Un libro se cierra de manera violenta frente a mis ojos pero es solo el ruido de páginas golpeando páginas lo que me hace parpadear, encontrando a Jay aún sentado en el suelo mientras sus codos descansan sobre el sofá para poder leer cómodamente. Mi cabeza está a pocos centímetros del libro que, supuestamente, pedí a Jay que leyera para mí pero al final parece que solo estuve acostada en el mueble disociando mientras él recitaba las escenas literalmente para nadie.
—He estado dos horas aguantando las náuseas mientras leo el libro de romance más cursi que encontré en la librería pero mi novia no parece estar del todo interesada. ¿Debería sentirme ofendido?
Aunque sé que lo dice en broma, no puedo evitar haberlo ignorado inconscientemente otra vez en lo que va del día. Lo mismo pasó en el trabajo, durante el camino a su casa y en la cena. Me muevo un poco hasta quedar sentada en el sofá y él se pone de pie para sentarse a mi lado mientras peina mi cabello y deja algunos besos en mi mejilla y en la unión entre mi cara y el cuello.
—Lo siento, te he hecho perder el día genuinamente.
Ríe un poco, negando lo que trato de afirmar. Mira fijamente mis ojos y luego sujeta una de mis manos para dejar besos sobre ella.
—¿Qué es aquello que está jugando con tu mente? —pregunta—. ¿Es sobre lo que pasó en la editorial?
Mis ojos se llenan de lágrimas, incapaz de negarlo.
—Has sido juzgado injustamente por tanto tiempo… no quiero que la gente piense que eres incapaz de hacer tu trabajo solo porque alguien cree que estás teniendo un favoritismo conmigo.
Jay sonríe abiertamente mostrando admiración mientras limpia la lágrima que se ha escapado de mis ojos.
—Si estás aquí llorando así por mí y actuando con preocupación, ¿Cómo podría no enamorarme más? —recita, sin dejar de sonreírme—. Eres tan linda, no sufras por mí. Voy a solucionar esto para ambos pero no negaré que estamos saliendo.
—¿Y si te perjudica?
—¿Cómo lo haría? De cualquier modo, no iba a aguantar mucho para hacerlo público. —lo abrazo débilmente y él me envuelve con seguridad—. Arreglaremos esto y luego le diremos a todos.
—No creo que los chicos me perdonen por no haberles dicho.
—Estás saliendo con el jefe, ¿Cómo podría ser eso fácil de decir para cualquier persona? Si ellos no entienden, probablemente no sean más que compañeros de trabajo y no amigos.
—Son tus escritores.
—Tú también, y eres mi novia. ¿Por qué tendría que poner a unos por encima de otros? Si realmente han valorado mi sacrificio por ellos durante estos años, sabrán que no hay preferencias cuando se trata de mi dedicación hacia ellos, por lo que mi vida privada no debería ser tema de debate sobre si hacen bien su trabajo o no.
Me escondo aún más entre sus brazos y Jay ríe.
—Estás siendo tan linda ahora, ¿Debería contratar a alguien para que haga estas cosas más seguido? Quizá podré conseguir algo más que un abrazo.
Pellizco su abdomen y se queja, pero luego logro hacernos reír.
—Vamos a dormir, tengo que tener fuerzas para ir a cuidar la reputación de mi novia mañana.
—¿Qué debo hacer con este novio tan genial?
Me alejo de él y arreglo su cabello, Jay se inclina hacia mí y me besa, sonriendo ampliamente.
—Pusiste un broche en mi pecho, ahora podrías poner un anillo en mi dedo.
***
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Romance"SnowFlower" es una escritora de romance juvenil que compite constantemente contra "Heartless", un escritor de romance un tanto despiadado con sus personajes a los que siempre da finales tristes. Una reunión de fans virtual hace que ambos escritores...