Capítulo 31

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Todo el campamento hablaba de Ragnar y su conversión al cristianismo. Edith había escuchado murmullos cuando pasaba tiempo con su hija y como la miraban.

Era un secreto a voces de que ella y Ragnar eran amantes y todos creían que ella fue la que le hizo cambiar a sus dioses por los cristianos.

La fiesta que se escuchaba fuera del campamento parecía una de esas que la gente acababa desnuda y copulando en cualquier sitio. Edith agradecía que Fuji, una mujer de uno de los guerreros estuviese cuidando a su hija ajena a lo que ocurría fuera de la tienda.

Ragnar estaba sentado en su cama y Bjorn le observaba serio. Edith estaba al lado del chico observando el estado de su amado vikingo.

-Llegará un día en que serás responsable de nuestro pueblo.-Edith miró a Bjorn, eso parecía una despedida.

-Tú eres el rey.-Contestó el hijo mayor de Ragnar.

-Por ahora.-Miró hacia abajo sonriendo sarcásticamente.-Pero cuando llegue tu hora gobierna con la cabeza no con el corazón. ¿Podrás hacerlo?

-Sí, padre.

-Edith disculpa mi intromisión, tu hija se ha despertado y pide que vayas a verla.

La mujer se levantó y Ragnar asintió. Una vez a solas con su hijo y en el silencio cómplice de ellos dos Ragnar volvió a hablar.

-Hay una cosa en la que solo confío en ti Bjorn.

Su hija estaba llorando y Edith se acurrucó con ella en la cama. Debía estar más presente a su lado y pasó la noche con su hija.

Por la mañana fue a ver a Ragnar y él temblaba.

Por la mañana fue a ver a Ragnar y él temblaba

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-Ragnar tienes que mejorar. No puedes seguir así por favor. Le pido a todos los dioses que te ayuden a que tú salud vuelva a ser la de antes. No puedo seguir viéndote así.

La mujer limpió unas lágrimas que salían de sus ojos.

Los francos reclamaban que se marchasen después de haberle dado los tesoros. Edith permaneció al lado de Ragnar cuando Bjorn entró con el viajero y ese señor franco.

Se levantó limpiando las lágrimas de sus ojos dándole la espalda a los hombres.

-Sí muriese sólo ha pedido una cosa. Recibir un entierro cristiano. Si no lo hacen, no nos iremos.

-Dice que llevéis su cuerpo a la catedral portado por hombres desarmados. Y dirán una misa cristiana por su alma.

Ambos se marcharon y Ragnar cogió la mano de Edith mientras temblaba. Bjorn tocó el hombro de su padre y le miró a los ojos.

-Puedes marcharte con tu hija Edith, yo me quedaré con mi padre.

Cuando la inglesa volvió a la tienda Bjorn la paró antes de entrar. Ella le miró a los ojos y lo supo. Ragnar había muerto.

Entre vikingos  //Ragnar Lothbrok// //Ubbe Ragnarsson// //Ivar Ragnarsson//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora