Siempre fuiste tú

CAPITULO 3

Pov: Atenea

Odio la impuntualidad, pero hoy no sé qué me sucedió, llegó casi corriendo a la sala de reuniones y sé que me espera un regaño por parte de Alex. Estoy por tocar pero escucho una voz que hace que se me mojen las bragas al instante.

- Porque no nos dejamos de tantas habladurías y mejor nos concentramos en lo que realmente nos interesa a todos y eso es el quien se va a ser el nuevo comandante - dice aquella sexy voz y me doy cuenta de que llegué justo a tipo. No me lo pienso más así que llamo a la puerta.

- Bueno coronel, contestando su pregunta, me enorgullece anunciarles que quien tomará el cargo será la comandante Atenea Guzmán de la Torre- escucho a Alex y enseguida la puerta es abierta.

Entro a la sala segura de mí misma, entonces veo al hombre de la voz orgásmica, y sin duda sé que se trata de Christopher, el hijo de Alex y Sara, ¿Cómo lo sé? fácil los genes Morgan son inconfundibles.

Un carraspeo nos saca de nuestros pensamientos, Christopher alza la mirada conectando con la mía.

- Princesa tienes que presentarte- me murmura Alex

- Buenos días, me presento Soy la comandante Atenea Guzmán de la Torre, pero eso ya lo saben- hago una pequeña pausa- Soy mexicana, acabo de ser transferida de la central de Alemania y como el ministro lo menciono yo seré la nueva comandante.

Todos en la sala se levantan para hacerme un saludo a modo de bienvenida.

- Prefecta cómo siempre mi princesa - me susurra Alex sacándome una pequeña sonrisa.

Nos encaminamos a nuestros asientos, Alex me ayuda con el mío antes de ir al suyo, quedó a la derecha de Alex y en frente de Christopher y me es inevitable no cruzar las piernas.

La reunión prosigue solo me explican las misiones que se están llevando, trato de prestar atención pero el sentir la penetrante mirada del coronel no ayuda mucho.

Al fin termina, todos empiezan a salir y me pongo de pie para hacer lo mismo hasta que escucho la voz de Robert.

- Comandante Guzmán, es un placer al fin conocerla, he escuchado mucho sobre usted - sonrió con arrogancia, contestando con un gracias.

- Permítame enseñarle toda la central y también su nueva oficina- se ofrece, pero es interrumpido por el coronel.

- Comandante, tengo entendido que debe ser transferido el día de hoy, ha de tener muchas cosas que resolver todavía así que no sé preocupe, yo me encargo de enseñarle la central y su oficina- le dice Christopher pero este también es interrumpido.

- Bueno caballeros gracias por sus ofrecimientos pero ninguno de los dos lo hará, me encargaré yo personalmente, así que vayan a sus actividades- la situación me resulta divertida pero necesito hablar con Alex así que decido intervenir.

- Muchas gracias a los dos pero creo que es mejor que el ministro me acompañe, de hecho aún tenemos un asunto que tratar- digo para salir con Alex detrás mío.

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Decidimos empezar por la oficina, una vez entrando soy la primera en hablar.

- ¿Por qué no me habías dicho que tu hijo estaba jodidamente follable? - le pregunto.

- Que te puedo decir, el gen Morgan es perfecto- se encoge de hombros y sonríe con arrogancia, ruedo los ojos ante el maldito ego que porta está familia.

- Pues será un 50/50 porque Sara también es preciosa, por no decir perfecta- sonrió ante la mención de aquella mujer que tanto quiero.

- Estoy feliz de al fin tenerte aquí muñeca y sé que ella enloquecerá cundo te vea- me dice Alex

Estoy por contestar pero su celular suena y se aparta un poco para contestar, mientras yo tomo asiento en la silla de escritorio, me pongo a dar vueltas en ella, paro cuando lo veo tensarse.

- ¿CÓMO QUE NO SABES DÓNDE ESTÁ? - le grita a quien sea que esté del otro lado de la línea.

Le gritan algo y después cuelga. El pecho de Alex sube y baja con violencia.

- Oye, oye no sé qué haya pasado pero trata de calmarte- me acerco a él rápidamente

- Me tengo que ir mientras instálate, tu asistente llegará como en 1 hora, si necesitas algo mándame un mensaje, te veo en un rato- me da un beso en la frente y se va casi corriendo.

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Llevo casi 20 minutos acomodando mis cosas por toda la oficina, estoy por contestar mis correos pero me percató que olvide mi laptop en el auto, tomo mi bolso y me dispongo a ir por él.

Camino al elevador mientras me doy cuenta de que todo mundo me observa mientras murmuran entre ellos, me encanta ver el efecto que tengo en las personas.

Llego al parking, tomo mi lap y ahora decido ir por la escalera para pasar a la comedor por algo de tomar. Voy pasando por un cuarto de servicio pero me detengo al escuchar unos pequeños casi inaudible sollozos.

Abro la puerta encontrando a un pequeño llorando echo bolita.

- Hola pequeño, ¿te puedo ayudar en algo? - me pongo en cuclillas frente a él.

Alza su carita y me mira con unos hermosos ojos grises, y con un tierno puchero.

- N-no encuentlo a mi papi, hace lato me distlaje poquito y cuando me di cuenta ya no estaba con la mujel que me estaba cuiando- empieza a llorar con más fuerza.

- Ven pequeño yo te voy a ayudar a encontrar a tu papá- abro mis brazos y él no duda en lanzarse a mí, lo abrazo y me levanto con él en brazos.

Al salir del cuarto sacó mí celular para mandarle mensajes Alex y que me ayude a encontrar al papá de este hermoso bebé.