia.

-No, ¿porqué debería?

-¡Malditas, no entienden su lugar!.- mis puños se cerraron con fuerza por la rabia.

-Hoseok, llévalas arriba- aquel había aparecido por el escándalo y nos llevó a ambas con él hasta su cuarto.

Pero al momento que el ruido de cosas cayendo se hizo escuchar este desapareció del lugar.

Lluvia no logró retenerme cuando corrí en nueva cuenta hasta las escaleras encontrando a SeokJin con la pelinegra sentada en las piernas mientras que Namjoon y Hoseok se enfrentaban a los otros dos.

Recordé las jeringas que suelen tener el y Jess en su cuarto y cuando a Lluvia le preocupó más la seguridad de su pareja que mantenerme lejos de aquello, volví mis pasos hasta hacerme con ellas.

Antes de que reaccionaran al hecho de que volví a aquel lugar ya tenía aquella aguja en el pecho de la pelinegra y lo vacié en su interior sin ningún tipo de remordimientos. -¡Marie!- el grito desesperado de Lluvia me hizo girar.

La mujer cual era la madre de mi pareja me había golpeado y arrebatado una de las agujas, e intentó clavarla en mi rostro.

Hoseok acabó por lanzarla lejos de mí, mi cuerpo estaba débil y dolorido por la falta de alimento, pero SeokJin continuaba sin moverse.

-Seokjin- llamé pero no me miró

-Vamos a sanarte Marie- Lluvia había tomado mi cuerpo y llevado lejos mientras la voz de Namjoon retumbaba por todo el lugar, los corría y exigía que no regresaran, antes de ser llevada lejos escuché sus amenazas y gritos.

-Hey- las manos de Lluvia estaban a cada lado de mi cara haciéndome mirarla. Entonces mis ojos se abrieron como platos.

Estaba desorientada, no sabía que tanto era real, que tanto no. Estaba sobre mi cama, tapada bajo las sábanas, sola.

Habían personas hablando fuera, en el primer piso, lograba escucharlos.

-Lo mejor es...

-¿Internarla? ¿Hay psiquiátricos para los Vampíros?

-Hablan mierda sobre traerla o llevarla. Ninguno decide sobre esto- la voz de SeokJin se sobre puso por sobre las demás. -Es Mi pareja, no iremos de aquí y eso no está en discusión, apártate Hoseok porque juro que te causaré tanto dolor que desearás morir.

-SeokJin, para ya. Necesitas ayuda, si pasa como hace dos años- ¿qué pasó hace dos años? No logro recordar nada de eso por más que lo intento.

-Su problema vino por la convivencia con ustedes, estábamos bien solos y así continuaremos.

-Eso lo decidirá ella.

-Lo dice quien vio a su pareja largarse y no hizo nada para evitarlo.

-Lluvia fue con Jungkook, ambos encontrarán algo en los libros de las brujas blancas. Los padres de Jungkook se los cedieron.

-No la someteré a otro hechizo.

-SeokJin, aquello que hicimos es lo único que la mantiene cuerda.- mis oídos comenzaron a zumbar.

Me vi en el suelo tirada, ensangrentada y débil. -Huye- me dije -Rompe la conexión, ve abajo y rompe la conexión. Corre, ellos ya vienen. Vienen por mí, por tí. Por todos.

-¿Quien? ¿Acaso no somos la misma?

-¿No lo sabes? ¿Aún no puedes verme?

Dejé de verla y escucharla luego de eso, me iría. Sin mirar atrás.

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