Edith, segunda hija de Aelle de Northumbria, llega a tierras vikingas, Kattegat, donde conocerá el miedo, la esclavitud y el amor. Después de vivir una vida acomodada se encuentra con un desafortunado asalto donde conocerá a Ragnar Lothbrok, un viki...
Ivar había vuelto a empezar a llorar por esos dolores que el pobre niño sufría por su enfermedad. Aslaug estaba desesperada de no poder hacer nada por su hijo. Su única solución era Harvard.
El hombre se acercó al pequeño y volvió a pronunciar sus palabras para tranquilizarlo.
-¿Quién eres?-Sé levantó Siggy al ver al hombre como iba a volver a salir del salón.
-Tú sabes quién soy.
-No, no lo sé. Tienes un gran poder. ¿Eres un dios?
-Ojalá. ¿Quién no desearía algo así?
Pero Siggy estaba convencida de que ese hombre escondía su verdadera identidad.
Caminaban habiendo sufrido algunas pérdidas y algunas heridas que los hacían pensar en la muerte, pero habían logrado su cometido.
Volvían al campamento. Porunn parecía estar débil pero su rostro cubierto por una tela y hierbas que Edith había aplicado hacia que la Noruega no fuera a morir, aunque su cara iba a estar desfigurada.
Edith acompañada a Bjorn mientras Ragnar se había alejado.
-Voy a buscar a tu padre. Estaba herido y no se ha curado.
-Está bien Edith, gracias por lo que has hecho por Porunn.
-Aunque su rostro no sea el de antes es la misma persona Bjorn. Eso es lo importante.
-Gracias Edith.
La inglesa se levantó en busca de Ragnar. No había visto bien esa herida, se la había ocultado y quizás necesitaba alguna cura. Caminó por los alrededores hasta que a lo lejos vio una cabellera larga, era Kwentrith. Alguien estaba tumbado, se incorporó un momento y vio a Ragnar. Se quedó paralizada observando a lo lejos intentando ver qué ocurría ahí.
Ragnar volvió a tumbarse y Kwentrith se agachó poniéndose encima de él. Apartó la vista. Ya había visto suficiente.
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No supo cómo pero no se acercó a matarlos a los dos. Volvió al campamento enfadada y se metió en su tienda.
Puso sus manos en la frente cuando se sentó. No, no podía estar pasando. O quizás sí era lo esperado.
Él estaba con Lagertha, parecía amarla, pero le fue infiel con Aslaug, según él porque ella le iba a dar hijos varones, luego le fue infiel a Aslaug con ella durante todo este tiempo. Y no debía sorprenderse, quizás hubo más mujeres. No la amaba. Estaba claro que todo había sido falso y que tan solo había buscado un consuelo sexual en ella.
Era una estúpida, había arruinado su vida siendo su amante. Había desperdiciado todos estos años a su lado para ser solo un consuelo.
-Espera, ¿a dónde vas?-Siggy interrumpió a Aslaug antes de que se marchará.
-Fuera.
-¿A dónde? ¿Con quién?-Sé levantó para ir detrás de ella.
