CAPITULO 44

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Pov: Christopher

Ya me arruinaron el puto día y ahora se lo arruine yo a ellos. Veo la puerta y a mi hijo dormir y los malditos recuerdos me invaden.

Las veces que esperaba a que Alex llegara de trabaja y me acercaba a él pero me echaba porque venía con una mujer.

La infinidad de juguetes que me rompió enfrente mío cuando le pedía jugar, o estaba jugando cerca de él y decía que le harta mi maldito ruido.

La estoy cargando, porque a diferencia mía el me insiste más de una vez, pero al final como dijo Atenea, se cansa.

Pero ya después lo arreglaré, siempre es igual se cabreará al despertar, le dará lo que quería y ya.

Me dedico a terminar, termino los planos y contesto los correos de los hoteles y la central, al final no me toma más de una hora. Atenea aún no vuelve, Emiliano aún sigue dormido y no sé qué hacer, así que me doy un baño.

Al salir sigue igual, ya que ninguno está adelanto todo para mañana, pero es igual de rápido solo tardo otra hora, ya son las 8:30 empiezo a creer que Atenea no va a volver. Pienso y me equivoco porque justo abre la puerta.

Entra muy despacio, deja su bolso y unas cinco carpetas en el sillón y se mete al baño, poco después la ducha es abierta. Emiliano se comienza a remover, hasta que se despierta, pero se queda en esa posición.

Cuando escucha que la puerta toca gira rápidamente, entra el doctor y me da una punzada de ver mi hijo sonríe al verlo.

— Hola pequeñito, buenas noches te traigo tu medicamento y una ligera cena.

Entra con carrito y se frena al verme.

— Buenas noches a usted también señor Morgan, vengo a darle los medicamentos y cena a su hijo.

No le contesto, le da todo hasta que Atenea sale.

— Buenas noches doctor.

— Atenea buenas noches, ya le di los medicamentos y solo falta su pequeña cena.

Explica los progresos de Emiliano y que muy probablemente lo den de alta el sábado.

— Eres muy valiente pequeño, todo un guerrero.

— Glacias— mi hijo se pone rojo y esto comienza a hastiarme.

— Me retiro, que pasen buena noche.

Termina y se va, no me acerco solo lo veo comer su fruta y pancakes, Atenea le da leche pero no se queda dormido, cuando terminan ella va a desmaquillarse.

Emiliano evita verme y sé que es parte de su rabieta.

— ¿Quieres que veamos una película? — pregunto desde mu lugar y comienzo a buscarla, porque sé que dirá que sí.

No contesta, así que lo vuelvo a ver, y sus ojos me escudriñan, pero al final solo niega.

— Ya vol a domil— jala la manta, se coloca el chupete y se gira abrazando a su lobo.

¿Qué mierda? Jamás se había negado, entre más tarde se durmiera era lo mejor para él. Creo que es un maldito juego pero no, me acerco y realmente se quedó dormido.

Atenea sale con su pijama, y acomoda las almohadas en el sofá que dormimos, ahora que la veo bien me percató de las marcas moradas bajo sus ojos, podría jurar que bajo aun más de peso, tanto que las costillas comienzan a marcarse. ¿Cómo mierda no me di cuenta antes?

Alex le llama, igual que Regina, Reece y su Abuelo, habla un poco con cada uno de ellos hasta que al fin se acuesta.

— ¿Comiste? — preguntó y se queda callada un momento.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora