Edith, segunda hija de Aelle de Northumbria, llega a tierras vikingas, Kattegat, donde conocerá el miedo, la esclavitud y el amor. Después de vivir una vida acomodada se encuentra con un desafortunado asalto donde conocerá a Ragnar Lothbrok, un viki...
Edith gritaba. Sus gritos resonaban por toda la fortaleza. El parto estaba siendo tan doloroso que creía que en cualquier momento se desmayaría. Su hermana, con una barriga bastante abultada, la acompañaba y las matronas hacían su trabajo.
Después de unas horas interminables, era de noche y había comenzado el parto en la mañana, dió a luz a una niña. Una niña preciosa.
Edith sonreía y lloraba a la misma vez. Judith hizo lo mismo y besó a su hermana en la frente. Era su sobrina, una niña a la que amaría toda su vida.
-¿Cómo se llamará?-Dijo Judith cuando todo estaba más clamado y su hermana estaba ya aseada y tranquila con su hija en brazos en aquella cama.
-La llamaré Jade.
-Un nombre muy bonito.
En Kattegat también había sido padre Bjorn de una niña. El vikingo estaba tan emocionado al verla que cuando la cogió en brazos no sabía exactamente ni qué decir.
Aslaug lloraba en la noche con una pesadilla de la muerte de Siggy y como que sus hijos casi morían ahogados.
Ragnar la observa de pie a un lado de la cama y ella despertó para mirarle.
-Podrías haber yacido con él delante de los niños, me daría igual. Mientras hubieras cuidado de ellos.
Aslaug se levantó, le abofeteó en varias ocasiones y golpeó el pecho del vikingo.
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Él permaneció impasible hasta que ella volvió a acostarte.
-Que duermas bien mi amada.
Aslaug lloró. Ragnar no la amaba, con sus palabras ya se lo había más que demostrado, aunque ya lo sabía desde que él comenzó su relación con Edith o posiblemente lo sabía desde el principio. Ella tampoco había sido Lagertha.
Ragnar se había quedado dormido sentado con sus hijos encima cuando Floki entró llamándolo haciendo que éste se despertara de un sobresalto tirando al mayor de todos al suelo.
Vio a Floki acompañado de un hombre.
-Este hombre es campesino. Y tiene noticias para ti. Sus tierras están en Wessex.
-Ya lo sé Floki. Déjale hablar.-Conocía a ese hombre.
-El hijo del rey Ecbert, Aethelwulf, llegó un día con sus nobles y soldados y asesinó, quemó y destruyó nuestro asentamiento.
-Todo entero Ragnar.-Habló de nuevo Floki.
Ragnar se giró. No podía creer esa traición y pensar en Edith le hizo revolver su estómago. ¿Le habría pasado algo a ella?
-Fue una masacre. Todos los hombres, mujeres y sus hijos. Sólo sobrevivimos unos pocos. Pudimos llegar a la costa. Robamos un barco y navegamos a través del hielo y la niebla. Yo quería morir como mi mujer, mi hija y mi pequeño. Todos habían muerto.
