Tiempo De...

Final del Segundo Arco

Caminé hasta la ventana y salté una vez la abrí. Decidí que con ellos aquí no lograría mi cometido, todos me mienten. Todos me ocultan cosas, ellos me manipulan.

Esperé tras los arbustos y cuando comenzaron todos a salir en diferentes direcciones rompí la ventana de la cocina y corrí hasta el sótano.

-Sabía que vendrías aquí. Para con esto Marie

-Me manipulan, los escuché. Quizás también hagan aquello contigo, no estoy loca. Lo juro. Mírame, Lluvia- se negaba a hacerlo y lo supe, mientras habláramos alertaba a los demás. -¡Traidora!

Una ráfaga salió de mi, de mis manos. Acabé tirándola contra la pared a la vez que un fuerte temblor movía las cosas, el suelo bajo mis pies.

Un cuadro cayó y dejó ver un escondite, tenía una puerta. Entonces recordé.

Me recordé viéndola mientras Lluvia ocultaba algo de mí, ella tenía algo mío.

-Busca el libro- dijo esa voz en mi cabeza, -El verde- me hizo saber y cuando lo tomaba la mano de Lluvia me tomó, golpeé su rostro y aquella ráfaga regresó hasta que quedó desmayada. Tomé su mano y la coloqué sobre la pantalla, la puerta se abrió dejándome ver aquel frasco.

Es mío

-¡No!- cuando intenté correr este se rompió mientras un polvo blanco salía de él y entraba a mi cuerpo.

-Marie, ven- me llamaba la voz y la recordé, la vi a ella.

Me zafé del agarre de Lluvia y corrí lejos de la casa, lejos de quienes me creyeron loca por decir que te veía.

-Ayúdame por favor. Marie- pedía débilmente.

-Ya voy. Ya voy Madai. Iré por ti.

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