Capítulo 9

141 16 3
                                    

Sostuve la foto por algunos segundos, de esos segundos eternos.
Habían pasado cinco años y ya no pensaba en lo que pude haber hecho mal. ¿Pero por qué me estaba atormentando eso en ese momento?

»Apenas llevábamos el primer año de casados, era el hombre más feliz.
Me he casado con la mujer de mis sueños.

— ¿Que pasa? — preguntó ella al notar que la miraba con cara de adolescente enamorado.

— Eres preciosa, Tamsin.

— Sabes que odio que me llames por ese nombre.

Pero me gusta, nadie te llama así... No me gusta llamarte como lo hace el resto — le di un sorbo a mi café  y volví a mirarla con una sonrisa.

— Tienes cara de enamorado.

— Lo estoy, de ti.

— ¿Aún después de tanto tiempo?

¿Que clase de pregunta era esa? ¿Acaso el amor tenía fecha de caducidad?

— Olivia... — sonreí tratando de disimular mi confusión ante tal pregunta — he vivido enamorado de ti desde que nos conocimos en la universidad, siempre fuiste mi crush. Incluso ahora, esos sentimientos son más fuertes por ti, por algo te pedí que seas mi esposa.

Intenté agarrar su mano por encima de la mesa, pero ella fue más rápida... La alejó.

— Solo era una pregunta cómo cualquier otra — rió nerviosa — ya sabes lo que dicen... El tiempo mata todo.

 El tiempo mata todo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Sentí una punzada en el pecho al recordar cómo no pude verlo con tantas señales. Todo estaba ahí, tan claro, pero el amor que sentía por ella me tenía ciego.

Volví a meter la foto en el cajon, lo cerré con llave y camine hacia la terraza.
Encendí un cigarrillo antes de que las emociones me hicieran pedazos e intentara quedar en estado etílico.

Saqué mi celular del bolsillo para llamar a Nina, necesitaba descargarme y ella era la que siempre estaba dispuesta a esas horas, esperaba que no esté enojada por lo que pasó hace unos días, pero entró una llamada de Simon el oportuno.

— Estoy pensando en el problema... Si es que llamas por eso — dije apenas contesté la llamada.

— O sea, si, pero quería saber cómo estabas. Te Vi salir con apuro y algo preocupado.

— Pues ¿Que quieres que te diga? — sentía punzadas en el pecho, con todo lo que pasaba no podía sentirme tranquilo.

— ¿Algún plan?

Entre Fogones (Pedro Pascal) - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora