Tiempo De...

Capítulo 1

-SeokJin- llamé. -¿Escuchaste eso?

-¿Que preciosa?- hablaba entre sueño y aún no se había movido siquiera para despertar.

Guardé silencio para escuchar, pero no pasó más. El otro volvió a dormir. Siempre es lo mismo, no se ni para que me preocupo.

Me levanté y decidí darme un baño, la tina parecía un buena opción para relajarme, no se cuanto tiempo tenía en esta hasta que escuché los pasos de SeokJin acercarse, iba completamente desnudo y aquello me hizo resoplar, estaba harta de esto.

De todos esto.

-¿A dónde vas?

-Voy con Lluvia, tengo prácticas.

-Marie

-¿Qué?

-¡Qué! ¿Así me respondes?

-Oh disculpe usted señor Kim, ¿me permite retirarme?- no esperé respuesta y salí del baño a sabiendas que su orgullo no lo dejaría seguirme.

Siempre era lo mismo, discutíamos. Por mi culpa, me iba por la casa y cuando debía dormir solo me recostaba a su lado y al otro día volvíamos a discutir. Me arrepentía claro, no quería tratarlo mal, pero aquel sentimiento de cansancio era más.

Es como si estuviera harta de todo, de la vida que llevamos. Tan vacía y superficial, tan egoísta. Solitaria a pesar de que tengo a las chicas, aburrida a pesar de que tengo las posibilidades económicas que antes no, pero algo me falta.

Una pregunta invade mi mente desde que Lluvia me explicó los efectos de la unión. ¿En verdad lo amo? O sólo es este lazo que nos une.

¿El me ama a mí?

Dice amarme pero lo noto mirarme extraño, escudriñar cualquier cosa que digo. Pregunta por cada cosa, mis sueños, lo que hago o dejo de hacer con las chicas, ya no me deja salir de la casa, apenas puedo pasar unas horas alejada de él y he de reconocer que son las que más paz me generan.

Porque así no tengo que fingir comodidad cuando no la tengo.

Las cosas han estado mal desde que Jessica se fue, Hoseok apenas sale del cuarto, Jenny decidió ir con ella y Jungkook por igual.

Los Kim están bajo el cuidado de Namjoon y Lluvia quien acaba de adquirir su don, bueno, de notarlo. Es maravilloso aquello.

Puede tener el don de quien sea que toque, solo tiene el de su pareja, el de Hoseok y el mío, al los demás no estar...

Los extraño, quizás eso es lo que me tiene así.

-¿Mal día?- asentí

-Y apenas comienza- respondí, me había vestido y encontrado con Lluvia en su sótano, solemos hacer las prácticas aquí. He aprendido muchos hechizos y me gusta. -¿Llamaron las chicas?- asintió

-Están con sus padres aún. Mi cuñado se les unió ayer- dijo por lo bajo.

-No puedo imaginar cómo reaccionaría Hoseok

-Eso ni pensarlo, no debe enterarse. Jamás- recalcó -¿Porqué no me cuentas?

-Ya lo sabes

-Aún así, quiero escucharlo de ti, no por mi poder.

-Me asfixio, siento horrible cuando lo veo. Pero no puedo alejarme de él. Por la unión- la miré -¿Hay alguna forma de romperla?

-¿Quieres dejarlo?

-No, no lo sé. Quiero ser consciente de mis actos, quiero elegir amarlo, con esto no lo hago.

-¿No lo amas?

-Para ti es muy fácil juzgarme- dije de mala manera -No me conoces de nada, apenas llegaste aquí, él... él, no lo entiendes. Nadie entiende una mierda.

-Marie, para un poco- ahí estaba esa mirada acusadora que tanto odio, ella también lo hace.

Salí del pequeño cuartito y cuando lo hice caminé hasta el jardín, odiaba esto. Siempre fui solitaria pero luego de estar rodeada de mis amigas ya no era así. Ahora ellas se fueron y yo no tengo más que esta monotonía.

-Marie vuelve a dentro.

-¿Tampoco las flores? Debería encerrarme en el sanatorio de hace años.- me puse de pie y aquella mirada dura me hizo tensar.

-¡¿Qué mierda pasa contigo?! ¡¿Quieres enloquecerme?! ¿ES ESO? Mierda Marie, que mierda de actitud. Tu no eres así maldición.

-No me grites. Lárgate, quiero estar sola.

-Es lo único que sabes decir, quizás debería largarme de un puta vez.

-Quizás debas hacerlo. Después de todo tu no querías esto y yo tampoco.

-Chicos- Namjoon había aparecido en nuestro campo de visión, tras él Lluvia -Paren ya. Marie- me llamó pero no lo miré, se lo que hace.

Me manipula con sus palabras dulces y me hace ceder, estoy harta de ceder. -Marie- esta vez fue Lluvia.

-Flores, debo llevar flores a la Reina.

-¡Mierda! ¡MIERDA!

-¡SeokJin! No la alteres

-¿Que no la altere? Está volviendo a la misma puta locura maldición. ¡Mierda! ESTOY MALDITAMENTE HARTO DE ESTO.

-Marie, ven aquí- Hoseok había aparecido a mi lado y apenas acercó su mano la tomé y aparecimos frente al mar. -Descansa un poco, no vendrán aquí.

-¿Cómo estás tan seguro? Jungkook puede...

-Jungkook está ocupado siendo un idiota, igual que su hermana.- dijo seguro. -Si quieres irte, dejarlo. Dilo, ven a mí y dilo, te llevaré lejos.

-¿En serio?

-Lo juro preciosa. Se que no estás cómoda.

-Me siento vigilada. Presa y... me veo observarme.

-¿En tus sueños?

-Mi cara aparece en mi sueños, mis ojos. Me da miedo.

-¿Tu cara te da miedo?

-Es que mi cara deja ver que sufro. Me da miedo sufrir.

-Entiendo

-Me gustaría morir.

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