Tiempo De...

Capítulo 4

-Pensaba que me extrañaste lo suficiente como para venir a verme al apenas despertar.- luego del tumulto en la sala, y de que se acordara, que los intrusos tenían lugar aquí. Decisión de Namjoon no mía o de los demás, estos se dispersaron en su mayoría. Namjoon acabó acercándose a mí cuando tenía intenciones de hablar nuevamente con el amo. -Me gustaría hablar, saber. Vamos a mi despacho por favor- aquello era una afirmación, me hizo caminar delante suyo y perdí de vista al amo apenas comencé a subir las escaleras. -Quiero que... ¿estás lista para contarme lo que pasó? Lo que pasaste allá.- negué

-Es algo que preferiría olvidar.

-¡Me siento tan culpable por esto! Yo debí saberlo. Yo debí saber que estabas viva.

-No tenía como- fui sincera -La magia que poseen las criaturas de lo cielos es extensa y poderosa. Ellos me sacaron de aquí.

-Ví tu cuerpo- negué

-Una ninfa, sacrificaron a una de ellas para dejarla en mi lugar. No recuerdo mucho de esa noche, pero apenas desperté madre estaba ahí- reí con ironía -Creí tontamente que me sacaría. Nunca imaginé que ella los guió hasta mí.

-¿Por qué?

-Se supone que debía... una de las criaturas de los cielos, había sido elegido para engendrar en mí. Fui dada a él. Pero no... yo ya había estado con el amo.- lo ví asentir. -Obtuve los poderes de mi madre, la noche en que vinieron por mí. Pensé que solo pasaba cuando ella moría pero...

-Creo que el hecho de Min haber tomado tus poderes esos años influyó, el es hijo de una ninfa.

-Al adquirirlos, era la nueva reina. Así que cuando tenga una hija, esta puede tomar mi lugar. Por eso me querían.

-Eso es demasiado...

-Lo se- me guardé los detalles dolorosos de todo aquello, creo que las marcas en mi cuerpo lo dejan saber.

-Tu madre siempre vio por sus intereses, pero nunca creí que ella...

-¿La conociste?- lo vi relamer sus labios. Luego asentir. -¿Cómo?

-Lo que pasó con Min y contigo. El él beber tu sangre.- mi sorpresa era notoria. -Era joven y no dominaba mi don en su totalidad pero mi tío era un vampiro con experiencia. La hizo liberarme antes de que cometiera una barbaridad.

-Vaya. ¿Hace cuánto...

-Yo... no se como es... no se como decir esto de manera en que...- lo vi dudar durante minutos. -Ella regresó mucho después y yo... creí en su cambio. Estuvimos juntos, ella y yo.

-¿Antes o después de mí?

-Madai

-¿Eres mi padre? Estás diciéndome.... ¿Me estás diciendo que vivimos juntos durante años y nunca me dijiste que eras mi padre?

-¡Estabas abrumada! Tu situación con Min te tenía abrumada y no quería traer más daño a ti.

-Puedes saber muchas cosas Namjoon, pero no podías saber cómo reaccionaría. ¡Crecí y viví bajo el yugo de mi madre! Odiándome, mi madre me odiaba. ¿Y resulta que no querías abrumarme al decirme que si tenía un padre con vida?- salté de la silla queriendo alejarme.

-Preciosa, terminemos de hablar, déjame explicarte.- negué

-Solo... déjame, déjame respirar.- sentía mis pasos pesados mientras me dirigía a la puerta y deseé correr a los brazos de amo, pero dudo siquiera que el me reciba. ¿Lo haría?

-Ven- la mano tendida de Lluvia me esperaba tras la puerta, poco veía por el desastre de lágrimas que tenía en mis ojos y mejillas así que me dejé guiar. -¿Estás mejor?- estábamos en su habitación.

Me había entregado un té, logré detectar flores y miel en él, sabía delicioso. -Mejor.

-Se que no es excusa.

-Lo sabías

-Me enteré. Cuando encontré la carta que hizo para tí

-No tengo...

-Pronto la buscaré para ti. El te ama, aún la guarda- continuó -Cuando la encontré entre sus cosas, apenas nos habíamos unido. Lo malinterpreté todo. Pensaba que el amor que sentía por ti era distinto.
Luego me contó- dijo con suavidad -Sufrió mucho el no decirte que te amaba, que eras su hija y te amaba. Sufrió al creerte muerta. Por eso cuando supe que estabas viva me llené de emociones. No te conocía pero el me habla mucho de ti. Siempre hablamos de ti- dijo segura -El me creyó mal. Su poder de alguna manera rechaza el de Marie, y cuando yo lo tomé por error el creyó que estaba loca.

-Por eso fuiste a buscarme.

-Quería que el Señor Namjoon fuera feliz. Completamente feliz, y eso solo puede lograrlo contigo, con ambas.- la ví reír -Se que me pasas por más de mil años- yo también lo hice. -Y que las madrastras suelen ser malas en los cuentos, pero quiero que veas una amiga, una confidente, una aliada. Lo que sea que necesites. Si necesitas tiempo para sanar tu corazón, yo puedo hablar con él, explicarle- se acercó un poco más, -Solo no lo hagas esperar mucho. Parecía un niño de tanto llorar mientras estabas débil en esa cama. Tu padre, el es tu padre y te ama. No sabes todo lo que te ama.

-Yo también lo hago- admití -Siempre, no sé como. Pero sentía una conexión distinta con el. Lo atribuí a como me cuidaba. A como me mimaba- ambas reímos, -Nunca imaginaría que el... madre odiaba a los vampiros, sentía rechazo hacia ellos.

-No es extrañar. El la rechazó.

-Claro- la vi ponerse de pie y volver a mi con un papel en sus manos.

-Léela, si decides hablar nuevamente con él, estoy segura de que estará en su estudio. Si no, yo estaré fuera para abrazarte si lo necesitas.- asentí -Picaré fruta para ti. No has comido.

-No tienes que hacerlo.

-Quiero, quiero cuidarte. Tu nos cuidas a todos, quiero devolverte el favor.

-¿Ya no te intimido?- negó divertida.

-Se de lo que eres capaz, y también se que proteges a los tuyos con tu vida si es necesario. Tenemos eso en común.

-Gracias

-A ti. Por vivir, por estar con nosotros.

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