Pov: Atenea
En camino con Alex el pequeñito no ha dejado de llorar escondido en mi cuello, solo le doy caricias en su espaldita esperando a que se tranquilice.
Me encuentro fuera de la oficina y se me hace raro que no haya ningún guardia, pero de todos modos entró.
— Bebé no quieres un poquito de agua— le preguntó al niño ya que lleva mucho tiempo llorando y puede deshidratarse.
Asiente e intento dejarlo en el sofá, pero se aferra más a mí y llora con más intensidad.
— Shhh tranquilo, tranquilo, vamos por el agua juntos— me acerco al frigobar y tomo una botella de agua.
Saco su cabecita de mi cuello y lo acomodo en mi cadera para que pueda darle de tomar.
Poco a poco el llanto va cesando, con un pañuelo le limpio los ojos y los moquitos. Me paseó con él por toda la oficina hasta que decido romper el silencio.
— ¿Cómo te llamas pequeño? — le pregunto y me observa con la tormenta en sus ojos.
— Me lamo Emiliano— me dice apenas en un susurro — ¿Tú cómo te lamas? — pregunta ahora él.
— Me llamo Atenea, Atenea Guzmán de la Torre — le digo sonriendo.
Tomo asiento en el sofá con el recostado en mi pecho, decido mandarle un décimo mensaje a Alex, pero como aún no los ve optó por llamarle.
— ¡YA TE DIJE QUE SI AÚN NO ME TIENES UNA SOLUCIÓN NO ME MARQUÉS! — me grita apenas contesta.
— Primero que nada cambia ese tono que a mí no me hablas así, segundo llevo mandándote mensajes desde hace rato y ni siquiera los has visto — le digo tratando de no gritarle para no asustar al niño.
— Perdóname A, no ví quien era antes de contestar, estoy un poco ocupado ahorita, ¿Qué necesitas? — pregunta.
— Hace rato iba para el comedor, en el camino encontré a un niño en un cuarto de servicio, el pequeño no sabe cómo encontrar a su papá, vine a buscarte de hecho estoy en tu oficina, quiero que me ayudes, no sé pon a tus guardias, a la tus soldados, a quien sea para que busquen al papá, el niño apenas dejo de llorar pero no dudo que en cualquier momento empiece de nuevo— le digo tan rápido creo que no me ha entendido.
— Haber, haber más despacio, ¿cómo que encontraste a un niño? — pregunta.
— Si Alex, encontré a un niño en un cuarto de servicio— le vuelvo a decir.
— ¿Y dónde están? ¿Estás en mi oficina? — vuele a preguntar haciéndome rodar los ojos.
— Que si Alex, ¿es que acaso no me estás escuchando, o qué diablos te sucede? — le digo comenzando a desesperarme.
— Voy para allá, no se muevan de ahí— me cuelga.
Eso fue extraño, pero de todos modos no me iba a ir sin antes verlo.
No pasan ni 5 minutos cuando veo el ministro junto con el coronel entran a toda prisa a la oficina, lo que hace que me ponga de pie.
Christopher inmediatamente se acerca a mí, yo abrazo más al bebé hasta caigo en cuenta en el parecido de los dos. N.O. P.U.E.D.E S.E.R, cómo fui tan idiota para no darme cuenta que es su hijo.
Dejo que Christopher me lo quite de los brazos, estando aún en shock.
Holaa ¿qué tal les está pareciendo?
Si tienen alguna sugerencia no duden en dejarla 💗
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Siempre fuiste tú
General FictionAtenea Guzmán de la Torre: Una mujer perfecta no solo físicamente, con tan solo 25 años de edad es una empresaria multimillonaria exitosa, también es una de las mejores comandantes que la FEMF ha tenido. Christopher Morgan Harts: Un hijo de puta (có...