Entre vikingos //Ragnar Lothbrok// //Ubbe Ragnarsson// //Ivar Ragnarsson//

Capítulo 39

-Bueno...padre quiere volver a Inglaterra. ¿Por qué no queréis iros con él?

Todos los hijos de Ragnar menos Bjorn cenaban junto a su madre Aslaug.

La sirvienta sirvió cerveza a los hermanos mientras Ivar tocaba el trasero de la chica.

-No está bien tratarla así. Solo es una esclava. Todos la deseáis. Tú también Ubbe.

-Ivar...

-Madre...

La esclava siguió sirviendo ante las cosas obscenas que hacía Ivar cada vez que se acercaba a él.

Ubbe estaba molesto por el comportamiento de Ivar y se marchó en busca de Edith.

La chica acababa de cenar. No había dejado de pensar en Ragnar, en su vuelta. Estaba tan cambiado y lo que sintió al verle le sorprendió.

No era ese entusiasmo que tenía cuando joven. Su corazón se aceleró pero no era por la razón de siempre.

Se dio cuenta que ya no sentía ese amor y devoción por él. Pero sí que le dio pena. Pena de ya no sentir nada por él y por recordar a ese gran amor. Porque sería el amor de su vida. Pero los sentimientos cambian.

Ubbe entraba por la puerta. Y la besó levemente.

-¿Qué tal ha ido?

-Ragnar quiere volver a Inglaterra.

Edith lo miró. Pensó en su hermano y su sobrino. Desde que había huido de allí no había tenido contacto con ella. No sería posible.

-¿Para qué?

-Tan sólo quiere volver. Ivar es el único que le apoya. El muy idiota cree que deberíamos ir. Después se ha puesto a manosear a la esclava.

-¿En serio?

-Te lo he dicho varias veces. Ivar es así. No puedes fiarte de él.

-No vuelvas con lo mismo.

Edith se giró y recogió lo que había cenado.

-He hablado con mis hermanos muchas veces. Les he observado. Sé que Ivar te observa.

-Oh vamos Ubbe.

-Tiene obsesiones y un carácter cruel. Lo sé.

-Ubbe para. No me vas a alejar de Ivar porque te hayas molestado porque apoya a tu padre.

Ubbe se molestó con Edith. No le creía, todo el mundo se apiedaba de Ivar. Pobre Ivar. A él no le engañaba aunque fuera su hermano.

El hijo mayor de Aslaug suspiró y se dirigió a Edith. Alguien llamó a la puerta justo cuando iba a besarla.

-Soy Ivar, Edith. No te asustes.

Edith miró a Ubbe. Hizo una seña para que el mayor de los hermanos se escondiese.

Él hizo un gesto para ir a abrir él la puerta pero Edith lo paró. El muchacho sucumbió ante la cara de Edith cuando volvieron a llamar.

-¿Vas a dejar a un pobre desvalido tirado en el suelo toda la noche?-Dijo en tono divertido.

-Ya voy Ivar. Un momento.

Ubbe se fue a la pequeña habitación de Edith y se escondió detrás de un mueble.

Edith abrió la puerta y vio a Ivar que le sonreía.

-Ivar ¿A qué se debe tu visita?

El muchacho entró arrastrándose hasta llegar a un sillón donde Edith le ayudó a sentarse.