-Deberíamos buscar un pueblo o una casa. Personas para alimentarnos.-No creo que estemos en Korea- negué ante lo dicho.
-No es posible que Marie haya corrido tan lejos, estamos hablando...
-Piénsalo, Korea no es nada parecido este lugar. Tampoco algún país cercano. El clima, la vegetación.
-Madai- la voz de Marie nos hizo detener la discusión que teníamos. Aún estaba débil pero sus heridas habían comenzado a cerrar. Detuvimos el andar y la dejamos contra el suelo, parecía sedienta, las tres lo estábamos de hecho.
-Vamos por ella, seguimos el camino.
-Ella me ayudó a cruzar a este continente.- dijo tomando su tiempo -Pero en algún punto dejé de escucharla y la ráfaga de viento que creó para traerme desapareció. No la escuché más, creo que fue hace dos días.
-Debe estar débil- aquello salió de mis labios sin permiso, acabé arrepintiéndome al instante al ver el rostro de Marie contraerse.
-Está muriendo- chilló -Debemos encontrarla pronto.
-Debemos alimentarnos para...- negó interrumpiéndome.
-No hay tiempo para eso.- miró directamente en mi dirección -Debemos salir de aquí, debes volver allá y tomar su fuerza. De Namjoon, de todo el que encuentres- no pestañeaba así que entendí que no era ella quién hablaba. -Yo te guiaré para que lleguen a mí, debemos liberar a las demás.- los ojos de Marie fueron cerrados y los abrió en nueva cuenta.
-Las ninfas no hacen eso- Jessica estaba pasmada.
-Una cualquiera no, pero Madai es de la realeza, es una princesa, puede que haya obtenido el reinado.
-Eso solo es posible si el heredero mata a su padre o lo supera en fuerza.
-Ella nos dirá cual.- asintió -Debemos salir de estas tierras para poder movernos.
En algún punto del camino logré ver lo que Jessica sentía, era una especie de arrepentimiento, enojo, tristeza y añoranza. Nos creía, al fin alguien nos creía. También entendí que si podía usar ese poder también el que había tomado de mi amiga.
-Ya es tiempo- dije y ambas entendieron, ya solo quedaba sangre seca en el rostro de Marie.
-Lluvia- la de pelo negro se acercó -Honn... Hoseok es más fuerte de lo que parece. Si está cerca tuyo...
-Lo se, voy a evitarlo a toda costa- asintió -Volveré por ambas, iremos por ella.
Cerré los ojos siendo lo último que vi el rostro angustiado de Marie antes de aparecer nuevamente en la mansión.
Mis ojos buscaron a cualquiera dentro de la casa, se supone que debía tomar la energía de ellos. No su poder, aún así el poder de estos podía servirnos, al menos la fuerza y la destreza de las hadas que posee Hoseok.
Escuché la voz de Jungkook, y detuve mis pasos apenas estuve frente a él, Jenny caminaba tras él. -Lluvia- estaba estupefacta, más aún porque aparecí frente a su pareja colocando mis manos en su cabeza para luego desaparecer hasta la presencia mágica que sentía en la casa.
Aparecí en el cuarto de Hana y Taehyung, su vientre abultado era acariciado por su pareja y apenas me notó esta trató de acercarse. No se porqué mi poder me trajo aquí y no debía ser así, ellos no tienen poder mágico más que su eternidad, y no dudo que su bebé tampoco.
Cuando mis pasos dieron a mi cuarto de pie frente a mi estaba él, ese hombre que tanto amo pero quién se convirtió en mi cárcel estos últimos días. Notó mis intenciones de aparecer frente a él y me sostuvo devuelta. Escuchaba cada pensamiento que tenía y fingí perder las fuerzas antes de lograr que mis manos tomaran su cien y drenaran su energía hasta dejarlo débil en el suelo.
Una lágrima salió de mí sabiéndome hacer aquello, provocarle aquello, aún así era para traer su hija devuelta. Su felicidad, su vida.
Apenas salía de la habitación la mano de Hoseok había tomado mi cuello y apretado, lo hice mirar mis ojos y doblegarse sudoroso en el suelo, fue fácil desde esa posición tomar parte de la suya pero un golpe no me dejó continuar.
SeokJin estaba frente a mi con ojos rojos, más aquello no me hizo detener, no se como acabé tirándolo para escapar. Cerré los ojos apenas me lanzaba del tercer piso de la mansión y apenas lo abrí me encontraba sobre el suelo de la cocina, tomé dos bolsas con sangre y me alejé de la mansión.
El sol brillante no me permitía abrir los ojos, al menos así fue por unos segundos.
-Debiste traer...- sus palabras quedaron cortadas cuando les tendí las dos bolsas con sangre.
-¿Madai se ha comunicado?- negaron mientras bebían, apenas me puse de pie un leve mareo vino a mí, vi las ruinas de un castillo y un sendero bajo el mar. Unas cavernas con aire que les permitían caminar y respirar.
Criaturas con alas bajar, cadenas ensangrentadas, gritos y chillidos. -Iré yo- ambas negaron
-Iremos contigo. No está en discusión- Jessica estaba cada vez más convencida. -Dime como y las llevaré yo.
-No tienes las energías, aún no siento tu poder.- las hice tomarme de las manos y aparecimos frente al mar, había un pequeño camino hecho con la marea, ese que noté como inicio para bajar allá.
-Los poderes no funcionan- asentí pese a que no fue pregunta.
-Quiere decir que hay que sacarla por nuestra mano y luego...
-Luego correr.
No se con certeza que nos depara esto, pero si de algo estoy segura es que padre me enseñó a creer en mi instinto. Y este me dice que hago lo correcto.
Que la magia nos ayude.
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Tiempo De...
FanfictionOctavo Libro de la Saga Paranormal Primer Libro: Gritó Lobo Segundo Libro: En Las Sombras Tercer Libro: Probar Cuarto Libro: Corre Quinto Libro: Te Atrapé Sexto Libro: Dominio Séptimo Libro: Deliberado Octavo Libro: Tiempo De...