Siempre fuiste tú

CAPITULO 28

Pov: Atenea

Decir que me enoje es poco, realmente no sé qué este haciendo mal, todo lo que hago es con el fin de ayudarlo, para que se dé cuenta que no está solo... pero creo que lo estoy empeorando más.

— Entonces el director de hospital me dejo acompañarlo en la operación del niño y me felicito por mi buen trabajo— termina de contarme sus experiencias.

— Estoy muy orgullosa de ti little butterfly, tienes todo para brillar, y no me cabe duda de que serás la mejor en todo lo que hagas.

Llegamos al restaurante, bajamos y puedo ver a mis tíos en la entrada, mis abuelos tuvieron tres hijos, mi tío Sebastián, David y a mi mamá.

Mi tío David se casó con mi tía Dalia, tuvieron tres hijos Dánae y dos gemelos Daniel y Damián, de 24 y 13 años. Mi tío Sebastián el solo se encarga de disfrutar de la vida sin hijos y sin compromiso.

Christopher me toma de la cintura y empezamos a subir las escaleras.

— Mami ¿mi dobo? — pregunta me bebé y solo espero que padre lo haya traído.

Veo a Christopher y se lo entrega.

— Ahí está la pesada de Dánae— murmura Olivia.

La relación entre Dánae y yo siempre fue fatal, todo el tiempo busca competir y siempre quiere hacer sentir mal a mi hermana.

— No le hagas caso butterfly.

— Llegan tarde— acusa Dalia.

— No, ustedes llegan muy temprano, vamos adentro— le dice Rodrigo.

El restaurante está casi vacío y la mesa es enorme, antes de sentarme le doy un beso a mis tíos y a los niños, lo cual no le gusta mucho a mi bebé.

Elegimos un asiento pero mi abuelo me detiene.

— Tu acá princesa— sonríe— Hoy no solo festejamos mi cumpleaños, sino el que estés aquí, y la bienvenida de Christopher y vuestro bebé a la familia.

Mi abuelito tan lindo como siempre.

Me siento a su derecha con Christopher a mi lado, y mi bebé en mis piernas en lo que traen una silla para él.

Los meseros se acercan a tomar la orden.

Aunque en estos momentos y le quiero romperle un plato en la cabeza no puedo evitarlo...

— Las pastas de aquí son lo mejor— le murmuró y sonríe al ver que le hable.

— ¿Quién es el hombre que está a lado de tu mamá? — murmura el también.

— O cierto, se me olvido presentártelo, es Gabriel, la pareja de mi mamá.

Asiente. Pedimos lo de nosotros y lo de Emi.

— Para tomar dos botellas de vino tinto y jugo de manzana para los niños— dice mi abuelo, siempre se acostumbra a que el elija que vamos a tomar.

— Yo no quiero vino, así que una Coca-Cola para mí por favor.

Todos en la mesa me ven raro, jamás le diría que no al vino y mucho menos cambiaría la "tradición" tan absurda que se inventó mi abuelo. Se van y trato de ignorarlos.

— Cuéntanos sobrina como se conocieron— pregunta la mujer de mi tío.

— En nuestro trabajo— me limito a decir.

— ¿En cuál?, es que ahora que los veo me resultan familiares.

— Eso es porque es hijo de Alex— le dice mi mamá.