Pov: Atenea
Termino de peinar mi cabello, me doy el último vistazo en el espejo salgo a preparar el bolso de Emi mientras Christopher se ducha.
Una vez dejo todo listo tomo a mi niño en brazos, cada día está más bonito, lo siento tan pequeñito, tan indefenso que a veces solo quisiera meterlo en una cajita de cristal y que nadie le hiciera daño.
Dejo subes besos en sus mejillas rositas y al levantar la mirada me encuentro con la del coronel viéndonos fijamente ya vestido.
- ¿Quieres que te lleve? - niego porque si se desvía llegara tarde.
- No amor, hoy es un día muy importante y también bastante ocupado para ti así que no te quiero distraer más.
- Esta bien, pero iré por ti- toma su reloj y celular terminando de arreglarse.
- ¿Estás seguro de que si puedes cuidarlo hoy? - pregunto acercándome a él con mi pequeño retoño en brazos.
Esta tan dormidito qué hasta su boquita la tiene abierta.
- Si, pásamelo- hago lo que pide y me sorprende que se comienza a despertar.
- Shh- lo calmo dando palmaditas en su espalda cuando ya lo tiene su papá.
- Es mejor que te vayas, él se va a volver a dormir- asiento y tomo su nuca pegando nuestros labios, a Emi le doy un beso en su cabeza pero gran error.
Se comienza a remover, sus ojitos se abren de par en par y levanta su cabecita separándose de su papá.
- Mami...- murmura y baja la mano al abdomen de su papá en busca de sentir mi vientre.
- Vete ya o será peor- pide Christopher y ambos porque ambos sabemos lo que pasara.
Tomo mi bolso y antes de abrir la puerta Emiliano ya está llorando.
- ¡Mami! - sigue adormitado pero busca bajarse de su papá- ¡Mami epela!
- Tu madre irá a trabajar, solo despídete de ella- lo pone en el suelo, aun adormitado y soñoliento corre por su peluche y después hacia mí.
- Te quedas con papi hoy- me agacho a su altura y el niega.
- Yo quielo il co mi bebé- toca mi vientre.
- Mi amor...
- ¿Quieres llevártelo ¿O que se joda y me lo quedo?
- ¿No te molesta? - niega, y quizás no le moleste pero sé que le ha de doler la indiferencia qué mi hijo se carga con él.
- Los veré en la tarde- me ayuda a levantarme y une nuestros labios.
Emi se abraza a mis piernas es espera paciente hasta que su padre lo alza. Se ven por un par de minutos hasta que Emi le da un beso en su nariz.
- Pórtate bien- -ordena. Por un momento espera respuesta pero no la hay.
- Lo amamos mucho coronel- satisfecho con eso se va y no tardó mucho en irme yo también.
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Al llegar el lugar ya se encuentra lleno de personal, todos arreglando las oficinas y espacios qué muy pronto ocuparán.
Claramente Santiago ya se encuentra aquí, emocionado se acerca, le damos un vistazo a su oficina y después me acompaña a la mía para ponernos al día.
- Todo esta perfecto, solo falta que firmes todos los documentos, léelos, tu abogado ya está trabajando en los contratos, el personal qué he contratado se instalará poco a poco. Pero conoces los procedimientos, yo me encargo de eso.
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Siempre fuiste tú
General FictionAtenea Guzmán de la Torre: Una mujer perfecta no solo físicamente, con tan solo 25 años de edad es una empresaria multimillonaria exitosa, también es una de las mejores comandantes que la FEMF ha tenido. Christopher Morgan Harts: Un hijo de puta (có...