Entre vikingos //Ragnar Lothbrok// //Ubbe Ragnarsson// //Ivar Ragnarsson//

Capítulo 47

Ivar iba a espaldar de Floki. El carpintero había construido algo para Ivar.

-¿Qué es eso?

-Tus piernas Ivar. Son tus alas.

Bajó al muchacho al suelo y éste fue hasta ese carro que el carpintero había construido para él.

Sería tirado por caballos y podría ir sentado para la batalla.

-¿De verdad es para mí?-Estaba tan contento que no lo podía creer.

Floki asintió feliz de verle así.

Ivar río tan feliz que no podía ocultarlo.

Un caballo tiraba del carro y corrió disfrutando de ello. Era lo que necesitaba para luchar, ya no iba a ser más el tullido que había llegado a ser. Ahora podría ser respetado y temido.

-Quiero preguntaros algo. ¿Quién va a ser el líder del gran ejército?-Hablaba Ivar.

-Tal vez no haya un solo líder, haya varios.-Respondió Ubbe.

-Padre decidió llevarme a mí con él a Inglaterra.

-¿Qué quieres decir hermanito?-Ubbe se levantó de aquella cama para acercarse a Ivar.

-Él me dijo que quería que viera por mí mismo las costumbres de los sajones. El paisaje, los edificios, las defensas. Dijo que sería útil cuando volviéramos a vengarle.

-¿Crees que quería que fueras el líder?

Ivar sonrió levemente.

-Creo que está claro. Y trajo a Edith para que me ayudase con ello. Es una gran escudera y es de allí.

Ubbe hizo una leve mueca al escuchar aquella frase.

Ubbe caminaba cuando vio a Margrethe besar a Hvitserk. Sabía que la chica había sido compartida con él y con Sigurd. No sintió celos. No había sido lo mismo que sintió con Edith.

-¡Hvitserk!-Lo llamó cuando la chica se había marchado.

El muchacho se acercó sonriente.

-Hermano. Han venido de Noruega, Suecia y Dinamarca. Todos para vengar a Ragnar. Nunca había pasado nada igual.

-Ivar quiere dirigir el ejército.

-¿Qué? ¿En serio?

-Me lo ha dicho. Cree que padre lo escogió a él.

-Está loco. Bjorn debería dirigirlo.

-Es lo mismo que pienso yo.

-Pues arreglado.

Hvitserk se giró para marcharse.

-¿Qué le decías a Margrethe?

-Le he dicho que yo la amaba. Pero que tú tenías derecho a ella.

Ambos se sonrieron y Hvitserk se terminó marchando.

Edith observaba la escena junto a Ivar. Su mano se posaba en el hombro del vikingo. Ubbe y Margrethe estaban en una ceremonia para desposarse.

-¿Quién entrega a esta mujer a su nuevo esposo?

-Yo.-Se acercó Hvitserk.

Cuando Ubbe cogió el anillo que previamente la mujer que les casaba lo bañó en sangre de un cuenco, Edith apretó el hombro de Ivar. El muchacho giró su cabeza para mirarla. Parecía nerviosa.

-Yo os declaro marido y mujer. Qué los dioses os bendigan y os den hijos y aparten al lobo de vuestra puerta.

Todos celebraron cuando se besaron y Ivar miraba contrariado. La notaba extraña, distinta durante la boda.