CAPITULO 19

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Pov: Atenea

Han pasado 4 meses desde que empecé a salir con Christopher, Emiliano ha sido el más feliz, Sara se emocionó mucho cuando se enteró, Alex... el no tanto, pero sé que muy en el fondo está feliz.

Mi familia está eufórica por quererlos conocer, yo no estoy muy de acuerdo porque siento que es muy pronto, pero en parte los entiendo jamás pensaron que volvería a salir con alguien. Menos con un papá soltero.

Es domingo son las 8:10 de la mañana, me estoy muriendo de calor, última mente Christopher y Emiliano se vienen a dormir conmigo todos los sábados después de que Chris lo recoge en casa de Sara, pasan la noche conmigo igual que el domingo y el lunes nos vamos los tres juntos a la central.

Todas las noches se pelean por cuál de los dos dormirá abrazado de mí, si por Christopher fuera dejamos al niño en otra habitación. Ahorita tengo a pequeño acostado encima de mí, su cabecita está entre mis pechos y a cada nada refriega su carita, cómo su necesitara asegurarse que está cerca de mí, Christopher está escondido en mi cuello, su mano derecha está enroscada a mi cintura, nuestras piernas están entrelazadas.

Aunque tengo calor no quisiera apartarme de ellos, pero necesito ir al baño. Cuidadosamente trato de apartar la mano de Chris, este hombre tiene el sueño demasiado ligero a diferencia de Emiliano.

Cuando logro soltarme un poco Christopher murmura entre sueños — Nena deja de moverte— me atrae de nuevo a él.

— Necesito ir al baño— no queriendo me suelta y se pone boca abajo.

Me levanto cuidadosa y separó al pequeño, tiene el sueño pesado pero la no sentirme frunce su ceño y hace un tierno puchero. Le pongo el chupete que está en la mesita de noche y succiona rápidamente calmándose.

Al salir del baño los dos siguen profundamente dormidos, bajo a la cocina a tomar agua y me encuentro con Kristen, una mujer de 50 años que se encarga de tener mi casa en orden. Normalmente descansa los fines de semana pero hoy vino a preparar el desayuno.

— Buenos días, señorita— Saluda cuando me ve.

— Buenos días Kristen, ya te he dicho que no me digas señorita, llámame Atenea.

— Discúlpeme se... Atenea, es la costumbre ¿Necesita algo? ¿Quiere que ya sirva el desayuno? Estoy por terminar.

— No se preocupe, solo vengo por un vaso de agua, continúe con calma que él pequeño y su papá aún no se despiertan— saco una botella de agua de la nevera.

Me quedo rato platicando con ella hasta que escucho el llanto de Emiliano alertándome, ya que se encuentra con su papá y solo suele llorar cuando se despierta solo.

Llegó rápidamente a mi habitación, me percató de que Christopher no está en la cama y entiendo el llanto.

— Buenos días, mi amor— me acerco y lo cargo para tranquilizarlo— ¿Qué tal dormiste?

— Mien— suelta pequeños hipidos— ¿Pol qué no eshtabas comigo? — me reclama.

— porque Tenía sed, y tuve que bajar por agua cariño— salgo al balcón para que le dé un poquito el aire y respire mejor.

— Papá siemple deja un bibi con aba— aquello me hace reír— Plodías habel tomado de ahí.

— Que generoso eres bebé, pero yo ya no tomo bibi— le beso su carita.

— ¿No te gushta?

— Prefiero tomar en vaso— lo acomodo en mis brazos y me percató de que necesita un cambio.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora