Tiempo De...

Final del Tercer Arco

-Hay que salir de aquí- pronunció Marie aún perdida en el abrazo a su amiga.

-Yo no veo mucha salida.

-Lluvia- la miré, sus ojos se encontraban rojos, y las bolsas bajo estos me dieron a notar que no había dormido en meses, o años. -¿Tomaste la energía?- asentí y caminé hasta ella cual me tendía la mano. -No temas.

-No lo hago- apretó sus labios en lo que parecía una sonrisa. Tomó mis manos y brazos en el proceso y sus ojos verdes se iluminaron con intensidad, sentí la energía ser drenada de mi cuerpo como una corriente y la sensación me tomó por minutos enteros, incluso luego de esta soltar mis manos la tenía.

Cuando las pisadas de quienes nos mantenían encarceladas se escucharon el cuerpo de quien habíamos venido a rescatar estaba con más fuerzas. Madai nos hizo una señal para apartarnos de ella y tuvimos que tomar a Marie, no quería separarse.

Apenas las puertas fueron a abiertas sus cuerpos se movieron solos como si una fuerza mayor lo hubiese tomado. Y así fue, el aura de Madai traspasó su piel volviendo esta de un verde esmeralda tan hermoso como sus ojos.

Estaba más repuesta y fuerte y todo por la energía que le había otorgado y pedí por todo lo mágico que lograra sacarnos de aquí.

Corrimos prácticamente hasta la superficie pero apenas salimos encontramos más criaturas de los cielos mirando en nuestra dirección, Ninfas también.

-Majestad, regrese dentro- dijo una de las ninfas en dirección a Madai, entonces entendí el porqué sus runas no eran verde o azul, sino blancas. Era la nueva Reina.

-¿Majestad? ¿Majestad y fui encarcelada? Molida a golpes y torturada por años.- gritó con furia palpable, nos hizo una señal para alejarnos y lo hicimos, después de todo no teníamos poderes o armas para luchar, ella en cambio tenía la energía que ahora servía para alimentar sus poderes.

Las hizo caer lejos, más las alas de las criaturas de los cielos impidieron que estos cayeran al igual que las ninfas.

Notamos a una de las criaturas lanzarse sobre ella y sostuvimos a Marie cuando trató de lanzarse para interponerse, su instinto de protección estaba al máximo pero éramos mortales aquí.

Madai rompió el cuello de la criatura haciendo que se volviera polvo en instantes, pero aquello no era posible, estos solo mueren con armas benditas, armas que ellos mismo portan.

A menos que... ella sea una.

Dos criaturitas más fueron contra ella a la vez que las ninfas trataban de acercarse con cadenas para atarla.

Mi cuerpo y el de las chicas se movió solo hacía estas. Alcancé una de ellas y arrebaté las cadenas antes de golpearla con ella, un golpe sordo en mi mejilla me hizo girar, otra de ella me había golpeado pero Marie fue más rápida y rompió su cuello con un solo movimiento. No creí que las mataríamos pero notando que ellas lo harían con la primera oportunidad enterré mis dedos en sus ojos haciéndola flaquear mientras Jessica torcía su cuello.

Apenas logré librarme noté a Madai luchar con tres de ellos, estos tenían armas, una de ellas cayó cerca de nuestros pies y Marie se lanzó a tomarla para atracarlos, corrimos hacia estos en modo de distracción pero este aleteó con fuerza antes de lanzarnos al suelo pedregoso y un sordo dolor atravesó todo mi cuerpo.

Se tiró sobre Marie pero esta fue más rápida y lo hirió con su propia arma haciéndolo retorcerse hasta que enterró aún más la espada y este desapareció.

Más criaturas sobrevolaban, aquello parecía una infestación. Una de ellas traía consigo otra ninfa, la única con vida a parte de Madai.

Las rocas temblaron con fuerza mientras Madai parecía hacer una fuerza mayor y los detuvo en su lugar, luego los hizo reventar frente a nosotras, ese hecho fue aterrador y sorprendente a partes iguales, la veía arder en rabia mientras veía los trozos caer y luego volverse polvo.

Se acercó a la ninfa cual pretendía escapar, la sostuvo del cabello con fuerza -Madre- dijo con desdén

-¿Están seguras de que esa es Madai?- pregunté pues la ninfa dulce y tranquila que Namjoon había descrito no se parecía en nada a ella. ¿Habrán afectado tanto en ella estos años encerrada?

-Soy tu madre Madai, déjame ir. Debes detener esto, ellos te purificaban.

-Me dañaban madre, con tu permiso.

-No debiste perder tu virtud, menos entregarte a ese ser de oscuridad.

-¡No hables así de él!- gritó con una rabia palpable. Arañó la cara de su madre y esta chilló dolorida, luego apretó su cuello mientras continuaba arañando. -Profecía- rugió -¿Se supone que debía parir uno de esos monstruos?

-Tu cuerpo había sido hecho para traer al mundo la luz- dijo con rabia -En cambio decidiste comportarte como...- la cachetada que la otra le propinó la hizo callar.

La vi romper sus muñecas dejando sus manos dobladas hacia arriba y luego  hacerla caer y hacer lo mismo con sus tobillos pese a que trató de alejarse.

-No eres más que la obsesión de un Vampíro.

-Cosa que tu nunca lograste- dijo haciendo notar más su enojo -Marela me dijo, soy hija de un vampiro. De uno que no te soportaba.- su madre trató de ir contra ella pero sus extremidades rotas no se lo permitieron. -Dejaré que mueras sola y dolorosamente lento. Así como me dolían los golpes madre.

La vi girarla y aplastar su columna con dos patadas haciendo a la otra gritar y estremecerse dolorida, temblar.

-Vamos a casa- Marie se acercó a ella y la envolvió en un cálido abrazo antes de guiarnos a Jess y a mi hasta la entrada a este lugar.

-¿Cómo es que...

-No se una puta mierda- chilló Jessica conmocionada, ambas lo estábamos.

Caminamos lo suficiente hasta llegar al agua. -No se nadar- la mirada de quien había hablado no era para nada parecida a la que tenía cuando torturó a su propia madre y la dejó agonizante.

-Yo te llevo- asintió

-¿Eres pareja de Jess?- dijo con voz dulce

-Del señor Namjoon- aquello la alegró en demasía.

-No puedo esperar para verlos. A todos- dejó salir algunas lágrimas de felicidad. -Al amo.

¿Quien le dice? Yo no, aplasta y explota ella.

La nueva Madai ¿Amiga o Enemiga?

La madre de Madai en la amagen👄

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