-Te digo que no puedes ir y sigues insistiendo.-Y yo te dije que me des las putas llaves o me iré nadando y si hago eso te lanzo por la borda conmigo.- se ríe, el maldito Van Helsing se ríe
-Namjoon parece una bestia enfurecida, no va a entrar en razón, no te quiere cerca de su hija. Y seamos sinceros, si también fuese mía, mi hija digo, no te querría cerca, habría buscado la forma de matarte incluso.
-No pedí tu opinión
-Pero te la doy porque no pareces consiente de lo que pasa.
-Ella está viva- dije ahora estando seguro, era ella. Estaba cambiada pero era mi florecita. -Debo hablar con ella, decirle.
-¿Qué vas a decirle?
-Que mi vida se extinguió sin ella, que el dolor de no tenerla fue peor que la muerte misma. Que verla a lo lejos no me sirve, que soy yo. Egoísta. Y la quiero a mi lado, que incendiaría el mundo por ella, para que ella esté a salvo, si ella lo pide. Si ella lo desea incluso. Que me arrodillaría ante ella como un mísero esclavo. Que rogaría por milenios si con eso vería aquel rostro hermoso. Esos ojos verdes que aparecen en mis sueños desde el día uno. Que todo el odio y venganza del mundo que nos rodea será poco comparado con el que crecerá en mi corazón sí alguien le toca un músculo. Que es mía desde el inicio de los tiempo y soy suyo desde antes que eso. Que mi corazón arde al pensarla y que mi mente viaja por horas encontrando cualquier presencia suya y trayéndola frente a mis ojos, como espejismos. Que no es amor lo que siento, porque el amor es vago y mínimo comparado con el deseo y necesidad de olerla, de verla, de sentirla. Y si tuviera que decir una palabra que defina lo que siento por ella sería que La Odio. Odio lo que hizo conmigo porque extrañamente no odio aquello que me hace sentir. La odio porque hizo que mi frío corazón se sienta cálido y me gusta sentirlo así. La odio porque lo que siento por ella me haría desear morir si con eso conseguiría verla una vez, sentirla una vez. Y sería feliz con ello.- decir aquellas palabras en voz alta dispersaron el nudo que se encontraba en mi garganta amenazando con asfixiarme.
-Nena- hizo un movimiento con la mano y miré tras de mí, su pareja estaba ahí y a su lado Madai, mi florecita.
-En 10 minutos voy a venir por ti. Estés o no lista- Hoseok hizo una señal con la cabeza alegando de que no, y ambos desaparecieron del camarote dejándonos helados frente al otro.
-Florecita
-¿Me odias o me amas?
-¿Qué tanto escuchaste?
-Todo- sus ojos abarrotados de lágrimas me hicieron saber -Desde tu vida extinta- sonrió de manera triste.
No hice más
Mi cuerpo tiene vida propia, caí de rodillas ante ella -Perdóname- supliqué aún de rodillas -No merezco siquiera tomar tu mano, haré lo que quieras. Te daré el mundo si eso deseas. Viviré suplicando tu perdón hasta el fin de mis tiempos. De rodillas, arrastrándome si eso quieres. Pero por favor, por favor. Por favor, perdona esta tierra árida que se encuentra frente a ti. Cual no merece aquello pero lo suplica.- mis ojos no se atrevían a mirar los suyos, sentía vergüenza, vergüenza de mí.
La sentí caer igualmente de rodillas y tomó mi rostro en sus manos para hacerme mirarla -Amo- negué
-Yoongi, llámame por mi nombre. Yo soy tu esclavo. Soy tuyo.- esta vez fue ella quien negó
-Me gusta Amo, porque así llamo a quien amo. Así pienso en ti cuando escucho esa palabra, así te pienso, así te añoro. No tengo nada que perdonar...
-Tienes, eres demasiado para lo que soy. Te he hecho sufrir más que cualquier otro, más que cualquiera en el mundo.
-Te perdono. Entonces lo hago si eso me garantiza que aquello por lo que tanto aguanté estos años será obtenido.
-¿Que cosa quieres? Cualquiera, cualquiera se te será concedida.
-Recíbeme- pidió con ojos de anhelo -Recíbeme como desee que lo hicieras Amo.
Sus labios suaves y húmedos por haber llorado, hinchados. Me dieron la bienvenida al apenas acercarme. Lo dulce de ella me tomó completo y enloquecí. Acabamos ambos en el suelo, recostados.
Yo sobre ella colado entre sus piernas y cuando el dulce de su sangre tocó mi paladar entendí que había sido demasiado brusco cegado con mi deseo de ella. -Lo sien...
-Lo he extrañado tanto Amo- más bien fue un pedido, unió nuevamente nuestros labios en un beso tan deseoso que quise devolver de igual manera, robarlo y hacerlo mío. Pero me contuve, decidí hacerlo lento.
Amarla como merece y mostrárselo con aquel beso, demostrarle lo mucho que la amo, lo mucho que deseo su perdón.
-Te amo, te amo Florecita, te amo con locura. Soy tu esclavo- reiteré -Haz lo que quieras conmigo.
-Quiero amarte Amo, quiero amarte devuelta.
-Ya lo has hecho suficiente. Es mi turno ahora. Déjame a mí. Yo voy a encargarme ahora. Mi hermosa Flor.
-Voy a dejarte hacerlo- su sonrisa hermosa que tanto extrañé me llenó el pecho y mis besos volvieron a ella.
Esta vez tomé sus muslos y la sostuve junto a mí, ambos nos necesitábamos mucho, demasiado.
-Dije diez minutos- la pelinegra de los Jeon cada vez me cae peor, ¿porqué mierda se mete? -Vamos, Namjoon está hecho una fiera.- vi terror en la mirada de Madai.
-No tienes porque temerle- le aseguré
-Debo irme, volveré mañana.
-Hoy- exigí -Hoy o iré por ti.
La pelinegra bufó, tomó las llaves que Hoseok había dejado sobre la mesa y desapareció con Madai dejándome con ganas de ella, con ganas de abrazarla, de probarla, de amarla como merece.
Encerrado en este mar sin más oportunidad que nadar si quería ir con ella, si debía. Y lo haría, mierda que así era.
.
ESTÁS LEYENDO
Tiempo De...
FanfictionOctavo Libro de la Saga Paranormal Primer Libro: Gritó Lobo Segundo Libro: En Las Sombras Tercer Libro: Probar Cuarto Libro: Corre Quinto Libro: Te Atrapé Sexto Libro: Dominio Séptimo Libro: Deliberado Octavo Libro: Tiempo De...