CAPITULO 15

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Pov: Christopher

Al bajar del auto no pierdo tiempo para entrelazar nuestras manos. Todo el camino escuchamos música mexicana, no sé qué generó sea pero jamás me hubiera imaginado que a ella le gustará eso.

— Señorita de la Torre, buenas noches— saluda la recepcionista.

— Buenas noches.

— Su mesa está lista síganme por favor— dice la mujer nerviosa y sonrojada, solo que no sé si es por Atenea o por mí.

— En un momento vendrán a tomarles su orden, que disfruten la velada— deja las cartas y se marcha.

— ¿Quieres que te ayude con tu asiento?

Sonrió negando con la cabeza, sin embargo la ayudo yo con el suyo.

Me siento a su lado y empezamos a ver la carta. El mesero no tarda en aparecer.

— Buenas noches, señores ¿ya saben que van a ordenar?

— Yo voy a querer lo de siempre por favor, y mi pareja...— se gira a verme y en seguida se sonroja al darse cuenta de lo que ha dicho.

— Lo mismo que ella.

— Ok, en un momento se lo traemos compromiso— se larga.

— ¿Vienes seguido a comer aquí o como es que ya saben que es lo de siempre? — pregunto alzando una ceja.

— Soy la dueña del lugar— sonríe con superioridad.

— Entonces eres, empresaria, diseñadora de modas y no solo eso sí no que también eres la comandante más joven de FEMF, ¿Cómo lo hiciste?

— Las empresas no las cree yo, o bueno no todas, la mayoría son legado familiar, aunque suene exagerado estudie tres careras al mismo tiempo, entre ellas fue diseño de modas, y el rango... que te puedo decir, fui entrenada por los mejores —se encoge de hombros.

La comida llega y empezamos a comer entre platicas de cosas triviales. Hasta que me decido preguntar algo que no he dejado de darme vueltas en la cabeza estás últimas semanas.

— ¿Cómo conociste a Alex y a Sara?

— Eres muy chismoso mi vida, igual que yo— ruedo los ojos ante eso— te diré si me dejas hacerte una pregunta muy personal.

— Hecho.

— Bueno tenía como 15 años sufrí un ataque de pánico, lo que me provocó una crisis asmática, al llegar al hospital los doctores decían que tenía una insuficiencia respiratoria, estuve en el hospital por dos semanas, mi abuelo me visitaba todos los días pero en una ocasión no llego solo— sonríe al revivir el momento en su mente — Alex iba con él, desde el primer día tuvimos una conexión increíble, Alex estuvo acompañándome los días que me quedaban en el hospital, también me acompaño cuando me dieron el alta, y estuvo varios días conmigo en mi casa, después de ahí Alex se volvió como mi mejor amigo casi siempre le llamaba o él venía a visitarme— toma un trago de vino.

Me sorprende y ahora entiendo muchas cosas. Ella fue la que le ablando el corazón a Alex, por eso arreglo las cosas con Sara y por eso dejo de ser un intento de padre.

— ¿Y a Sara? — preguntó interesado

— A ella también la conocí por mi abuelo él era socio de tus abuelos en sus cadenas hoteleras, la conocí cuando tenía como 10 años pero fue hasta que Alex y ella se reconciliaron que nos hicimos más cercanas.

— Jamás vi a Alex actuar de la manera en que lo hace contigo.

— No eres el primero que me lo dice, pero ahora me toca preguntar a mí.

Asiento y la miro directamente a los ojos esperando.

— De verdad que no quiero ser imprudente, tampoco...

— Dilo ya— la corto antes de que continúe con sus divagaciones.

— ¿Q—qué le pasó a la mamá de Emiliano?

Inevitablemente mi cuerpo se tensa. No soy consciente de cuánto tiempo pasa, no sé si son segundos, minutos, no sé nada mi mente no deja de recordar es maldito día.

— Christopher— me llama pero mi cuerpo no reacciona— Chris de verdad discúlpame, no tienes porqué contestar, olvidemos esto y-yo... Lo mejor es que nos vayamos.

Está por levantarse y es cuando mi cuerpo reacciona tomándola de la mano.

— Ella se fue.

Se queda callada, su mente parece estar a mil por hora, veo que tiene intención de volver a preguntar, pero no lo hace, así que lo hago yo.

— No Atenea, no murió, ella nos abandonó... Corrección abandono a Emiliano.

Sigue sin decir nada.

— La conocí en una fiesta, fue un polvo de una noche, el condón fallo, ni siquiera sabía su jodido nombre pero 3 meses después apareció diciendo que estaba embarazada, no sé cómo me encontró pero hicimos una prueba de paternidad y después del resultado claro que me hice cargo.

— ¿Dudabas que fuera tu hijo?— pregunta con la mirada puesta en la mesa.

— Créeme nena, no sería la primera mujer que quisiera atarme con un hijo.

— ¿Y qué paso después?

— Ella quería ser modelo, paso todo el embarazo insistiéndome en qué la contactara con agencias, lo hice pero nadie la quiso contratarla por estar embarazada— hago una pequeña pausa—Esos meses con ella fueron los más difíciles, no había día que no dijera lo mucho que se arrepentía de haber quedado embarazada, cuando estaba en el octavo mes le salieron estrías y al notarlas empezó a autolesionarse solo para lastimar al niño.

— No entiendo, si no quería está embarazada ¿por qué no... Busco otra solución?

— No lo sé, supongo porque quería los contactos o dinero, no sé yo tampoco entiendo.

— ¿Cuántos meses tenía Emi cuando se fue? — Empieza hacer pequeñas caricias en mi mano. Chasqueo la lengua negando.

— La muy maldita no espero ni un puto mes, a los dos días de dar a luz les dieron el alta yo tenía que ir a la central, los lleve a mi casa Sara se quedaría con ellos hasta que volviera, cuando regrese Sara estaba desesperada con Emiliano en brazos el cuál no dejaba de llorar, se robó dinero que tenía en mi oficina entre otras cosa.

— ¿Y jamás regreso o intento ponerse en contacto por el niño? — niego.

Se queda en silencio.

— Lo siento Chris yo no sé qué decirte...

— No Importa yo tampoco sabría.

Se acerca tomándome de las mejillas y me da un beso el cual le sigo.

— Eres un papá maravilloso , nunca dudes de eso— me vuele a besar y este beso se siente diferente.


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