Entre vikingos //Ragnar Lothbrok// //Ubbe Ragnarsson// //Ivar Ragnarsson//

Capítulo 12

Ragnar acariciaba a Edith lentamente, con cuidado de no asustarla aunque sinceramente no era su estilo. La chica no tuvo capacidad de reaccionar pero se dejó llevar. Agarraba con fuerza los hombros del vikingo y exactamente no sabía cómo actuar pero intentaba guiarse por los instintos.

Una mano de Ragnar subió el vestido que llevaba para dormir y se adentro donde lo había hecho ese mismo día. La chica mordió su labio inferior separándose de él cuando la tocó justo ahí. Esas sensaciones eran tan intensas, tan satisfactorias.

Cerró los ojos cuando la besó en el cuello, el roce de su barba le hacía cosquillas y sonrió de pura satisfacción.

Cuando el vikingo subió al completo el camisón y la dejó tal y como había venido al mundo se sintió intimidada. La vista del hombre fue a su cuerpo, al completo, un cuerpo que efectivamente, como había comentado Torstein, era el de una mujer. Ya no era esa chiquilla delgada y que parecía tener menor edad de la que tenía.

Su mano se dirigió al pecho derecho de la chica para tocarlo provocadoramente haciendo que ella se encogiera, quizás por vergüenza o quizás por placer. Había intentado esconderse de su vista pero él negó con la cabeza.

-Por favor no te escondas.

La volvió a besar mientras seguía acariciando el pecho y su intimidad. Ella tocaba con una inexperiencia evidente. Manejaba sus manos un poco alocadas sin saber bien dónde hacerlo y él la guió dejando de acariciar su pecho y agarrando su mano para ponerla encima de su miembro ya abultado debajo de sus pantalones. Ella abrió los ojos con sorpresa y él sonrió.

-Esa es la forma en la que un hombre se siente atraído sexualmente por una mujer.

Ella era incapaz de hablar. No había pronunciado ninguna palabra.

Cuando Ragnar movió su mano con la de la chica sobre el miembro cerró un poco los ojos. En estos últimos años había observado a la chica en la lejanía, había deseado acercarse a ella en mitad del pueblo de Kattegat y besarla. La había deseado.

Bajó sus pantalones y quitó su parte superior para quedar al igual que la chica. Allí de pie al lado de ella totalmente desnuda y tumbada en esa cama le hizo quedar paralizado para admirarla.

Ella pareció encogerse de nuevo, desnuda por primera vez delante de un hombre. Ver a Ragnar así la perturbó, el miembro del hombre estaba en pleno esplendor, erecto. Y todo era por ella.

Ragnar se volvió a acercar y ella dejó su cabeza caer hacia atrás cuando el hombre se posicionó encima de ella. Con su mano dirigió su pene a la estrada húmeda de la chica. Jugueteó justo ahí con su miembro para que ella fuera sintiéndolo hasta que comenzó a entrar. Ella apretó los labios, era un dolor soportable, una sensación extraña, de invasión y él se movió hasta quedar totalmente dentro de ella.

La sentía apretada, húmeda y caliente. Él mismo soltó el aliento sintiéndola envolverle. Paró una vez dentro y la miró a los ojos.

-Continúa Ragnar.

Fue lo primero que escuchó de ella desde que entró en la habitación, y fue suficiente para comenzar a moverse con más seguridad. Gemidos casi inaudibles inundaron la habitación y el sonido de la relación sexual que estaban teniendo era evidente.

Edith comenzó a sentir un placer extraño, algo que nunca había sentido, los ojos intensos de Ragnar la miraban desde encima contemplando sus facciones.

Cuando él daba unos empellones más bruscos que hacían algo de daño a la chica comenzó a sentir una sensación en su bajo vientre. Algo hormigueaba, era un daño placentero hasta que explotó. Sus muslos se contrajeron, era mucho mejor que lo experimentado con él y sus manos, apretaba el miembro de Ragnar con esos impulsos que le contraían todo el cuerpo. No pudo controlar el gemido pero él la besó para que no sonara tan fuerte en su hogar. Ragnar tuvo que esperar un poco más hasta que eyaculó fuera de la chica.