Edith estaba metida en las frías aguas de un río. Estaba algo agachada, pues el agua le llegaba por la cintura.
Había llorado en solitario. Su padre la había repudiado siempre, podría ser esa razón que había confesado. Nunca habéis sido su hija. No lloraba por no serlo, lloraba por sentirse sola. A pesar de estar acompañada con toda esa gente. Sentía que su vida había sido una mentira.
Escuchó unos pasos y se giró levantándose rápidamente por si tenía que salir corriendo. Se había alejado del campamento para estar sola. Y cuando Ubbe se quedó paralizado admirando a la muchacha ella se volvió a agachar. No era algo que no hubiese visto, pero no era la situación más normal entre ellos después de Ivar o del matrimonio de Ubbe con Margrethe.
-Discúlpame. Está anocheciendo Edith. Había salido a buscarte, te has venido muy lejos y el agua es fría.
-Estoy bien Ubbe, no debes preocuparte
El muchacho se agachó para coger unas piedras para tener su atención en otra cosa que no fuera el cuerpo de la inglesa.
-¿Te encuentras bien?
-¿Por qué no iba a estarlo?
-Tu padre...
-Ese hombre no era mi padre.
-Quizás lo dijo para repudiarte. No concebía verte con sangre, luchando y junto a unos bárbaros como nosotros.
-No lo tengo tan claro.
Edith sintió que empezaba a temblar. El agua estaba cada vez más fría.
Miró su ropa, Ubbe movió sus ojos hasta su ropa. No parecía querer irse.
Edith subió su mentón y con decisión se levantó y anduvo hasta la orilla. Cogió una manta con la que se secó mientras Ubbe la admiraba.
No le miró pero sabía que se había incorporado y la observaba en silencio.
Cogió su ropa y comenzó a ponérsela de espaldas al vikingo.
No esperaba que se acercase tanto para sentir su calor calentar su cuerpo. Y menos cuando la mano del hombre viajó por su costado hasta la base de su pecho derecho.
Tenía solo sus pantalones y cogía el jersey que se pondría limpio. Miró a Ubbe y lo encaró así. Sus pechos reflejaban el frió que había sentido en el agua y el viento débil que había fuera. Ubbe los miró y se lanzó a besarla. Su mano tocó uno de sus pechos. Edith jadeó fuertemente al sentir el contraste de su calor.
Le pareció escuchar unas voces de unos hombres y se alejó de Ubbe. El vikingo quiso volver a acercarse y ella negó en silencio.
Se puso la ropa superior y comenzó a poner sus botas de la manera más rápida que pudo cuando Bjorn y uno de sus hombres aparecieron a su vista.
Alguien que no supiese lo que había habido entre ellos no sospecharía lo que estaba pasando hacía un instante, pero él sí.
-Está anocheciendo, puede haber animales salvajes. Es hora de volver al campamento.
Ambos asintieron y caminaron. Bjorn iba en otra dirección por lo que al estar a solas Edith aceleró el paso.
-Edith...
-No Ubbe.
-Necesito que me escuches Edith.
-No. Está claro lo nuestro. Ya lo sabes.
-Yo debería ser quien esté molesto. Tú fuiste quién se tiraba a mi hermano cuando yo también lo hacía.
-Por eso mismo. No puede pasar nada más entre nosotros. Menos ahora que te has casado. Aunque ya he escuchado tus aventuras en las que compartes a tu mujer con otro hermano.
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Entre vikingos //Ragnar Lothbrok// //Ubbe Ragnarsson// //Ivar Ragnarsson//
RomanceEdith, segunda hija de Aelle de Northumbria, llega a tierras vikingas, Kattegat, donde conocerá el miedo, la esclavitud y el amor. Después de vivir una vida acomodada se encuentra con un desafortunado asalto donde conocerá a Ragnar Lothbrok, un viki...