Capítulo 3

125 42 13
                                        



Las observé por solo dos minutos y eso fue suficiente para notar aquel olor que estaba en la isla luego de que se fueran, aquí estaba una o varias de las responsables.

Algo que no esperé fue ver a esa ninfa que conocía bastante bien, mi madre estaba entre ellas y parecía alimentarlas con su poder. Me había alimentado antes de llegar y era suficiente como para que mi poder las dominara a todas a la vez.

No esperé más para aquello y me acerqué

-No se muevan- aquella orden no les permitía huir o hablar así que estaban sujetas a mí. -Son ustedes ¿no? Fueron a aquella isla hace años.- la pregunta era más para mi. -Madre- la llamé y miré fijamente teniendo su atención -¿Tu las guiaste allá?- la vi reír

-La salvé de ti. No eres más que un monstruo. Igual a tu padre.

-La mataste a ella. Ella te ayudó a escapar- mi enojo apenas me dejaba hablar.

-Muerta es libre. La muerte es libertad- dijo con seguridad, más sus piernas temblaban.

-¿Qué tal si las liberas madre? A todas ellas- señalé -Mátalas, que sufran.- noté las lágrimas bañar su rostro. Sabía que deseaba huir o no hacer lo que ordené pero no podía. -Alto- la paré cuando recordé que solo podía tirarlas o aventarlas hasta matarlas. Yo quería más.

Quería que la sangre corriera hasta manchar la tierra, quería que vieran con horror la muerte en los ojos de las demás sabiendo que serán la próxima y sabiendo que ninguna escapará, mi madre será la última.

Me acerqué a la que se encontraba más tranquila, quien fingía no temerme. Tomé el cuchillo de entre mi ropa y corté la carne de su brazo. -¿Se hacen llamar hermanas no?- dije y esta chilló con miedo por primera vez -Vamos a dejarlas a todas igual, ¿que les parece? Como gemelas.

La hoja de mi cuchillo cortó de cuajo su muñeca y quien estaba a su lado tembló de manera dramática, mis garras tocaron la piel de su cuello y la hizo arder, fui con la segunda.

Decidí cortar su pie desde el tobillo haciendo casi imposible la tarea de mantenerse erguida, de no ser por mi orden habría caído.

A cada bruja frente a mi acabé por dañar de manera dolorosa, pero aún no las mataría. No hasta hacerlas arder vivas como hicieron con ella.

Corté sus lenguas, orejas y a una la nariz. Sus dedos uno por uno y con lentitud para que duela. -¿Saben porqué su raza no se sobrepone sobre otra? Porque son débiles. La existencia no busca lo débil.

Degollé a una, no para matarla pero si para hacerla doler y cuando la sangre corría como río a mi alrededor decidí verlas arder. -Al centro- demandé y todas lo hicieron a medida que sus desgastados cuerpos le permitieron. El encendedor tocó mis manos. -Madre- pronuncié con burla -Hazlas arder.

Esta chilló ante aquella orden y la vi usando su poder para traer un líquido cual cayó vertido sobre estas. El fuego que yacía en mis manos las tomó.

Las escuchaba chillar, las veía retorcerse y los ojos de mi madre yacían sobre aquella obra. -Eres un monstruo- dijo con odio puro cuando la última dejó de moverse y solo quedaba carbón frente ambos.

-¿Como debería matarte? Recuerdo lo mucho que te divertías con padre cuando te arrastraba- reí divertido miré a lo lejos unas cadenas -Tráelas- demandé y lo hizo.

La até y caminé por el bosque dejando atrás el último aquelarre con vida. Solo restaba una, ella y acabaría con mi vida.

La arrastré por horas en las que sus quejidos me divertían, cuando planeaba desmayarse la obligaba a no hacerlo, no hasta que conseguí donde hacerlo.

-Aquí será- reí sin gracia -Supongo que debería matarte con mis propias manos ¿no?

-¡No lo hagas!- la voz de Tierra resonó de entre los árboles y la vi caer antes de a acercarse por completo e interponerse entre ambos -Lo la mates por favor.

-He tenido demasiada paciencia contigo- dije entre dientes mientras tomaba su cuello y la apartaba de solo un empujón.

-¿Crees que solo las brujas planearon aquello?- mi madre habló con burla, como su no fuese ella quien esta a punto de morir por mi mano. -Las ninfas de agua,y tierra. Lo poco que quedó de las hadas del Sur...- enumeró -Vampíros incluso. ¿Por qué solo te ensañas con las brujas? Yo se la respuesta.- sonrió de manera tétrica -Solo quieres sentirte poderoso, con esto solo quieres sobre poner tu poder, no la estás vengando.

-¡Cállate!

-¿Porqué? Todas estábamos ocultas en aquel castillo, escuchamos como la aborrecías para luego marcharte y dejarla a merced nuestra. Te vi, te vi tratar de desquitar tu enojo con los humanos luego de que te fuiste. Yo te seguí ¿sabes porqué hiciste eso? Porque los humanos también son débiles. Buscas cuerpos débiles para sobreponerte y sentirte aún más poderoso.- tomé su cuello y la apreté mientras mis ojos estaban fijos en los suyos, quería verla morir ante mí, por mi causa.

La vi morder su labio supongo buscando respiro y acercarse con fuerza a mi hasta poner su boca sobre la mía. -Moriré...- dijo entrecortada mente por la tos, -Pero tu... tu agonía será.. peor.- apreté su mejilla con mi mano restante y la alejé con el sabor de su sangre en mi boca.

-¿Crees que me va a importar el dolor? Viví 400 años sin ella. Me va a tomar una semana deshacerme de las ninfas.- traté de hacer tornar su cuello pero mi cuerpo me lo impedía, el dominio de su sangre sobre mi había tomado partido demasiado rápido y acabé perdiendo la compostura, en un ataque de furia mis uñas surcaron su cuello hasta desgarrarlo de manera efectiva haciéndola caer prácticamente decapitada.

- traté de hacer tornar su cuello pero mi cuerpo me lo impedía, el dominio de su sangre sobre mi había tomado partido demasiado rápido y acabé perdiendo la compostura, en un ataque de furia mis uñas surcaron su cuello hasta desgarrarlo de manera e...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La madre del Yoogi, la veo igualita😍

.

Tiempo De...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora