((PENÉLOPE))
No podía moverme. Apenas pude abrir los ojos y la luz del día me penetraba la cabeza como si de púas se trataba.
Mire mi celular y era casi medio día, como pude me levanté al baño y Vi mi reflejo en el espejo. Cristo amado, me veía del asco.
Despeinada, maquillaje algo corrido y hasta la baba pegada a mi cachete, era un completo desastre.Luego de una larga ducha fría y un par de pastillas para el hígado, salí a preparar algo de café.
Al llegar a la cocina mire la puerta de entrada y me llegó una imagen de la noche anterior.
¡Mierda! El vecino, el escándalo y la queja.Dass apareció en la cocina para agarrar algo de agua, nos miramos decepcionados el uno del otro.
- ¿Aidan está vivo? -- pregunté algo burlona.
- Modo Zombie ¿Tu que tal estás?.
- Pidiendo perdón a la vida. -- conteste con todo mi interior revolviendose.
- Por un momento pensé que meterias al vecino a tu habitación. -- agregó Dass.
- ¿Y por qué tendría que haberlo hecho? - pregunté más confundida que al principio.
- Tensión sexual, hija. No estaba tan ebrio para ver cómo se miraron.
- Estás delirando. Es más, ahora que lo mencionas, estamos en problemas. Dijo que presentaría una queja a la administración del edificio para que nos boten de aquí. -- recordé textualmente sus palabras.
- ¡Ay pero que viejo más amargado! No es para tanto, mejor salgamos a desayunar -- terminó dejándome ahí parada.
La mañana pasó sin tanto preámbulo.
Decidimos caminar y conocer la ciudad un poco, así quitabamos un poco la resaca.Madrid era preciosa. Una ciudad bastante intrigante y llena de arte. Museos por aquí, galerías por allá, auditorios y teatros por doquier.
Lugares bastante arquitectónicos y plazas muy bonitas con músicos callejeros era lo que tenía para guardar en la galería de mi celular.De regreso a casa paramos en un market, debíamos hacer compras de comida, uso personal y demás.
En la fila para pagar, me percaté de una cara conocida que figuraba la portada de una revista de 'Personas Influyentes'.
La foto era en blanco y negro, pero eso no le quitaba mérito, se veía jodidamente sexy.
Estaba cruzado de brazos y su mirada me decía que era el dueño del puto mundo, podía ser mi dueño si es que no fuese tan amargado.-- Niña, muevete. -- me despertó una señora de avanzada edad en un leve empujón.
Salí corriendo detrás de mis amigos que iban riéndose de mi.-- Tienes que salir con babero. -- comentó entre risas Dass.
-- ¿No tuviste revistas cuando eras adolescente? -- continuó Aidan.
-- No es eso -- me sentía avergonzada-- ¿Vieron quien estaba en la portada como persona influeyente?
-- Ni idea, pero de seguro estaba bien bueno el señor porque le hiciste el amor a esa revista. -- ambos rieron.
Deje de hablar del tema, pero me quedé con la imagen en mi cabeza.
Habían dos opciones, realmente el tipo estaba demasiado bueno que me despertaba tantas sensaciones o era mi falta de sexo que me hacía delirar.
•
•
•-- ¡Maldición! - expresó Aidan frente a la puerta del departamento.
-- ¿Que sucede? - preguntamos al unísomo Dass y yo.
-- No encuentro mis llaves, abran ustedes -- nos miramos entre todos. -- ¿Que pasa? ¿Tampoco llevan sus llaves?.
-- Baby, no traje las mías porque pensé que tú tenías las tuyas -- contestó Dass lanzandome una mirada esperanzadora.
-- O sea, yo no traje las mías pensando que ustedes traían las suyas -- me excusé tontamente porque siempre fui número uno en olvidar las llaves.
-- Honestamente, no se ni por qué te pregunto a ti por tus llaves cuando sé perfectamente que nunca las llevas -- dijo impaciente Aidan mientras se frotaba la sien -- baja a administración y pide una copia, por favor.
Y eso hice, sin refutar.
Llegué al mezanine del edificio, pero el encargado de llaves había salido un momento, así que me senté a esperar.
Habían pasado algunos minutos y empezaba a inquietarme así que decidi caminar hacia la entrada para preguntarle al portero por alguna otra forma de poder entrar a nuestro departamento, pero no llegue a tal acción luego de que la puerta principal se abriera dándome un estrellón en la frente. Caí estrepitosamente de nalgas al piso.
-- ¡Fuck! ¡Lo siento! No te Vi de salida, perdón -- escuché una voz bastante arrepentida y avergonzada.
Mantuve mis ojos cerrados fuertemente y lleve mi mano izquierda hacia el golpe como si ello aliviaría el dolor.
Inmediatamente sentí una mano sobre la mía.-- Déjame ayudarte por favor, déjame ver si te lastime gravemente -- que agradable tono, su voz estaba más grave, pero más dulce a la vez.
Saque mi mano de mi frente y acto seguido abrí los ojos.
Olvide todo dolor y cualquier otra cosa al segundo que ví esos ojos marrones examinando muy de cerca mi cara.
Volvía la tensión.
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Entre Fogones (Pedro Pascal) - TERMINADA
FanfictionPenélope es una joven estudiante de gastronomía que deja su vida atrás por lograr sus sueños. Una oportunidad tocando la puerta le traerá nuevas experiencias y emociones. Entre esas estará Pedro, un reconocido chef chileno que no pierde tiempo en re...