Tiempo De...

Capítulo 3

Verla llegar a la cocina, aún débil pero aún así buscándome, fue un triunfo para mí. Desee abalanzarme sobre ella al momento que la vi, pero no era propio de hacer. No con ella aquí.

Me pidió hablar.

Yo también quería hacerlo, saber como es que estaba bien. Porqué no vino aquí si lo estaba. Su cuerpo, estaba lo suficientemente marcado como para dejarme saber que la habían dañado.

Desee acabar con cualquiera, con todos ellos. Antes de siquiera saber o decir más que absurdos, porque ella no es tonta, su primera pregunta fue en base al hada por la que me desvivo en atención. El grito de sorpresa dentro de la casa me alertó.

Siempre fui rápido en reaccionar pero habían pasado ya dos ocasiones donde esta había corrido antes de siquiera notar que algo pasaba.

Cuando llegué esta empujaba lejos un hada y me llené de orgullo, ella había cambiado mucho, era más fuerte, ya no tenía esa mirada asustadiza cuando me mira.

Pero hay algo que no a cambiado, y es que mi cuerpo reacciona al suyo, es como si el peligro que ella corre me afectara a mi.

Lancé lejos quien amenazaba su vida. ¿Cómo se atrevía a tocarla? Quise ir contra el, matarlo. Y me resistí al llamado de atención de Namjoon, pero la mano de Tierra sobre mi brazo fue como un ancla para mí.

La dañé mucho cuando asesiné frente a ella y no podía hacerlo de nuevo.

Aún así no fue mucho lo que me moví, debía mantenerme alerta por si amenazaban de alguna manera su vida, no podía dejar que la dañaran, no luego de todo lo que pasó para llegar aquí.

...

-Yoongi- me llamó, estábamos en la cama, me había asegurado que me acompañaría mientras dormía, ella es así de dulce, aunque yo no lo merezca.

-¿Si Luz?

-¿Por qué estamos aquí?

-Ellos salvaron nuestras vidas.

-¿Agradecimiento?- más bien no puedo alejarme de Mi Florecita aún solo me permita verla. Estaba dispuesto a irme al apenas despertar, pero ella apareció.

-¿Qué te parece vivir en un barco?

-¿En el mar?- asentí

-Mandé a traer el barco, es amplio. Lo dejarán cerca de la orilla.

-Sería agradable. ¿A dónde iríamos?

-No lo se. Podríamos vivir ahí un tiempo.- no soy bien recibido aquí, solo Hoseok habla conmigo, la pareja de castaños, los humanos. Luego de aquello se que no soy bien recibido, solo planeo irme antes de ser echado, pero no quiero irme lejos y no verla.

Si al menos puedo verla mientras toma el sol o pasea estaré satisfecho.

-Gracias

-¿Porqué agradeces?

-Eres tan bueno conmigo. Siempre estás complaciéndome.

-Es porque lo mereces- Tierra se apegó más a mi y aquello fue el detonante para que mi cuerpo descansara al fin. Se relajara.

Observaba las olas golpear con fuerza mientras tomaba el tiempo para pensar, notaba a Tierra nadar mientras me regalaba rápidas miradas.

Desvié mi vista hasta la casa, y ahí estaba ella, tan linda. Llevaba apenas una toalla, la veía llamarme desde la ventana y me vi caminando hacia ella sin pensar en nada más.

-Creí que vendrías anoche- dijo de manera melosa -Creí que me extrañaste lo suficiente como para venir y follarme con ganas.

-Yo...

-Conmigo no tendrías que cambiar, nada de ti. Lo rudo, lo tosco, lo bruto. Yo lo acepto todo.- alejó la toalla de su cuerpo. -¿Recuerda la primera vez que me tomó Amo?- me guió hasta la cama e hizo tomar asiento -Estaba tan excitada- se sentó sobre mi regazo y frotó sobre mí. -Siempre sabe como excitarme, como tocarme- llevó sus dedos a sus pezones y los tocó frente a mí, leves roces. -¿Quiere?- negué, Tierra estaba abajo, en la playa, buscándome lo más probable. -¿No? Debería apartarme entonces.- volví a negar. -Lo sabía, aquí está mi amo. Solo mío.

-Florecita- gruñí contra su boca, no paraba de frotarse, de mirarme con esos ojos deseosos. De tentarme.

-Quiero que me tome Amo. Soy suya. Toda yo.

-Lo sé- me atreví a llevar mis manos a su trasero. Apretarlo, acercarla. -Florecita, yo te...- mi cuerpo era removido con insistencia.

-¿Estás bien?- no, no lo estoy. No luego de sentir esa sensación extraña, como si traicionara a Tierra de alguna manera por soñar así, por desear sentirla tan bien, como antes.

El amor del pasado, la ninfa que me enseñó que soy capaz de amar. Que mi frío y tieso corazón posee la facultad de arder. Mi piel también, todo yo. Ardí por ella al apenas verla.

El amor del presente, ese que me brinda paz, ese que me hace ser mejor. Quien apartó toda la rabia de mí. Quién me alivia la razón.

-Estabas removiéndote- asentí y me acomodé mejor, aún sentí lo duro entre mis piernas. Pero no puedo aliviarlo con Tierra, no si fue otra. Soñar con otra. -Hay algo que quiero hablar contigo Yoongi.

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