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—Hoy son tulipanes. Has estado recibiendo hermosas flores durante toda la semana.

Pierdo la concentración en lo que escribo y me dispongo a mirar el hermoso ramo de tulipanes que Erika acaba de colocar sobre mi escritorio. Me sonrojo ligeramente evitando mostrar toda mi emoción y luego la observo, fingiendo desinterés.

—No han sido tantas…

Erika sujeta mi rostro apretando mis mejillas y luego me gira hacia el escritorio que yacía vacío a mi lado pero ahora, está lleno de unos 6 ramos de flores distintas. Río con timidez y Erika asiente.

—Tus fans deben quererte mucho como para enviar flores cada día. —comenta Eleanor y Susie golpea su hombro con fuerza.

—¿Eres tonta? ¡Ningún fan enviaría flores tan costosas como estas todos los días. —Eleanor analiza las palabras de Susie—. Claramente se trata de un hombre.

Mi rostro palidece. Todas se giran hacia Binnie con una mirada acusadora, poniéndolo nervioso.

—¡¿Qué?! ¡Yo no he enviado nada!

Tanto Susie como Eleanor se ponen de pie con prisa y corren hacia mi escritorio, rodeándome junto con Erika. Sostienen mi brazo con fuerza y se aferran a mí con una mirada curiosa.

—¿Quién es? —pregunta Susie.

Dudo un poco en mi respuesta.

—Yo… bueno. Digamos que… estoy saliendo con alguien. —susurro.

Las tres chicas se ponen de pie e intentan ahogar su grito de felicidad.

—Oye, Sun. —miro a Erika—. ¿Quién es?

Mi boca se mueve intentando decir algo pero inmediatamente soy captada por los dos hombres que salen del ascensor y se dirigen hacia la zona de escritorios. El señor Heiken saluda a todos pero ni siquiera puedo devolver el saludo.

Mis ojos están sobre el hombre que sostiene la chaqueta sobre su brazo, siendo su torso cubierto únicamente por una camisa de color negro sin ninguna corbata y unos dos botones abiertos. Lo más llamativo, el nuevo broche que destaca de forma inigualable sobre el lado izquierdo de su pecho y que muestra con orgullo.

—Oh. —habla Eleanor—. ¿Es un nuevo broche, señor Paltrow?

Jay me observa con una sonrisa mientras sostiene el broche y luego mira a las chicas.

—¿Se ve bien?

—¡Es mucho más lindo que el anterior! —dice Erika.

—¿Está el señor Paltrow saliendo con alguien? —Binnie se une a la conversación—. Parece un regalo de pareja.

Mi rostro se pone rojo y los chicos murmuran con emoción y curiosidad pero Jay no responde a su pregunta directamente.

—Lindas flores. —la frase de Jay hace que todos se giren hacia mí.

Veo las flores y luego vuelvo a mirarlo, forzando una sonrisa.

—Gracias.

Susie se mueve hacia Jay y finge susurrar algo para él, pero todos logramos escuchar.

—Se las dio su novio.

Él asiente con orgullo y yo no sé dónde meter la cabeza.

—Uhm, su novio tiene buen gusto. —responde, con naturalidad.

—¿Cierto? ¡Son unas flores hermosas! —alega Erika.

—No hablo de las flores.

Sus últimas palabras aceleran mi corazón antes de verlo alejarse hacia la sala de juntas. Los chicos parecen analizar la frase que acaba de decir su jefe, por lo que el señor Heiken decide salvarme.

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