Capítulo 2

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-Cambiaste mucho estos años- ambos regresábamos de alimentarnos. Habían pasado unos tres días desde que todo el revuelo se formó.

-Todos lo hicimos, tu por ejemplo. No andas rondándole a la peli negra Jeon.

-Estamos distanciados. No es como si te interesara tampoco.

-Cierto- continuamos con nuestro camino -A SeokJin no lo ví más- reí con burla -Seguro anda cogiendo con la pelirroja, ella tampoco...

-El se fue

-Oh, hace años viven todos juntos, pensaba que eran poliamorosos o como sea que se le llame a eso de follar con todos.

-Todos cambiamos- ambos detuvimos el paso, estábamos próximos a la mansión  -Los Jeon hacían años no vivían con nosotros.

-¿Y tú?

-No es que pueda llevar mi vida como lo hacía. Me dediqué a cuidar de los Kim. La unión volvió cuando ellos y Lluvia llegaron. Ella fue buena para Namjoon, luego de la muerte...- negó -Luego de que creímos muerta a Madai, Marie enloqueció. Eso creímos, ahora sabemos que los locos éramos nosotros al encerrarla. Supongo que la culpa hizo a SeokJin irse.

-SeokJin no se rige por la culpa. Lo conozco mejor que eso, desde que era un adolescente.

-¿Tú o el?

-El, soy mayor. Mucho mayor.

-¿Qué lo rige entonces?

-¿Qué? ¿Ahora que la morena te dejó planeas follarte a la pelirroja?

-¿Me crees tú? Yo no busco a alquilen con gustos y personalidad parecida a la que md gusta para llenar el vacío.- prácticamente gruñí -¿Ves? No es bueno juzgas. Responde mi pregunta por favor. Salvé tu vejestorio trasero al traerte aquí.

-Orgullo- dije simple -Prefiere morir que arrastrarse ante alguien.

-Yo lo veo bastante probable, el la ama- aquello me hizo reír con burla.

-No lo hace. La desea, tiene buenas tetas y trasero, es fogosa como el demonio. Estaban unidos, por eso estaban juntos.

-Ella rompió la conexión- dijo simple -También Lluvia con Namjoon, así fueron por Madai.

-Esos lazos ya no crecen.

-Pero los sentimientos si. Y estoy seguro de que la ama.

-¿Cómo?

-Mientras diezmabas a las brujas.

-Aniquilaba.- corregí

-Bien, mientras aniquilabas a las brujas ella pasaba por un momento duro. El la cuidó. Día y noche. No salió más de las casas a las que nos trasladábamos, ni al patio siquiera. Nunca, siempre con ella.

-Mmm

-Además, si lograste enamorarte tú. Y no una, dos veces. Cualquiera podría.

-Tu no.

-¿Por?- preguntó firme

-Eres algo así como y espectador. Te gusta mirar, observar a los demás. Así que por lo general dejan pasar las oportunidades.
La pelirroja por ejemplo, la deseabas mucho, antes dd ser vampiresa, ¿qué te impidió ir sobre ella cuando la encontraste nuevamente?

-Otras prioridades.- lo noté acomodar su cabello y comenzar a caminar. -Deja de subir hasta la ventana del cuarto de tu ex, la actual va a notarlo.- diciendo aquello se perdió hasta el interior de la casa.

Seguí sus pasos y caminé hasta el fondo del pasillo, al entrar a la habitación ahí estaba ella. Llevaba una fina bata blanca y me esperaba sentada en la cama. -¿Te alimentabas?- asentí

-Iré a ducharme, lo siento.- me despojé de las ropas con rapidez y fui hasta el baño.

-Puedes hacerlo de mi. No tienes que salir o dañar a otros.

-No maté. Lo juro.

-Te creo. Tu no me mientes.

-No lo hago- esta se deshizo de su bata y vino conmigo a la ducha.

-Yoongi- dijo mi nombre como un susurro mientras se acercaba a mis labios. Cerré lo ojos y alcancé el beso que me entregaba. Dulce y suave como ella. -Yoongi.

-¿Sí?- pregunté como un susurro tan cerca de sus labios como para comerlos.

-¿Ella es Florecita? La ninfa de pelo verde.- especificó

-Sí.- afirmé -Vamos a dormir. Debes estar cansada.

-Así dices y luego te duermes en la mañana.

-Siempre usé el horario nocturno. Desde niño- solo lo cambié algunas veces hace años, por ella. Salimos de la ducha y sequé su cuerpo con la toalla, luego él mío bajo si atenta mirada.

-Vamos a dormir así.

-Claro.- nos recostamos sobre la cama.

-Quiero que me cuentes de tú niñez.

-Hace cientos de años de eso- bromeé -No recuerdo.- besé su frente -Duerme. Vamos, hazlo.

-Eres mandón

-Lo soy- pero quería que se durmiera rápido y así evitar cualquier conversación incómoda que pueda surgir, también quería ir a verla a través del cristal, de lejos. Como los últimos días.

Las demás ya despertaron, ella no. Ella continúa ahí y nadie que no sea Hoseok me dice nada sobre ella, guardan silencio si discuten sobre algo cuando llego. Está claro que debería largarme pero no tengo mi poder, no puedo irme así, mucho menos porque si lo hago. No podría verla más.

Salí al balcón y luego de asegurarme de que Tierra aún permanecía dormida salté de la baranda, luego volví a hacerlo hasta que di con la suya. Estaba acompañada, la pelirroja hablaba con ella pero era obvio que la otra dormía.

Cerré mis oídos de alguna manera, y solo me dediqué a verla. Tan frágil, tan indefensa, tan mía.





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