Capítulo 3

76 29 10
                                    


-¿Somos amigas de ella ahora?- fue Jessica en hablar.

Descansábamos sobre el patio mientras cargaban la sangre para los chicos, -Ella es mi amiga.- les hice saber. -Y según sé, la tía de Hoseok.

-Mi hermana se unió a un Van Helsing

-¡Vaya!

-Ella murió en una de las tantas batallas, protegiendo a los humanos que tanto amaba.

-¿Ya te acercaste a él?- negó

-El es duro

-No tardará mucho en ceder, tiene debilidad por la familia.- afirmó su pareja.

-Me alegra que se hayan reconciliado Jess.

-¿Por qué? ¿No estaban juntos?- quise saber.

-Las cosas se pusieron patas para arriba luego de lo que te ocurrió. Incluso Jungkook y yo tuvimos unos meses de prueba.

-¿Cómo es eso posible? Jungkook te trata como una reina, tu te desvives por él.

-Sigo siendo humana, el miedo de perderme- admitió -Con Hoseok y Jess no reconocían sus sentimientos, y Marie y SeokJin, bueno. Todos no encargamos de encerrarla de alguna manera. Si bien SeokJin y Namjoon la encerraron, nosotras lo permitimos. No me sorprende que se haya ido.

-¿Estuvo mal desde que me fui?- negó

-En un tiempo, cuando Lluvia llegó. Tomó sus recuerdos, los que te contenían y a Min, y ella parecía estar bien. Pero el día de la fiesta de cumpleaños de Lluvia ella vio lo recuerdos y la sometió.

-Namjoon acabó mordiéndome. Marie había usado su poder conmigo, era un desastre todo.

-Vaya

-Madai- habló Lluvia nuevamente -¿Estarás bien con él aquí? Se que su barco está destruido pero puedo decirle al Señor Namjoon que...

-Estoy bien. No salgo del cuarto de todos modos. Además solo serán unos días, ya me siento mucho mejor.- mentí, no lo hacía.

-Me da algo de pena con ella. Apenas Hana le habla, las demás ni siquiera la miramos.

-¿Qué pretendes? ¿Hacerla nuestra amiga? ¿Después de todo lo que daña su presencia aquí a Madai.

-Estoy bien con que convivan o hablen con ella. Solo no esperen que yo haga lo mismo.

-¿Ella se metió en tu relación?- quiso saber la pelo azul ajena a todo lo que pasaba. Negué

-Solo soy una dolida que no acepta que quien ama no la ama. Tranquila.

-No creo que no te ame

-No conoces a Min- resaltó Jenny de mala manera.

-Mmm, pero conozco un guerrero. Me enamoré de uno y tenemos 2000 años juntos. No hay prioridades para ellos en una pelea más que destruir a su enemigo. Pero tú. Tú eras eso para él. Peleaba a tu alrededor, te protegía a ti.

-No lo conoces- esta vez quien habló fue Jess -Madai merece a alguien mejor.- pero el es a quien quiero. Escuché la lancha andar.

-Ya se fueron los humanos, podemos entrar a la casa.- les hice saber

-¿Por qué mejor no vamos a la playa todas juntas? La de las alas parece que no ha tomado el sol en milenios.

-Es porque vivimos bajo tierra para protegernos.

-¿Y quién protege a las hadas mientras ustedes están aquí?

-Los comandantes, los guerreros.

-¿El grupo es grande? Las hadas del Sur se separaron, las que no, se aliaron a las brujas para hacer desastre. Min las mató también.

-Min es bastante pro activo por lo que escucho.- dijo esta con la vista en mí.  -Piensen en el bikini que quieren ponerse- dijo de pronto con una sonrisa maliciosa en el rostro.

Noté a las chicas aparecer vestidas con estos. -¡Vaya! Como Barbie- exclamó Jenny -Madai- dudé

Mis ojos se conectaron con los de Lluvia, ella me transmitió tranquilidad. Pensé en aquel bikini, el verde que llevaba cuando el regresó, aquella vez cuando me prestó tanta atención hasta hacerme suya.

Hasta hacerme amarlo más, desearlo más.

Prácticamente lloré cuando me vi con él.

-¡Hana! Tu pancita se ve adorable- agradezco el hecho de que estas se enfrascaran en halagos y miradas a quien traía una, más bien dos vidas en su vientre y no notaron mi repentino cambio de humor.

Las chicas fueron hasta la playa poco después, Meyra y yo las seguíamos pero estábamos bastante retiradas. -Quítaselo. Si lo quieres quítaselo.- abrí la boca para hablar pero nada salió de ella. -Jimin era el guerrero de padre. Mi padre era un tirano, lo habían mandado a matar, con el. Pero en ese tiempo padre organizó un torneo, para encontrarle marido a mi hermana mayor. El ganó. Jimin lo hizo. Aquel pelo plata y largo se movía con maestría y sus músculos se contraían al empuñar la espada. Lo quise para mí. Y se lo quité. Las uniones en las hadas son cubiertas, los rostros. Drogué a mi hermana y tomé su lugar. Cuando descubrí mi rostro ya estábamos unidos. Ya era mío. Nos enamoramos y matamos al tirano.

-Das miedo- admití

-Yo sabía lo que quería, y lo quería a él. Si tu sabes lo que quieres debería decirte que la hada del sur duerme. Y que el esta en el pasillo con la cabeza hecha un lío. Y que si vas ahora podrás confrontarlo.

-Gracias- la vi encogerse de hombros y caminar con las chicas mientras yo me desviaba.






.

Tiempo De...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora