Tiempo De...

Capítulo 5

Mientras leía su letra, sus sentimientos plasmados en papel, me di cuenta lo ciega que fui. Namjoon siempre estuvo dispuesto para mí. Para lo que necesitara.

Era ese amigo que escuchaba, que aconsejaba, que ayudaba. Se que no solo yo sufrí, si bien mi dolor físico y emocional fue mucho, ellos me creyeron muerta. Namjoon se siente culpable.

El lo dijo.

Más aún sabiendo que su don debió advertirle sobre mí. Pasé meses tratando de tirar de la conexión entre el y yo antes de darme cuanta de lo conectadas que estábamos Marie y yo. Antes de notar que ella escuchaba mis lamentos como si estuviera a mi lado.

Luego estuvo el hecho de que nadie le creía, incluso ella dudaba de lo que veía o escuchaba. Me levanté con lágrimas en los ojos.

Era tiempo de sanar, pero no estaba lista. No hasta saber que tanto daño le había hecho mi partida a lo demás. El cariño de mis amigos está ahí, palpable. El de Namjoon aguarda por mí. Tengo a Lluvia y pese a que no nos conocemos hace mucho tengo la certeza de que tendré una buena amiga en ella, una buena confidente.

Luego está el amo. Me obligué a no pensar en el en estos momentos, pero aún así su rostro se cuela en mi cabeza. La forma en la que la miraba, como la cuida. Como...

¿La ama?

-¿Estás lista?- mi cuerpo se movía de manera monótona, tanto que me acerqué a la puerta y la abrí, tres ella esperaba Lluvia. -Supuse que esto te serviría mejor en estos momentos.- me tendía un vaso con jugo, lo bebí de cuajo tratando de borrar el sentimiento de angustia que sentía en estos momentos.

-Muchas gracias. Estas muy metida en tu papel de madrastra- dije divertida, aquello la hizo reír -Eres una matriarca, está en tus genes proteger.- asintió ante aquello.

-¿Irás con el o quieres estar sola?

-Iré con el- mis músculos se tensaron al apenas dar el primer paso. Lluvia me guió hasta su oficina pese a que no era necesario.

-Estaremos en la cocina preparando el almuerzo.

-Gracias

-Tu puedes- alentó

Dejé dos toques en la puerta antes de girar la perilla, estaba tras el escritorio pero claramente había pesar en su rostro, tristeza. -Hola- saludé por lo bajo, este me regaló una tierna sonrisa. -Lament...

-No tienes que disculparte por algo. Es una reacción común.

-Aún así quiero hacerlo. Siempre te comportaste muy bien conmigo. No merecías que te tratara mal.

-No lo hiciste, lo juro. Hija yo... lo lamento, quizás me estoy tomando atrevimientos al llamarte así.

-Tranquilo. Me dará algo de pena- reí -Al inicio solamente- aquello lo hizo reír de manera amable -Creo... creo que. Namjoon está bien para mí.

-Por supuesto

-Solo hasta... cuando ya...

-Tranquila, a tu tiempo. Siempre será a tu tiempo.

-Gracias- lo pensé por unos minutos -¿Cómo estás? Tienes a alguien contigo. Recuerdo que me sentía mal cuando todos salían en pareja y tu...- guardé silencio entendiendo que me habías explicado lo suficientemente pese a que no lo había hecho en sí.

-Lluvia es maravillosa. Cuida de todos, de mí- lo ví negar -Estaba muy molesto con ella. Rompió nuestra conexión y se fue. Era... pero cuando llegó, contigo. Con Marie, mi... yo sentí que no podía amarla más, aún así lo hice. La amo mucho más por no haberse rendido, por permanecer ahí. Conmigo, contra mí cuando fue necesario.

-Ella es buena. Me agrada.

-Me alegro, mucho. Las chicas han sido buena compañía para ella. Creció aislada así que solo veía a su padre o algunos de sus clientes.

-Eso es algo que ella y yo tenemos en común, al menos antes de conocerlos a todos ustedes.

-Lo lamento, yo...

-No sabías...  es decir, ¿cuando supiste de... que yo era tu hija?

-Cuándo te vi por primera vez- lo ví sonreír de manera agradable -Al inicio lo único que podía pensar era en terminar con la obsesión que Min tenía, liberarte- asentí comprendiendo -Luego, preferí acercarme a ti de manera amistosa, ganarme tu cariño. Recuerdo que sufriste mucho cuando Min y tú- negó para si mismo. -Lo lamento, eso fue algo más en lo que me equivoqué, te traje más desgracia que felicidad al hacerlo volver.

-No fue así- admití -Aquello me libró de Mino- no había pensado en él desde que murió, lo había borrado de mi mente totalmente, -El... el amo, a pesar de todo, cuando lo trajiste devuelta me ayudaste a comprender mis sentimientos por él. Así que debería agradecerte.

-Sufriste mucho- negó -Y esa noche... si el no hubiera estado aquí yo habría estado contigo. Protegiéndote.

-Agradesco a todo lo mágico que no fue así. Que ninguno de ustedes estaba cerca, porque de ser así ellos los habrían dañado. Ellos habrían...- negué para mi misma negándome a pensarlo siquiera. -Están a salvo, yo también lo estoy.

-Tienes...- sus ojos viajaron por toda la parte superior de mi cuerpo, tenía los brazos al descubierto por lo que las cicatrices se notaban. -Sufriste demasiado y todo por...

-Ya pasó- reconforté, limpié mis mejillas encontrándolas llenas de lágrimas -Soy una llorona.

-Eres linda cuando lloras- se puso de pie acompañándome. -¿Puedo... abrazarte?- suspiré entre risas, era todo lo que una persona querría como padre. Y era mí padre.

Me acerqué a paso lento hasta que estuvimos unidos en un cálido abrazo, de uno que se sintió tan lleno de sentimientos, tan nuestro.

-Te amo preciosa- yo también papá

Dato curioso de la semana: al inicio no se suponía que Namjoon era su padre🤭, ni siquiera lo pensé, mientras escribía el capítulo en Deliberado donde esto salió a la luz la idea vino a mí y aquí estamos 😇, aún así la mayoría de los sucesos de las sagas están planeados incluso desde el libro uno. Como es el caso de nuestros recién descubiertos reyes Hada, perdón, Sus Altezas Reales 😋

.