Capítulo 30

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Los hombres permanecían callados. Edith estaba sentada al lado de su hija con la mirada perdida mientras Ragnar observaba a lo lejos. Había estado orinando sangre y tenía un dolor terrible, pero era el rey y debía comportarse como tal.

Anduvo hasta donde sabía que estaba Floki, a las afueras del campamento con sus creaciones. Allí sentado encima de una de las torres estaba el carpintero.

-¿Cómo está Bjorn?

-Mejor.

-No entiendo nuestro fracaso Ragnar. Yo hice todo lo que pude para que triunfásemos.

-Los otros volverán a intentarlo esta noche.-Dijo alejándose sabiendo a qué se refería Floki, su amigo Athelstan había sido sacrificado.

Lagertha iba a nado sus soldados para no ser descubiertos. Iban atacando en silencio y en las sombras. Hasta que fueron descubierto y atacados pero con menos capacidad de reacción.

Los francos tiraron por el puente un rodillo con pinchos en el que había hombres gritando de dolor pinchados en él. Rollo se agarró a él y saltó por encima para trabarlo. Se enfrentaron cuerpo a cuerpo con los francos y Edith se acercó a Ragnar al verlo vomitar.

-¡Ragnar!

El vikingo parecía delirar. Ella no había ido esta vez a luchar a petición de su rey.

Se agachó para agarrarle y tocar la fiebre que tenía, ardía. Parecía delirar, ver algo que ella no.

-Ragnar por favor para. Quédate quieto.

-No me abandones.

Parecía decirlo a lo que sea que veía.

-Porfavor Ragnar no te muevas, estás malherido.

Ragnar se acurrucó en el suelo cerrando los ojos.

Edith lo llevó como pudo a su tienda y le dio varios remedios para controlar la fiebre pero Ragnar no mejoraba. Temblaba y tosía sin parar. Unas amplias ojeras y la piel pálida le daban tan mala imagen. Edith se emocionaba al verle así de mal, no estaba bien, no tenía signos de mejoría y eso le preocupaba de sobremanera.

Bjorn ya estaba recuperado y acompañaba a su padre y a Edith en la interminable noche.

-Va a mejorar Edith, Ragnar es invencible.

Edith limpió unas lágrimas de su cara y asintió.

-Vuestra hija no quedará huérfana de padre, al menos no todavía.

Edith miró a ese hombre que la miraba. No había reproche en su mirada, parecían unas palabras sinceras.

-No tienes que decir nada.

-Yo no estuve con tu padre cuando él estaba con Lagertha.

-Lo sé.

El chico se levantó y salió de la tienda no sin antes tocar el hombro de Edith.

Ragnar parecía haber mejorado aunque no podía levantarse por el dolor.

-¿Pensaste que moriría?-Preguntó el vikingo.

-Sí. Y espero que no lo hagas Ragnar Lothbrok, por lo menos hasta dentro de muchos años.

-No lo haré Edith. Yo no moriré, aunque me creas muerto siempre volveré a vivir.

Edith sonrió cuando el golpeteo de escudos hizo mirar a ambos. Unos francos se acercaban para hablar con el rey de los vikingos.

-Sindric, me apena verte prisionero y atado, después de todo solo eres un viajero.

Entre vikingos  //Ragnar Lothbrok// //Ubbe Ragnarsson// //Ivar Ragnarsson//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora