Capítulo 43

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Ragnar se veía en el reflejo del agua que tenía para beber. Había hablado con Ecbert, un navío zarparía ese mismo día con Edith y Ivar. Había pedido despedirse de la chica y de su hijo antes de que se marcharan.

La puerta se escuchó como se abría y Edith entró para hacercarse a él.

-¿Cómo te encuentras Ragnar?

-No creo que me haya encontrado mejor que en toda mi vida.-Dijo con sarcasmo.

Edith se puso en cuclillas para estar a su altura. Miró el reflejo del cuenco. Ella se reflejaba y él la miraba a través del reflejo.

-Mi bella y preciosa Edith. Sigues igual que la última vez que te vi después de marcharme de Kattegat. Incluso creo que más bella que antes si es que puede ser. Comprendo por qué mis hijos se sienten fascinados contigo. Yo también lo estuve.

-Ragnar...-No supo qué decir.

-Lo sé Edith. Sabes lo que me gusta observar en silencio, en la lejanía, y me he dado cuenta. Además Ivar lo confesó. Solo te pido que no les hagas daño al igual que pido que ellos no te lo hagan a ti. Qué no hagan lo que yo hice. Te mereces la mejor vida que se pueda vivir.

-Lo siento Ragnar.

-No hay nada que perdonar. Los dioses nos ponen a prueba, el dios cristiano también lo hace, tienen eso en común. Deben habérselo pasado estupendamente todos estos años conmigo. No sé si ha ocurrido algo con ellos Edith. Pero te pido que escojas para ser feliz.

La muchacha se levantó nerviosa. Después de todo este tiempo con Ubbe en su cama ahora no sabía qué hacer respecto a Ivar. Estaba confundida, nunca le había ocurrido aquello. Había estado mal todo aquello, pero no había podido evitarlo, ambos muchachos eran sus predilectos desde siempre. Y no podía negar su atracción por ellos.

-Hemos venido a tu matadero. Sigo sin comprenderlo.

-La vida es un ciclo. Y ahora me toca irme, con los míos, con Athelstan. Estoy seguro que lo volveré a ver. Ya estuve a las puertas del valhalla, lo vi. Pero finalmente volví a la vida y me di cuenta que había llegado mi momento de partir.

-¿Y en serio te van a llevar ante mi padre?

-Creo que es lo mejor.

-Ecbert te está vendiendo a él. Por todo lo ocurrido en Northumbria y por mí te matará de la forma más cruel que se le ocurra.

-Si ese es mi destino...

Edith reprimió esa angustia que estaba a punto de brotar en lágrimas.

Se agachó y abrazó a Ragnar fuertemente.

-Gracias Ragnar. Gracias por haberme amado, por darme una hija que fue mi mayor tesoro y por haberme convertido en la mujer que soy. Sino ahora mismo estaría rodeada de niños en una corte de un marido al que no habría amado nunca. Yo te he amado, tan fuerte que me dolía el corazón.

Ragnar apretó el abrazo a la muchacha. Siempre la amaría.

-Cuida de mis hijos Edith.

Ella se alejó de él y se marchó para mirarlo de nuevo desde la puerta. Sería la ultima vez que le viese.

Cuando la llevaron a ver a Ivar el muchacho estaba en su habitación.

La miró con esos ojos grandes y azules. Los dejaron solos y se acercó hasta unos pasos de él que permanecía en la cama.

-No sabía si te encontrabas bien, Edith. Me alegra saber que lo estás. ¿Sabes cómo está padre?

-Lo he visto. Está...bien.

Entre vikingos  //Ragnar Lothbrok// //Ubbe Ragnarsson// //Ivar Ragnarsson//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora