Capítulo 21

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Ambos reyes hablaban observando por donde los vikingos vendrían.

-Resultará extraño ver cara a cara a Ragnar Lothbrok de nuevo. Cuando atacó mi reino por primera vez y se llevó a mi hija a su tierra, le juré enemistad eterna. Prometí a Dios y a todos sus ángeles  que algún día me vengaría de él.

El hijo de Ecbert apareció y abrieron las puertas.

-¿Y bien? ¿A quién has elegido como rehén? ¿A tu hijo?

-No, no me pareció justo y correcto ponerle en peligro por segunda vez. 

-¿Entonces?

-En realidad...a vos rey Aelle.

El rey Aelle comenzó a reír creyendo que era una broma, pero el rey Ecbert le miraba con seriedad.

-¿A mí?

-A excepción de mí mismo no hay nadie que valga más para los nórdicos. Y no querrán padecer las consecuencias de haceros el menor daño.

-Yo sólo quiero matar a Ragnar Lothbrok con mis propias manos. Cumpliré mi misión.

Los jinetes venían, eran ellos. El rey Aelle bajó para hacer el intercambio.

Floki no iba convencido, pensaba que era un error y que Rollo no debía ser rescatado. Edith miró al carpintero, no era sólo por Rollo.

Ragnar estaba cabreado con las insinuaciones de Floki. No quería que Athelstan fuera rescatado, y a Ragnar le enfurecía, sospechando además que el carpintero estaba de parte del rey Horick.

Edith logró ver a su padre y contuvo la respiración. Estaba casi igual, algún signo de la edad pero lo reconoció enseguida y ella sabía que a ella también.

Ragnar habló y se hizo el intercambio. Edith siguió al vikingo a caballo no sin antes intercambiar una mirada con su padre. La miró y vio su vestimenta y su pelo con trenzas de vikingos y su repulsión fue visible.

Habían cambiado a su hija y no estaba dispuesto a dejarla más al lado de esos salvajes. No habló, pues sospechaba que nadie sabía de su parentesco así que simplemente pasó a su lado y ella emprendió el camino para ver a Ecbert.

Todo el patio estaba formado por ciudadanos y guardia del rey. Los miraban a cada uno de ellos y entraron al hogar de Ecbert.

El rey apareció y les dio la bienvenida. Athelstan estaba con él y los invitó a sentarse en una mesa. Éste vio evidentemente a la hija del rey Aelle, claramente no era vikinga, aunque su peinado y ropa lo fuera. Pelo oscuro y ojos oscuros, nada nórdica.

Edith miró a Athelstan contenta de verle pero la mirada de la Princesa de Mercia hacia Ragnar la hizo no quitar la vista de la mujer. Le miraba con una sonrisa insinuante y le hizo hervir la sangre.

El tratado de paz conllevaba un pago y debían luchar para Kwentrith.

-Acepto la oferta.-Dijo Ragnar.

-Yo también.-Intervino Lagertha a continuación.

Rollo iba a ser llevado de nuevo con ellos y el pago igual.

-Bienvenida Edith.

La mirada de Horick hacia la chica fue interrogante. El rey Ecbert se había referido a ella.

-Oh, espero que tu padre sea tratado bien en vuestro campamento.

Ragnar miró a Edith, él no parecía sorprendido pero los demás parecieron no entender o no queriendo entender las palabras del rey.

-Gracias Rey Ecbert.

-Te ofrecería quedarte en Wessex, pero veo que estás muy integrada con los nórdicos.

Entre vikingos  //Ragnar Lothbrok// //Ubbe Ragnarsson// //Ivar Ragnarsson//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora