Capítulo 32

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Aslaug se dirigía al vidente, la vuelta de Ragnar con Edith viva era algo que no soportaría más.

-¿Qué quieres?-Le preguntó el hombre desfigurado mirando a Aslaug.

-¿Quiero saber si una mujer tomará las riendas de Kattegat?

-¿Tras la muerte de Ragnar?

-Sí.

La mujer quería saber si cuando Ragnar muriese, ella sería la reina, necesitaba saberlo para poder acabar con Edith.

-Es imprudente pensar en la muerte de un rey.

-Quiero saberlo.

-Sí lo he visto, una mujer mandará un día en Kattegat.

-¿Seré esa mujer?

El sabio rió ante tal pregunta.

-Comoces la verdad pero no la dices.-Le recriminó.

-Ya he hablado demasiado. Los dioses están aquí observando.-Advirtió a Aslaug ante tales preguntas.

Ragnar había llegado muy enfermo a Kattegat, permanecía en la cama dormido gracias a las hierbas que le preparaban.

El vikingo había llegado a ver la puerta del Valhalla, donde aquellos amigos desde dentro de aquel salón reían y disfrutaban de una fiesta y en la que a lo lejos escuchaba como se alegraban de verle. Pero las puertas se cerraron y no logró entrar gracias a que aún no había llegado su momento.

Edith por su parte cuando apareció ante la vista de los demás hijos de Ragnar, los niños corrieron hasta ella. Ivar iba en un carro tirado por Ubbe y Hvitserk, Sigurd iba un poco más rezagado al ser más pequeño.

-Mis niños favoritos.

Abrazó a los más mayores con su hija aún en brazos. Se acercó a Ivar para dejar a su hija ahí dentro y tocar con cariño la cabeza del pequeño. El niño no podía caminar y seguiría así toda su vida. Sigurd abrazó también a Edith mientras ella permanecía agachada.

-Te hemos echado de menos Edith.-Habló Hvitserk.

-Yo yo a vosotros pequeños.-Observó a los niños.-Ubbe estás tan mayor. ¿Cómo habéis crecido tanto?

Ubbe tenía una admiración infinita por Edith. Era una mujer joven, con facciones suaves pero a la vez de guerrera, había sentido una devoción por ella que no había llegado a entender en su corta edad.

La hija de Edith tocaba el rostro de Ivar y el niño reía.

-Con cuidado Jade.

La niña aún era pequeña, pero parecía entender que no podía golpear a Ivar.

Bjorn había convocado a todos para hablar desde encima de un montículo de rocas.

Edith miraba hacia arriba mientras lanzaban monedas.

-Lloramos a nuestros muertos, pero estamos orgullosos de lo que hemos conseguido. Ésta es la cerradura de las puertas de París.-Enseñó un trozo de madera que habían arrancado de París.-La arranqué con mis propias manos. Paris nos ha hecho a todos ricos. Ser rico solo significa una cosa, poder cumplir los sueños. Nada podrá pararnos.-Los hombres jaleaban a Bjorn.-Ragnar está muy enfermo y podría morir. ¿Pero quién es nuestro rey?

-¡Ragnar!-Gritaron todos.

-¿A quién debemos lealtad? ¿Y a quien debemos gratitud?-Contestaban Ragnar.- Ragnar ha demostrado siempre gratitud a aquellos que confían y creen en él. Por ejemplo a su fiel amigo el monje inglés Athelstan. Que le enseñó a entender muchas cosas. Ragnar siempre ha dicho que llegamos a París gracias a Athelstan. Por tanto, debemos apresar a Floki por asesinar a Athelstan.

Entre vikingos  //Ragnar Lothbrok// //Ubbe Ragnarsson// //Ivar Ragnarsson//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora